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Juan, lo saludo en otro amanecer colombiano.

Don Bruno, y yo a usted, y ojala sea un día en que hablemos cosas para un pronto mejor amanecer colombiano.

Verá que así será, Juan.

Pero, Juan, me extraña que los pastos no están aguantando tanto como uno pensaría, considerando todo lo que ha llovido.

El problema, don Bruno, es que no hemos tenido suficiente sol este año, porque si a los pastos les gusta el agua también necesitan el sol para crecer.

Eso se llama fotosíntesis Juan. Como lo hemos hablado tanto, los últimos siete años han sido lluviosos, y le digo que van a entrar ya casi los años de sequía.

Ay don Bruno sequia es lo peor, siquiera estamos preparados.

Pero Colombia no lo está Juan. Más adelante hablaremos más de eso, Juan.

Por ahora volvamos con ese asunto tan crucial para Colombia del autoabastecimiento.

Liquidez internacional y autoabastecimiento

Juan, la liquidez internacional actual colombiana corresponde más o menos al tamaño de su economía, pero sería prácticamente inexistente sin sus ingresos ilícitos, igual que su capacidad de endeudamiento y su economía.

Pero, Juan, mientras Colombia logra sostener esa pequeña liquidez internacional bajo la riesgosa situación de que se apoya en ingresos ilícitos, vista, obviamente, con enorme desaprobación mundial, de donde, en cualquier momento, pueden llegar las correspondientes sanciones económicas y de libre tránsito de sus ciudadanos.

Y, Juan, el giro de la economía colombiana tiene que alejarse de sus ingresos ilícitos y hacia ingresos sanos, tal como los representados en su autoabastecimiento de comidas y manufacturas.

Pues, don Bruno, no cabe duda por lo que yo veo entre la gente colombiana que, en la medida en que menos se necesitan esos ingresos ilícitos porque los hay lícitos, esos ingreso ilícitos se irán desapareciendo.

Juan, cuánta razón tienes y lo que dices se ha comprobado en experiencias parecidas a través de la historia del hombre.

Es que, Juan…

Colombia se acostó con la riqueza que crea sus ingresos del narcotráfico, y ahí se quedó, cada día relativamente más pobre de lo que sería con una economía libre y pujante, y sin todos los respectivos efectos de violencia, corrupción y desgracia para su pueblo.

¡Con razón hay tanto descontento!

Ahorro y autoabastecimiento

Los colombianos podrían ahorrar, Juan, tal como se ilustra arriba tan escalofriantemente, los miles de millones de divisas gastadas en comidas importadas innecesariamente.

Pero, Juan…el ahorro final para los colombianos, y por lo tanto del costo de vida colombiano, sumado al enorme incremento de su generación de riqueza, más la gran mejoría automática de su estabilidad y seguridad social al lograr el mayor autoabastecimiento general que le es posible, es lo que merecen los colombianos por sus atributos naturales y la calidad de su gente, y no lo están teniendo.

¿Cuál es el poder mayor de los norteamericanos Juan?

¿Sus armas don Bruno?

No, Juan, su autoabastecimiento, y más allá de eso, la dependencia que tienen su rivales económicos y políticos de sus suministros, sobre todo de sus suministros de comidas.

Wow, don Bruno.

Juan, los colombianos sospechan que no están recibiendo lo que merecen sin poderlo precisar, y por ello se frustran aun más.

¡Con razón hay tanto descontento!

Empleo y autoabastecimiento

Y oiga, Juan, es abrumador el potencial de empleo y de estabilidad económica y social de podrían producir los propios suelos, aguas y mares de Colombia.

Y vea lo bonito de eso, don Bruno… Colombia abriría otra vez su campo y crearía pueblos en vez de amontonar sus gentes en ciudades enormes, y se abrirían nuevas redes de carreteras e infraestructura para así hacer de Colombia un país que ocupa, vive, disfruta y aprovecha sus extensivas y hermosas tierras, y habrá creación de riqueza, paz y regeneración.

