¿Cómo debería funcionar el poder político colombiano?

¿Amaneció inspirado, Juan?

Pues, don Bruno, inspirado para ser inspirado.

(Risas) qué bien, Juan. Bueno, aprovechemos, porque la luna nueva nos está trayendo bonito tiempo y me voy a ver mi cámara sensitiva a los movimientos que tengo puesta en el bosque a ver qué me muestra de la salud de la fauna y flora nativa.

Muy bien, don Bruno, entonces déjeme decirle lo que pensé anoche sobre su buenísima propuesta de gobernación.

Lo que yo digo, don Bruno, es que la encuesta política colombiana se tiene que originar en los lugares más lejanos a su epicentro y representar directamente a esos territorios. Y, desde lo más lejano el poder político, debe ir subiendo, cada vez con más representantes elegidos por el renglón directamente inferior, sin dobles elecciones que solo dispersan y debilitan el ejercio de la democracia y facilitan su apoderamiento por unos pocos desde arriba.

Sí que está inspirado, Juan.

Así, don Bruno, habrá verdadera democracia representativa de todos los colombianos, con responsables proponentes, encargados por electores que los conocen por pertenecer a su misma comunidad, donde tienen que llegar los resultados de los gobiernos regionales y el gobierno central.

Eh, Juan, mire lo que yo le tengo para que vea cómo pensamos igual. Le leo…

“Democracia dual colombiana”

La savia sube de las raíces hasta las flores del árbol patrio colombiano.

Así…

Elecciones municipales y departamentales

Bloques llamados anclas democráticas, porque en ellos se aferrará la democracia… anclas de la esperanza…como dice el dicho. Estas anclas democráticas de comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios eligen sus concejales municipales y diputados departamentales.

Los elegidos como concejales eligen entre ellos los candidatos para alcaldes (2) y los elegidos como diputados eligen entre ellos los candidatos para gobernadores (2).

La población entera del municipio elige el alcalde entre los candidatos (2) dados por los concejales ya elegidos por comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o anclas democráticas. Y la población entera del departamento elige el gobernador entre los candidatos (2) dados por los diputados ya elegidos por comunidades, veredas, pueblos, comunas y barrios, o anclas democráticas.

Los alcaldes pueden ser reelegidos o aspirar en otro periodo a ser gobernadores, e igualmente los gobernadores a ser reelegidos o aspirar a ser alcaldes. Así sí que empiezo a ver que el pueblo quedaría representado directamente, don Bruno.

Eso es lo que queremos, ¿cierto, Juan?

Sí señor.

Bueno, espere y verá cómo se consolida eso a continuación.

Anclas democráticas: serán de semejantes números de ciudadanos y conformadas por vecindades. Varias veredas o comunidades pueden equivaler en población a un pueblo, varias comunas pueden equivaler en población a un barrio.

Conformación del Congreso

El congreso será conformado de un número mínimo pero adecuado de alcaldes como Representantes, “Alcaldes Representantes” (3 por departamento) y de todos los Gobernadores departamentales como Senadores “Gobernadores Senadores” (32).

Ese número mínimo pero adecuado de Alcaldes Representantes (3 por departamento) se elige entre todos los alcaldes del departamento.

Designación de las anclas democráticas:

Serán designadas por los primeros Alcaldes Representantes y Gobernadores Senadores, como se explica más adelante.

Los Alcaldes Representantes podrán nombrar un alcalde delegado aprobado por los concejales municipales para representar a los alcaldes en sus municipios cuando los asuntos del Congreso no les permiten atender municipio y Congreso simultáneamente.

Los Gobernadores Senadores podrán nombran un gobernador delegado aprobado por los diputados departamentales para representar a los gobernadores en sus departamentos cuando los asuntos del Congreso no les permite atender departamento y Congreso simultáneamente.

Las comunicaciones modernas, tal como se comprobó de sobra durante la pandemia del Coronavirus, permiten realizar gran parte de las operaciones del Congreso.

Dirán que los alcaldes y gobernadores no tendrán tiempo para gobernar además al país, pero pues eso habrá que preguntárselo a ellos. Tenga por seguro que dirán que se organizarán y lo harán con esmero y dedicación y patriotismo.

Y como están las cosas, los congresistas actuales no tienen nada que hacer en el Congreso. Que botadera de tiempo y plata de los colombianos.

Ahí está, Juan, lo que es…

El justo medio entre centralismo y federalismo:

Por lo cual, a través de su historia, tanta sangre se regó por todo Colombia”

¿Cómo lo ve, Juan?

