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EL FÚTBOL es uno de los mejores ejemplos de la globalización. Pero el conflicto tambien lo es. La cumbre de Unasur (en la que nuestros compatriotas se plantaron delante de la tele, como si asistieran a un juego de fútbol) y la pasada fecha de eliminatorias mundialistas, demuestran que nuestra guerra es conocida en diversas latitudes y que nuestra «balcanización» (por no decir ‘israelización’) interesa y afecta a nuestros vecinos. Y que conste que no me refiero al arreglado partido entre Bolivia y Ecuador que parecía jugado -desde antes- en los salones presidenciales de Evo y Correa, sino a las voces de los periodistas extranjeros que se hicieron sentir enviando voces solidarias a los secuestrados colombianos. Tales expresiones de afecto aparecieron luego de que el mundo oyera las últimas pruebas de supervivencia de los militares en poder de las FARC, en las que algunos cautivos manifestaban su incondicional pasión por sus clubes de fútbol predilectos. De hecho, el periodismo (particularmente el radial) se ha convertido en el principal medio de contacto de los retenidos con sus familiares y con el día a día de la sociedad colombiana. No obstante son los programas futboleros, además de los noticiosos y de opinión, los que han oficiado como óptimos canales para enviar mensajes de aliento y apoyo a los presos de la manigua y la virulencia armada que infecta a nuestro país.

El escudo del Santa Fe, bordado con la estética  del esfuerzo, por el sargento viceprimero del ejercito, Luis Arturo Arcia (que todos vimos en los videos incautados al correo humano de la guerrilla); nos hizo recordar otras muestras de devoción que otros plagiados habían vertido con anterioridad. Algunos de ellos ya libres, como el ex gobernador del Meta, Alan Jara Urzola, quien -en un rapto de humor y desconcierto por el mal momento de su Millonarios- llegó a afirmar que «le dieron ganas de devolverse pa’ la selva luego de ver jugar tan mal a Millos». Todo un dechado de ironía que habla bien del humor (la mamadera de gallo) de los colombianos.

Fútbol y Política. Fútbol y Secuestro. Gol y libertad. El fútbol como escape. Todo esto a propósito, también, del bello homenaje de los equipos capitalinos que, antes del reciente clásico (que ganó Santa Fe 4 x 2 para felicidad del sargento Arcia), dedicaron su actuación a sus fieles seguidores.

A continuación me permito reproducir la carta que algunos cautivos le enviaron hace casi un año al periodista Francisco ‘Paché’ Andrade. El texto es todo un documento al revelar lo que puede llegar a significar el deporte de las multitudes en una situación tan extrema como el secuestro:

Señor Paché Andrade
Director de los Dueños del balón
RCN Radio
.

Una de las mayores alegrías en esta vida es la pasión por el fútbol. Nosotros llevamos nueve años y ocho meses no solamente privados de nuestra libertad, sino también de vivir, de sentir esa pasión. No podemos ver un partido, pero si podemos escucharlo cuando nos dan pilas. Afortunadamente existe la magia de la radio y es mucho más gratificante escuchar la radio cuando se sabe que detrás de cabina hay un grupo de hombres de grandes cualidades humanas.

Hemos escuchado una y varias veces el llamado que hace usted, Chalito, Kike, el viejo Edwin, Marden y Malcum a la guerrilla para que nos coloquen en libertad; son esas llamadas, son esas pequeñas cosas las que diferencian al bueno del malo y es que la continua tolerancia y la benévola indiferencia no pueden seguir siendo una virtud en muchos colombianos.

Paché; mi negro del alma, en las últimas transmisiones te hemos escuchado ¿Cómo los secuestrados celebran un gol? Pues te diremos: con mucho más entusiasmo que en éste propio estudio, porque una victoria de nuestros equipos preferidos significa no ir al lavadero durante varios días ¿por qué? Sencillamente porque aquí las apuestas son las ollas en donde comemos.

Paché, los más bulliciosos somos los hinchas de Millonarios y Nacional, o sea  el capitán Murillo, el ex gobernador del Meta Alan Jara, el coronel Mendieta -que son los de Millonarios- y el único de Nacional, el teniente Donato. Cuando la guerrilla está de buenas pulgas nos permiten gritar el gol y cuando es un gol de Colombia lo hacemos al unísono. Pero si el orden público y las garrapatas están alteradas nos toca apagar el radio, pero tranquilo viejo Pacho que cada ocho días estamos en sintonía. Le deseamos a usted y a todo su equipo de trabajo una feliz navidad y un próspero año; eso sí, no se le olvide colocarnos salsa de la buena, esa que sólo usted sabe interpretar.

Un abrazo de sus amigos:

Enrique Murillo
Capitán Policía Nacional.

Luis Mendieta
Coronel Policía Nacional

Alan Jara (ya liberado)
Ex gobernador del Departamento del Meta

Donato Gómez William
Teniente FF.MM.
(Quien apuesta su libertad por su equipo: El Nacional).

PD: El cielo azul y mi parcero blanco es mi equipo: Mi Millonarios.

*Carta entregada por Jenny Mendieta (hija del coronel Mendieta secuestrado por las FARC el 1º de noviembre de 1998 en la toma armada de Mitú, Departamento de Vaupés) a Paché Andrade el miércoles 16/2008.
 

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