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Lo más probable, Juan, es que el establecimiento colombiano solo haya perdido el poder para los próximos cuatro años.

¿Por qué lo dice, don Bruno?

Porque las manos en que quedó el poder colombiano están vacías, sin orientación, porque, porque… no… no … ¿qué palabras podría yo usar, Juan?

“No tienen ni idea”, ¿don Bruno?

Gracias, Juan.

A menos, don Bruno, de que tengan una idea que aún no conocemos.

Tiene razón, Juan, pero ¿por qué lo dice?

¿A usted no le parece demasiado raro, don Bruno, que esas manos quieran suspender la exploración petrolera?

Ya que lo dice, Juan, me parece miedosamente raro. Se me paran los pelos al pensarlo, Juan.

¿Por qué tanto susto, don Bruno?

Oiga pues, Juan, a ver si no se le paran los pelos también…

Si se deja la exploración petrolera colombiana se acabará el petróleo colombiano cuando se acaben las reservas subterráneas actualmente en explotación.

Y eso no será dentro de tanto tiempo, ¿cierto, don Bruno?

Mucho más rápido de lo que nos imaginamos, Juan.

Y oiga esto, Juan…

Las divisas que entran a Colombia por exportación de petróleo solo son superadas en su cuantía -y yo diría que por mucho- por el narcotráfico.

¿Y para qué necesitamos divisas, Juan?

Don Bruno, como tanto hemos dicho, para comprar lo que importa Colombia – que es casi todo – ¡incluyendo sus comidas básicas!

Entonces, Juan, escuche bien. Si no tenemos entrada de divisas del petróleo, quedamos en manos de la industria del narcotráfico.

O sea, Juan, en parte la industria de narcóticos colombiana estaría en la posición de decidir si Colombia importa o no, si come o no.

No me diga, don Bruno. Eso quiere decir que Colombia estaría sitiada por la industria de narcóticos.

Y un país sitiado sin comida rápidamente cae, don Bruno, como cualquier fortaleza en esa situación.

Y eso, don Bruno, no es muy distinto a lo que sucede de verdad en Venezuela.

Así es, Juan. Venezuela, por populismo, perdió su mayor industria por mucho -la petrolera-, que hacía de Venezuela un país riquito. Y ya como país pobre, el narcotráfico es lo que sostiene al régimen dictatorial actual venezolano.

Entonces, don Bruno, ¿no será que lo de suspender la exploración y así la producción petrolera colombiana es para que acabemos como Venezuela?

¡O acabamos siendo Venezuela, Juan!

¿Ya se le pararon los pelos, Juan?

¡Que sí qué, don Bruno!

¿Será, Juan, que Colombia está al borde de pasar de ser una narcoeconomía a ser una narcoanarquía?

Ay, ay, ay, don Bruno.

Ay, ay, ay, Juan.

Ahí le dejamos ese sustico a Colombia, Juan.

Sí, don Bruno, mejor dejemos eso en manos de Dios, y a orar por el mejor bienestar colombiano como siempre hemos hecho.

¿Don Bruno, no será que nuestros extensos esfuerzos algo aportarán a la paz y al progreso y a la democracia de Colombia?

Quién quita, Juan, quién quita.

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