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Nota Preliminar:

Juan y don Bruno quieren mandarle un guiño a una revista alternativa que utilizó para su edición de Marzo/22 en su cubierta, editorial y articulado, el análisis de don Bruno sobre la situación de Colombia ante Putin y el antagonismo del mundo autocrático con el mundo libre, utilizando el mismo título que usó don Bruno de “Colombia, en el Ojo del Huracán”. Ojalá la revista utilice mucho más contenido de las Charlas con Juan.

Vamos con la charla de hoy.

Qué bueno, Juan, que vamos rumbo al ganado y llevándole ganado al ganado.

Don Bruno, nos va a tocar la salida del sol en la bajada al gran río de Los Andes, el río Magdalena, aunque bajaremos en neblina mientras calienta la mañana.

Lo que más me gusta de la ida, Juan, son los ríos que bajan por las pendientes cañadas. Esa abundancia de agua entre esas inmensas rocas blancas haciéndose espuma de la fuerza con que baja.

Esas cascadas que a veces pueden medir 500 metros de altas.

No hay país tan favorecido por la naturaleza como Colombia. No lo hay Juan.

Así es, don Bruno. Qué buenas vidas tenemos nosotros dos.

Las mejores, Juan.

Bueno, don Bruno, acá avanzando a paso descansado y faltando una hora para llegar, tenemos buen tiempo para avanzar también con el debate sobre Colombia.

Juan, le voy a concretar lo que hemos hablado sobre la «democracia dual colombiana» para que lo tengamos claro.

Hágale, don Bruno

Representación democrática verdaderamente efectiva y transparente

Si, Juan, porque se origina con los colombianos más lejanos al poder central, atraviesa, estrecho por estrecho, la población hasta llegar al núcleo de la patria, habiendo sido cada estrecho representado desde y respondido hasta su lugar de vivencia…

… y se establece directamente ese poder central luego de un mínimo de etapas que son consiguientes una a otra, y la palabra vuelve a los colombianos más lejanos al poder central para su aprobación final.

¿Le gusta, Juan?

Cómo no, don Bruno, ¿qué podría ser mejor?

Entonces Juan, así es:

1. Bloques de comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, es decir, las «anclas democráticas» eligen sus propios concejales municipales y diputados departamentales.

2. Las comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, nuevamente, las «anclas democráticas» influyen y están directamente representadas en la etapa inmediatamente superior, o sea en la elección de alcaldes y gobernadores, porque ellos son quienes eligen a los concejales municipales y diputados departamentales.

Pues, don Bruno, así debe ser pero ahora ni casi es así.

Y la realidad actual, Juan, es que entre más apartados los ciudadanos, menos representados están.

Absolutamente, don Bruno.

Juan, ¿las veredas y gentes apartadas en el campo, y los de las comunas y barrios qué poder tienen y en qué les interesan los resultados?

Nada y nada, don Bruno.

Y, Juan, como son los que al fin de cuentas menos influyen en los resultados, son los más olvidados en la práctica.

Es como si ni existieran, don Bruno.

Sigamos, Juan…

3. Los concejales y diputados, representando a las comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o «anclas democráticas», influyen y están directamente representados en la siguiente etapa superior porque los elegidos por ellos como concejales eligen entre ellos los candidatos para alcaldes (2) y los elegidos por ellos como diputados eligen entre ellos los candidatos para gobernadores (2).

¿Sí ve Juan cómo el gobernar en Colombia empieza con los colombianos más apartados e ignorados y ellos mismos van subiendo cada peldaño de ese gobernar hasta llegar a la cima?

Quedo sin palabras, don Bruno, de lo increíble…

Es que, don Bruno, realmente no creía que fuera posible, y todo este tiempo nosotros los colombianos, ricos y menos ricos, sencillos y sabios por igual, hemos estado resignados a ser mal gobernados por no saber qué hacer.

4. La población entera de municipios elige al alcalde entre los candidatos (2) dados por los concejales, elegidos por comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o «anclas democráticas que siguen influyendo y siendo directamente representados porque, de manera directamente ascendente, los candidatos para alcalde fueron puestos por ellos.

