Alcaldes y gabinetes: así pueden invertir en su buena imagen
Gabriel Campillo Solano
Coordinador Valledupar Cómo Vamos
@Valleduparcomov
Dicen que el secreto del éxito es invertir bien y el sector público no es la excepción. Aunque el Estado no busca generalmente una ganancia económica cuando por ejemplo hace un hospital, construye un colegio o apoya una iniciativa de jóvenes, lo que sí busca es el bienestar social. Los ciudadanos perciben cuando esto se logra y generalmente los hace sentir más satisfechos con su gobierno.
Mejor dicho, gobernante que invierte bien, seguramente será bien evaluado por sus ciudadanos. Al menos esa es la tendencia que puede observarse en el ejercicio de la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, que en su encuesta anual de percepción ciudadana mide la gestión pública de los alcaldes y sus equipos de gobierno.
Claro, la encuesta indaga al ciudadano respecto a cuatro componentes de su gobierno municipal conocimiento (qué tanto conocen al alcalde y su gabinete), favorabilidad (qué tan favorable es la imagen de ellos), buena gestión y confianza. Estos elementos permiten discernir si la actuación pública desarrollada por el gobierno local está cumpliendo su cometido.
Sin embargo, si tan solo se analizaran estos elementos, en todo caso no se reflejaría algo tan importante como el cumplimiento de los planes de desarrollo municipales, que son el objetivo misional de cada mandatario para elevar el nivel de bienestar de su territorio.
Por eso, la Encuesta de Percepción Ciudadana Comparada, que realiza la Red de Ciudades Cómo Vamos, también pregunta por otros temas y precisamente uno de ellos, al analizarlo, resulta muy relacionado con la forma en la que los ciudadanos perciben la gestión de su gobierno.
En efecto, la Red compara la evaluación de los cuatro componentes mencionados (conocimiento, favorabilidad, buena gestión y confianza), con el nivel de satisfacción de los ciudadanos con la inversión de recursos del presupuesto (gastos de inversión). Al hacerlo, se evidencia con claridad la sinergia entre las finanzas y gestión pública.
La conclusión es que cuando los ciudadanos evalúan bien la inversión de recursos de sus municipios, también tienen una buena percepción de la gestión de sus alcaldes y equipos de gobierno.
Para la muestra: en la Encuesta de Percepción Ciudadana Comparada 2014, presentada este año por la Red, Medellín registra una buena evaluación del equipo de gobierno, con una favorabilidad del 44% de los encuestados y al mismo tiempo los ciudadanos reflejaron el nivel de satisfacción más elevado en la inversión del presupuesto (71%) entre las ciudades que componen la Red Cómo Vamos.
Barranquilla fue la ciudad en la que se presentó la mayor favorabilidad del equipo de trabajo del alcalde (45%) y fue también una de las mejores en satisfacción con la inversión del presupuesto, con un 44%.
Otra de las ciudades que lograron una buena percepción ciudadana respecto a la gestión de su gabinete municipal fue Manizales, con un 41% de favorabilidad (tercera mejor evaluada) y precisamente el nivel de satisfacción de sus ciudadanos con la inversión de recursos públicos fue alta (51%).
Claramente estas tres ciudades fueron las mejores en la percepción ciudadana de la gestión de sus gabinetes municipales y a la par les fue bien con la percepción ciudadana sobre la inversión. Incluso la relación fue igual en las peor evaluadas en estos aspectos.
Entonces es evidente la relación directa entre la idoneidad de los equipos de gobierno, con el nivel de satisfacción de la comunidad respecto a la inversión que realizan durante la ejecución de los planes de desarrollo municipales. Funcionarios más idóneos tienen mayor asertividad en la priorización de gastos de inversión en sus municipios.
Aunque los Cómo Vamos no son órganos formales de control social, al medir metódicamente y entregar información a la sociedad civil y a los gobiernos municipales, son un espejo en el que los funcionarios públicos pueden ver su gestión desde los ojos de los ciudadanos.
Entonces si el ciudadano pone bien la nota a su administración municipal, cuando invierte bien el presupuesto, pues la tarea está clara: hay que invertir en el bienestar de la gente. Claro, por eso la hoja de ruta se llama Plan de Desarrollo y quien le apunte precisamente al desarrollo va a ganar el año vez tras vez con la ciudadanía.
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