Ay, que dicha, Juan.

Seguridad y autoabastecimiento

Juan, las Fuerzas Armadas Colombianas, de mantener el orden y la seguridad en todo el campo Colombiano, podrían colaborar enormemente en facilitar la producción de suministros básicos en Colombia en vez de importarlas, con todo lo que eso le beneficiaría al país.

Sí, don Bruno, y al extenderse la producción de los suministros básicos colombianos en el país, con las Fuerzas Armadas garantizando la seguridad en el campo colombiano, poco a poco se lograría la paz colombiana y poco a poco se irían acabando, por ser superfluos, los cultivos ilícitos.

Y, Juan, a la Policía habría que restablecerle su deber nato de reaccionar por sí misma, según su razón de ser ante las situaciones para las cuales existe. Es difícil entender cómo logró la Policía tramitar la legislación que le eximió de lo anterior.

Le digo, don Bruno, tiene que ser solo por la naturaleza trabajadora y pacífica de los colombianos que no se ha perdido por completo en Colombia el control de la criminalidad.

Y lastimosamente, Juan, la Policía ha perdido mucho de su aprecio entre los colombianos por aparentemente no estar haciendo más que parar vehículos para sobornar.

En países más adelantados, Juan, solo se puede parar un vehículo por una razón comprobable.

Qué medida tan sencilla para evitar corrupción, don Bruno.

Pero más grave, Juan, es que la respuesta uniforme de la policía se ha vuelto, “no podemos hacer nada”, ante toda solicitud de auxilio o aviso de desorden.

¡Con razón hay tanto descontento!

Y como hemos dicho, Juan, con tanto temor…

Más allá aun, la mayor amenaza, entre tantas que tiene Colombia para su preciosa y muy sufrida libertad y democracia, que son la misma cosa, bien puede ser que, a medida que las Fuerzas Armadas y la Policía se vayan juntando más y más con el narcotráfico, podrá llegar el momento en que la única forma en que van a poder evitar los masivos castigos que el país y el mundo les pediría por ello es que se tomen al país y establezcan una dictadura títere muy parecido a lo que se llegó en Venezuela.

Y, don Bruno, bien podrían usar como excusa para llevar a cabo lo anterior el gran malestar y descontento que la ciudadanía colombiana ha venido mostrando en sus repetidas manifestaciones y marchas de protesta.

Pero, Juan, la amenaza para las fuerzas armadas de que se verían obligadas a hacer un golpe de estado para protegerse ante su infestación de la corrupción del narcotráfico parece no ser entendida por las mismas fuerzas armadas para conservar su propio bienestar y orgullo patriota, que no se duda quieren hacer.

Para nada lo dudo, don Bruno.

Violencia y autoabastecimiento

Juan, el autoabastecimiento de suministros básicos en Colombia, en vez de importarlos, con todo lo que eso le beneficiaría al país, hará además que, poco a poco, desaparezca la violencia y aseguraría la estabilidad y seguridad social en las regiones afectadas por el cultivo y tráfico de narcóticos, particularmente de la cocaína.

Juan – ¡Colombia produce el 70% de la demanda mundial de cocaína!

No, pues con razón el país puede vivir mejor por los ingresos del narcotráfico don Bruno.

Y aquí lo mejor, Juan…

…Que el ahorro de reservas, más la riqueza que produciría el autoabastecimiento de suministros básicos en Colombia en vez de importarlos, iría compensando la perdida de los ingreso ilícitos hasta no notarse su ausencia.

Y mejor aún, don Bruno…

…Se le devolvería su comportamiento fraterno y humanitario a las extensas regiones Colombianas reprimidas y sesgadas, por ser productoras y exportadoras de narcóticos.

¡Qué bien dicho, Juan!