5. Y la población entera del departamento elige el gobernador entre los candidatos (2) dados por los diputados ya elegidos por comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o «anclas democráticas», que siguen influyendo y siendo directamente representados porque, de manera directamente ascendente, los candidatos para gobernador fueron puestos por ellos.

Ahí Juan, está la presencia de Colombianos comunes, ricos o menos ricos, sencillos o sabios, subiendo a los siguientes peldaños del gobernar colombiano.

6. Y Juan, como el congreso será conformado por un número mínimo pero adecuado de alcaldes como representantes y gobernadores como senadores, (3 alcaldes por departamento, 96 en total), elegidos por los alcaldes entre todos los alcaldes, y de todos los gobernadores departamentales como senadores (32), las comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o sea, las «anclas democráticas», o sea, el pueblo colombiano influirá y serán directamente representados en la penúltima etapa del poder político colombiano al haber puesto, a través de sus representantes en primera instancia, a los miembros del congreso colombiano.

¿Sí ve, Juan? Ya están en el Congreso los colombianos comunes, ricos o menos ricos, sencillos o sabios.

7. Y, Juan, como los «Alcaldes Representantes» del Congreso eligen entre ellos un 1 candidato para Presidente y los «Gobernadores Senadores» del Congreso eligen entre ellos un 1 candidato para Presidente, y entre el candidato presidencial de alcaldías y el candidato presidencial de gobernaciones se elige entre toda la ciudadanía el Presidente de Colombia, las comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o sea, las «anclas democráticas», o sea, el pueblo colombiano, siguen influyendo y siendo directamente representados en la cima del poder colombiano.

Juan ¿sí ve cómo podríamos llegar usted o yo a la Presidencia de Colombia?

Le aseguro, don Bruno, que haríamos, cualquiera de los dos, un buenísimo trabajo ¿No ha sido así en todo lo de nuestras vidas?

Así y más, Juan. Y de todas maneras usted y yo tendríamos voz en todo lo que se decida para Colombia.

Una gran falla, Juan, que tiene el republicanismo es la financiación de campañas a cambio de preferencias contractuales estatales y favores políticos para los privilegiados que tienen la capacidad de financiar esas campañas, lo cual es una grave corrupción de cualquier forma de gobernar, completamente antidemocrática y completamente aristocrática.

Oiga y verá, Juan…

8. Los proyectos legislativos regionales y nacionales serán llevados a los municipios y departamentos por los «Alcaldes Representantes» y «Gobernadores Senadores» para ser votados en favor o en contra por los concejales y diputados elegidos por comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, y el ciclo se completa y se repite para una democracia totalmente inclusive y sin precedentes.

Así Juan, la política colombiana es creada y aprobada por los colombianos de cada etapa siguiente, a partir de la voluntad original de los colombianos más apartados de manera acumulativa hacia el núcleo de Colombia, y vuelve directamente a la etapa original más apartada para su aprobación final y, en cada etapa, por colombianos conocidos entre sí y por lo tanto plenamente responsables entre sí.”

Y con eso Juan se logra nada menos que:

*Disminución máxima de corrupción democrática.

*Disminución máxima de los dineros de particulares en la política.

*Disminución total de la rosca política, de los favores políticos, del chanchullo, del favoritismo, del gamonalismo y de la compra de votos, todo para el saneamiento de la filosofía democrática.

¿Cómo la ve, Juan?

Don Bruno, cada vez está mejor.

Es que, Juan, le digo, es una propuesta completa, más democrática que cualquier sistema de gobierno que se está usando actualmente en cualquier parte del mundo.

Bueno, Juan, quedan unas cositas importantes más para hablar sobre lo de la «democracia dual colombiana» y lo haremos mañana de vuelta a la finca fría, como le dicen los nietos, bajo el titulo «Brochitas de oro democráticas duales.

Creo que merecemos un buenísimo desayuno don Bruno.

Así es, Juan. Pa’ mi calentao.

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