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Estoy un poco cansado de las quejas constantes de los conductores de Bogotá sobre los huecos en las calles, aduciendo que la ciudad anda en completo caos; que parte de los trancones se deben a los cráteres en las vías, que los carros se dañan, en fin.  Basta ya de ver el lado negativo, oscuro de las situaciones o también como se conoce ver el vaso medio vacío.
Es posible que quienes se quejen constantemente del estado de las vías en la principal ciudad del país que produce el 24% del PIB nacional, no han considerado que estas calles contribuyen a mejorar la calidad de vida de miles de ciudadanos y en particular en mantener altos estándares de  indicadores económicos y sociales. Voy a mencionar algunas evidencias de esta afirmación: 
Huecos_Bogota.jpg1.  Gracias a las pinchadas constantes de las llantas debido a huecos en cualquiera de las avenidas principales, los «montallantas» tienen una demanda permanente de trabajo, así como los talleres y centros de servicio que atienden los daños en suspensiones, ejes y chasis. ¿Cuántos ingresos calcula que puede generarse en estas actividades?

2. Los huecos facilitan el tráfico lento, razón que explica la baja en el índice de accidentalidad en la capital ¿Cuántas vidas no se han salvado?

3. La existencia de huecos tanto en vías principales como en los de barrios, permite la generación de empleo, a través de labores de rellenado de huecos con escombros, piedras y ladrillos. Tarea cumplida por emprendedores urbanos conscientes de las oportunidades que brinda esta metrópoli y del aporte que pueden realizar a la comunidad. ¿Se imaginan cumplida esta tarea por grandes firmas de ingeniería, que  se gastan el dinero de anticipos y finalmente no tapan los huecos?

4. Trochas y vías destruidas incitan al diálogo familiar alrededor de reflexiones políticas y de participación ciudadana, en el tratamiento de temas relacionados sobre el desastre de las administraciones públicas de la capital, la indignación profunda sobre la corrupción, el destino de los impuestos y las inquietudes acerca de por quién se votará en las próximas elecciones.

5. Bogotá es el principal destino turístico del país, por encima de las murallas de Cartagena, las fincas cafeteras del Quindío, Villa de Leyva o el pueblito paisa. Este aumento de turistas extranjeros en los últimos años, no es producto de la atracción y ventajas, atraídos por los cerros orientales, Monserrate, La Candelaria o el Parque de la 93, o por las oportunidades de hacer negocios. Es producto de la seducción por conocer y ante todo experimentar la sensación de transitar por nuestras vías.  
Ahora, ¿cuántos millones de pesos cree que dejan los turistas en la ciudad?, ¿cuántos empleos se han generado gracias al aumento del turismo?
Podría seguir enumerando indefinidamente el aporte a la calidad de vida de las vías deterioradas, trochas y huecos que ‘adornan’ la ciudad, pero considero dejar hasta aquí para traer a colación otro tema recurrente de queja ciudadana: la mala señal o pésimo servicio de operadores de telefonía móvil, en particular de uno de los que dice ser «el de mayor poder de mercado». 
¡Por favor! Quisiera invitar  a las personas que critican que por un momento reflexionen sobre la situación y hagan el ejercicio de ver las situaciones por el lado amable, a ver el vaso medio lleno.  Por ejemplo, el que se nos interrumpan constantemente las llamadas y que las facturas lleguen como si nada, puede causar que algún  día nos indignemos, nos movilicemos y exijamos la prestación de un servicio de calidad, justo y respetuoso. ¿No? 
*Imgen tomada de Diario ADN
Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y Educación
Corporación Colombia Digital

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