Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
Juan, como estuviste ayer en la finca ganadera, tuve una charla conmigo mismo, que no daba espera, en la cual advertí que los gremios se deben apartar de la negociación del salario mínimo, con razones tan obvias y contundentes para ello, que no entiendo cómo es que, desde el inicio, se metieron en eso.
Bien, Juan, siguiendo entonces con el mismo tema, nuestra charla de hoy es el seguimiento de lo que te acabo de contar.
Se trata de una propuesta para el bien de Colombia y de todos los colombianos, dadas las circunstancias económicas actuales del país, concebida por nuestro pensamiento patriótico.
¡Juan, hay que posponer el alza del salario mínimo!
Sí, Juan, hay que hacerlo. Hay que hacerlo para evitar que Colombia llegue a tener una inflación galopante.
Sí, Juan, inflación galopante por encima del 30 %, como en Argentina, que, lastimosamente, ha llegado, debido a sus pésimos gobiernos populistas, a ejemplificar, al interior de Latinoamérica, el país al cual no se debe copiar en materia de política económica, con excepción de Venezuela, que ya es causa perdida.
Más allá de la galopante inflación que nos amenaza, hay que hacerlo para evitar que Colombia entre en una aguda recesión económica y en un nuevo gran empobrecimiento para el pueblo.
Pero dígame, don Bruno, ¿cómo ayudaría a evitar más empobrecimiento en Colombia el posponer el alza del salario mínimo?
Primero que todo, hay que aclarar que existe una Ley que obliga a aumentar el salario mínimo de acuerdo a la inflación esperada, más el incremento de la productividad, pero, en cualquier caso, ese aumento no puede ser inferior a la inflación del año en que se negocia.
Es una ley que, fácilmente, le puede hacer sumo daño a la capacidad de compra y, por lo tanto, a la supervivencia de todos los colombianos.
¿Quién dijo, por Dios, Juan, y quiénes se abalanzaron en la idea de aprobar que lo que mejor le conviene a todos los colombianos es siempre subir el salario mínimo, por lo menos, según la inflación?
Y hoy, Juan, estamos ante el caso más aparentemente posible que eso es precisamente lo que no se debe hacer.
Se debe posponer el alza del salario mínimo.
Se debe posponer el alza del salario mínimo, como medida para bajar esa inflación actual, que ya está haciendo peligrar la estabilidad del nivel de vida de los colombianos.
Y una vez baje la inflación, hacer un aumento retroactivo con base en el menor porcentaje de inflación obtenido, el cual se habría logrado, en gran parte, precisamente por haber pospuesto tal aumento.
O sea, don Bruno, yo entiendo que la inflación del año completo, hasta noviembre, es de 12.2%, y, debido a esa ley, habría que aumentar el Salario Mínimo en esta cifra, como mínimo.
Exacto, Juan.
Y, como sabemos todos los colombianos, don Bruno, no es sino que se suba el salario mínimo y todos los precios de todo subirán alrededor de ese mismo porcentaje.
Exacto, Juan.
Sino que, don Bruno, todos los precios no solamente suben de acuerdo al aumento del salario mínimo, sino que la gente se da un mayor margen de ganancia y se protege contra la inflación esperada subiendo los precios por encima del aumento del salario mínimo.
Así es, Juan, y ¿cuál es el resultado?
El resultado es que la inflación, que ya está en las nubes, sale en órbita.
Entonces, Juan, como todo lo demás subirá en ese porcentaje, tendríamos una inflación ya para finales de enero entrante, con una tendencia al alza, en vez de empezar a corregir a la baja, como está ocurriendo en muchos otros países del mundo.
O sea, don Bruno, se nos despelota la economía colombiana y podrá haber una fuerte recesión económica, que afectará el nivel de vida y el bienestar de los colombianos de manera catastrófica.
Sí señor.
Entonces, lo que hay que hacer, Juan, es posponer el aumento del salario mínimo, como medida para bajar la inflación y, una vez baje la inflación a un nivel razonable, hacer el aumento del salario mínimo, con un pago retroactivo por los primeros meses del año que no tuvieron ese aumento.
Por ejemplo, Juan, si se logra bajar la inflación desde el 12,2% al 4%, se aumenta el salario mínimo con base en ese porcentaje, y se hace retroactivo desde principios del año.
Es una movida gana/gana, Juan, para todos los colombianos porque, aunque toca aguantar unos meses sin el aumento del salario minino para compensar la inflación traída hasta principios del año, ese sacrificio hará bajar la inflación a un monto manejable.
Fantástico, don Bruno. ¿Y usted cree que, con solo posponer el aumento del salario mínimo, será suficiente para nivelar la situación y restaurar la economía colombiana?
Ayudará enormemente, Juan, pero para asegurar que la inflación baje lo necesario y la economía colombiana no solo no sufra, sino que se vuelva boyante para todo el pueblo colombiano, el Gobierno debe: no subir los impuestos, no aumentar el precio de los combustibles y no imponer aranceles.
O sea, Juan, el Gobierno no solamente no debe tomar medidas económicas que aumenten el costo de vida en Colombia, sino que debe tomar todas la medidas que están a su alcance para bajar ese costo de vida y estimular la recuperación de la economía. Por ejemplo, bajar los impuestos, eliminar los peajes, bajar los cobros estatales, bajar las multas estatales, bajar los aranceles de muchos productos, y bajar el tamaño y, así, el costo del estado colombiano.
Pues, don Bruno, todo eso lo debería hacer el gobierno de todas maneras, como sea, para que no se acabe quebrado este país, con o sin inflación.
Así es, Juan.
Bueno, don Bruno, a volver a nuestras labores de finqueros, que ahí sí que hay gusto.
Sí, Juan, sin duda. Hasta la próxima, entonces.