Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Estamos de acuerdo que una mirada, una mano sudorosa, una sonrisa fingida, un cuerpo tenso o una cabeza agachada, aveces dicen más que mil palabras, es comportamiento procedente de nuestro instinto animal. Al igual que los manotazos, las levantadas de mano, el acceso carnal violento y los golpes. El instinto animal hay que saberlo manejar, hay que razonar porque esa es precisamente la diferencia que existe entre los seres humanos y los animales, la capacidad de pensar.

Los seres humanos adquirimos la capacidad de analizar y de hablar, aunque lastimosamente hayan individuos subdesarrollados carentes de estas virtudes. Algunos se escudan en la crisis económica, argumentando que ésta produce una mayor irritabilidad dentro de la convivencia de la pareja. ¿Es posible esto? Si hay crisis, económica o la que sea, es cuando se debe estar más unidos, dando apoyo el uno al otro. 

Es triste ver como todos los días leo y veo en las noticias más casos de violencia, tan sólo en una semana aquí en España salieron a la luz pública cinco nuevos episodios de violencia contra la mujer. Cada uno más aterrador que el anterior, tres de ellos con víctimas fatales. Lo cual sólo me deja una cosa que pensar seguimos siendo animales, animales donde el más fuerte sale con la suya, agrediendo y por ser más grande y más fuerte, lastimosamente ese poder se limita a lo físico y no trasciende a lo intelectual. ¿Sería mucho pedir ser atacadas con argumentos, con puntos de vista, con neuronas? A estas bestias parece que no importa la sanción que imponga la ley, porque entre más fuerte la establecen las leyes, paradójicamente más aumentan los casos de violencia.  

La violencia tan sólo refleja el minúsculo cerebro de algunos, si no se puede sostener un concepto con argumento y con palabras, y se recurre a los golpes, es porque el concepto es tan pobre como aquel que golpea o agrade. Si bien también se puede agredir de manera verbal, no profundizaré en este tema, porque si una mujer lee y tiene un poco de imaginación tiene el poder de crear un insulto o una ofensa mucho más fuerte y con mayor sentido que cualquiera. 

Dirán que no sé escribir sobre otra cosa, quizá sea así, no dejaré escribir hasta cuando esto deje de pasar, es realmente una actitud lamentable. Pero si nadie lo expresa, se quedará como si no pasara nada, somos mujeres damos vida y sin sentido nos la quitan. La mayoría de mujeres que han sido víctimas de maltrato, nunca antes lo fueron ¿y por qué? porque jamás hablaron. Es por el miedo que si ademas le sumamos la dependencia emocional característica de la mayoría de nosotras. La acción de denunciar al agresor, será prácticamente una tarea imposible, ya que somos blandas y muchas veces somos incapaces de herir a quien se le tiene aprecio y con quien se comparten bienes, sentimientos, demás. Porque las mujeres tenemos algo muy débil y frágil que se llama corazón y aunque nos maltraten preferimos pasar el trago amargo solas, antes que compartirlo. 

Las mujeres tenemos que entender que si no denuncia, no se nos puede proteger. Hay que dejar de pensar que si no denuncia se corre menos peligro, es todo lo contrario.

La violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición económica, raza o cultura. Las estructuras de poder de la sociedad que la perpetúan se caracterizan por su profundo arraigo y su intransigencia. En todo el mundo, la violencia o las amenazas de violencia impiden a las mujeres ejercitar sus derechos humanos y disfrutar de ellos.

Amnistía Internacional, Está en nuestras manos. No más violencia contra las mujeres.

Síganme en Twitter: @Des_empleada 

Compartir post