Creo de veras, don Bruno, que no podría ser mejor.

Es que, Juan, lo importante es que los miembros del Congreso estén la mayor parte de su tiempo posible en sus regiones, entre el desenvolver y el giro de Colombia, y no apartados tanto tiempo del país y de la realidad del país en Bogotá, como es el caso actual de Representantes y Senadores.

Enriquecimiento operativo de la administración política regional y nacional de Colombia

Y, Juan, estando los alcaldes y gobernadores en permanente contacto para ejercer, el gobierno nacional les permitirá a todos conocer el estado de las regiones y las opiniones y sugerencias y resultados para sus regiones de todos los gobernantes del país, lo cual enriquecerá enormemente y harán más sofisticadas, informadas y efectivas a todas las administraciones regionales colombianas y, a su vez, ello enriquecerá de manera óptima la administración nacional.

Elección presidencial

Así se debería elegir el Presidente de Colombia, Juan…

Los Alcaldes Representantes del Congreso eligen entre ellos un (1) candidato para presidente.

Los Gobernadores Senadores del Congreso eligen entre ellos un (1) candidato para presidente.

Entre el candidato presidencial de Alcaldes Representantes y el candidato presidencial de Gobernadores Senadores se elige entre toda la ciudadanía el Presidente de Colombia.

Perfecto, don Bruno.

Presidentes colombianos a prueba de falla.

Así, Juan, si un ciudadano quiere ser presidente de Colombia tiene primero que mostrar que lo merece a través de su gestión como alcalde o gobernador.

Cualquier ciudadano puede ser Presidente de la República una vez se haya comprobado merecedor de ello.

Cualquier ciudadano patriota que cree poderle servir a Colombia de manera especial desde la Presidencia, lo podrá hacer una vez se haya demostrado como tal patriota y que sus intenciones son honorables y sus proyectos los más indicados y apropiados para Colombia, habiéndose así hecho elegir o alcalde o gobernador.

¿Cierto, Juan?

¡Vamos volando, don Bruno!

Así, Juan, los alcaldes de los municipios mejor administrados tienen mejores posibilidades de ser Alcaldes Representantes y candidatos presidenciales, y entre mejor hayan hecho sus administraciones, mejores posibilidades de ser Presidentes de Colombia.

Igualmente, así los Gobernadores, que a la vez son todos Gobernadores Senadores, de los departamentos mejor administrados, tienen mejores posibilidades de ser candidatos presidenciales, y entre mejor administrados sus departamentos mejores posibilidades de ser Presidentes de Colombia.

Ahí don Bruno sí que se crea una competitividad viva para ser mejor alcalde o gobernador, y así sí que van a estar administrados los municipios y departamentos de una manera óptima.

Y, Juan, esta etapa de prueba también le asegura a Colombia que nadie llegue de una vez al poder máximo de la nación desde el anonimato y sin experiencia de gobernar, con argumentos que no hayan sido debidamente considerados, debatidos y comprobados por la conciencia universal Colombiana.

Qué bueno, don Bruno, porque actualmente la mano de precandidatos y candidatos que salen de la nada a última hora a echar carreta… con razón se elige tanto presidente que no sirve.

A propósito Juan, acá bien cabe hacer alusión al caso de la presidencia norteamericana de Donald Trump en cuanto a que empezó de la nada con carreta polarizadora y terminó en desastre con la violenta toma del Capitolio por unos extremistas.

Nada más fácil que pase eso en Colombia, don Bruno, pero seguramente mucho peor.

Ay no, Juan, no podemos seguir en ese ciclo vicioso tan destructivo y empobrecedor. Entonces dígame cómo hacemos para que semejante cosa no pase.

Don Bruno, yo realmente me estoy dejando creer que veo una luz entre las tinieblas del gobernar en Colombia y un sendero por donde el pueblo colombiano puede andar bajo su propia dirección hacia un futuro benévolo para todos los colombianos, sin importar de qué clase social son o de cuál región del país, ni de cuándo llegaron a Colombia, ni de que raza son, ni que creencia tienen, ni nada de eso.

Pues si estás sintiendo eso Juan, sin duda vamos por buen camino con el «Debate Colombia».

Amanecerá y veremos Juan.

Muy bien, don Bruno.

Veremos mucho más de todo esto tan bueno Juan.

Espere y verá.

Ojala mañana venga rápido, don Bruno

Mañana, Juan, hablaremos de votaciones y resultados de la democracia dual colombiana y va a quedar fascinado con lo bonito.

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