Sustituir narcóticos y autoabastecimiento

Juan, sobra enfatizar las ventajas para Colombia, sus instituciones y su pueblo de sustituir sus cultivos de cocaína y otros narcóticos por comestibles para su propia alimentación.

Y más aún, Juan, qué aporte sería la agricultura en vez de la droga en bajar el costo de vida de los colombianos, al estar Colombia produciendo sus propias comidas, y qué aporte al fortalecimiento del peso colombiano por las garantías y seguridades que le daría al peso internamente e internacionalmente. Además, sobra decir cuánto fortalecería tanto la estabilidad y la seguridad social colombianas al tener un país sano en cuerpo y alma.

Qué anhelo tan bonito, don Bruno, ¿cierto Juan?

Reforestación y Autoabastecimiento

Esto digo yo, don Bruno…

… Colombia para Colombia y la oportunidad, al reemplazar los cultivos ilícitos por las comidas que se importaban, de dejar a los bosques y aguas y aires tranquilos, en vez de la deforestación y tala del manto Colombiano y el envenenamiento de su sangre que corre por sus ríos y del ambiente que respira debido a los narcocultivos

¡Que Colombia florezca y se tupe!

Paz y autoabastecimiento

Juan, qué enormes beneficios hay para Colombia en su paz y estabilidad social en volver al campo tradicional y bondadoso colombiano con el cultivo de sus comidas básicas en Colombia y no importadas.

Si, don Bruno, podría ser que Colombia despierte de la pesadilla de su desmoronamiento por el narcotráfico y que el sueño de la paz, tan bonito pero completamente ilusivo, se haga realidad.

Conclusión sobre el autoabastecimiento

Oiga entonces, Juan, le resumo lo del autoabastecimiento…

… es el sustento para los colombianos, producto de sus propios suelos y aguas, labrado por colombianos para su bienestar, estabilidad y seguridad en adelante.

Hágale, don Bruno.

Así sería, Juan:

*Logra una economía colombiana de sustento y pronto de exportación de productos alimenticios y manufacturas,

*Abarata el costo de vida colombiano,

*Aumenta el empleo colombiano,

*Aumenta los ingresos promedio de los colombianos,

*Fortalece el peso colombiano externamente al incrementar las reservas colombianas y también por lograrse una economía interna colombiana de sustento y quizás rápidamente de excedentes para el mercado internacional,

*Fortalece al peso colombiano internamente al establecer un modo de vida confiable para los colombianos y una economía colombiana en que los colombianos creen y, por lo tanto, creerán en su moneda,

Esto fortalecerá el peso colombiano internacionalmente por encima de todo, al punto que rápidamente Colombia podría esperar inversión extranjera de envergadura,

*Fortalece la estabilidad social colombiana al crear paz, seguridad, empleo, ingresos y confianza,

*Fortalece la seguridad social colombiana al liberar grandes cantidades recursos para ello.

¡Qué urgente se hace el autoabastecimiento colombiano!

Muy buena charla, don Bruno. Cada vez me ilusiono más con todas las posibilidades que Colombia tiene para ser un orgullo ante sí misma y para su pueblo.

Cierto, Juan, y nos faltan muchas cosas todavía para aportar a eso en nuestras charlas.

Mañana vamos a hablar del oro colombiano.

De eso sí que tenemos, don Bruno, y qué hermoso es.

Verá, Juan, que lo pondremos en buen uso como nunca nadie se ha imaginado.

Qué ricos nos pondremos todos don Bruno.

Entonces, Juan, qué tal si nos vamos madrugados mañana al pueblo a desayunar y a averiguar por un ariete que nos suba el agua a los potreros por si resulta cierto lo que digo de los años de sequía que nos vienen.

Qué buena idea, don Bruno.

Mañana nos vemos entonces, Juan, al enrojecer el cielo Colombiano en el oriente.

Listo, don Bruno.

Felices sueños, Juan.

Lo mismo, don Bruno.

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