Antes de ingresar a esta Corporación para la cual hace un año trabajo, yo era como la mayoría de seres humanos de mi generación y algunos un poco más maduros con respecto a esos temas de la tecnología. Debo confesar que cuando tuve la entrevista de trabajo, me hablaron de las TIC y la verdad, no tenía ni idea qué era eso.
Las actividades normales de mi vida relacionadas con tecnología se limitaban a leer el correo, dominar el Outlook, es decir, agendaba reuniones, rastreaba correos, chateaba por el Messenger y pagaba cuentas por la sucursal virtual del banco, aunque con temor a veces. Hasta ahí, lo que sabía de tecnología era suficiente para mis necesidades, más aún teniendo en cuenta ese gran precepto que me infundieron a lo largo de mi carrera de psicóloga, donde las relaciones humanas, piel a piel, son «lo más importante».
Mi vida sin ser pionera de la tecnología estaba bien, hasta que entré a la Corporación Colombia Digital y poco a poco me metí en este cuento, que hoy puedo hablar con algo más de propiedad del tema, y que además me ha permitido conocer y dimensionar para que sirve esto de la tecnología. Debo aclarar que probablemente algunos de estos aprendizajes pueden no ser muy útiles para expertos o afiebrados de la tecnología, pero si lo son para profesionales de otras áreas a los cuales les interesa aprender un poco más.
Por ejemplo, para mí ha sido útil sin caer en fanatismos son, los múltiples usos que tiene Google. Si usted está trabajando en un documento con un colega y necesitan que otra persona añada información, comentarios o revise, simplemente lo comparte por una herramienta denominada Google Docs. Es decir, usted no tiene que hacer una compleja cadena de correos donde uno le envía al otro, el otro al otro y si el otro se retrasa, el esto también. No, ya no, ustedes y todos pueden trabajar en simultánea.
Otro de los amables usos de los cuales soy aficionada es la herramienta Picassa. Mi mamá vive en Medellín y trae a Bogotá siempre su cámara, pero se le olvida el cable para subir las fotos, o no tiene USB donde pueda grabar lo que alcance a capturar su cámara de las actividades de mi hermosa hija. Yo simplemente subo mis fotos a un álbum virtual y las comparto con ella, así, no se llenan los discos duros de información pesada, tampoco se borran las fotos y todos podemos ver esos buenos momentos que se comparten. Esta herramienta también es utilísima para editar las fotos (Cabe aclarar, edición básica de principiantes).
Una más que me sirve para desahogarme o promocionar los productos de una empresa pequeña que tengo, son los Blogs. Que herramienta tan sencilla, pero a la vez tan útil. Los blogs son como un cuaderno virtual, donde poetas con trabajos inéditos, escritores con opiniones por escribir o personas que simplemente les gusta el arte de las letras o quieren compartir algo con el mundo, pueden poner al aire esta información. Es una herramienta para poder hacer público todo eso que permanecía guardado.
El Skype, es otro de esos productos que a las abuelas de lejos les sirve mucho o a la gente que tiene amigos o familia en otro lugar. Creas una cuenta y te conectas y solo con una cámara, puedes ver a alguien que esté en Cualalumpur. Esto, para los psicólogos reacios a la tecnología puede ayudar por ejemplo en las entrevistas a personas de otras ciudades, sin incurrir en gastos innecesarios.
Hay también otras herramientas un poco más sofisticadas que he ido aprendiendo, pero que no me son muy útiles, porque me parecen más complejas de lo que necesito, pero igual es rico saber de eso, aunque solo descreste a mi abuelito.
La conclusión es simple, la tecnología nos va facilitando cosas del día a día y de acuerdo a lo que cada cual necesite, esta tiene opciones y niveles de complejidad, solo hay que dar un primer paso y tener siempre una premisa básica donde mientras no hunda delete o suprimir , por lo general las cosas no desaparecen.
Ana Cecilia Mejía
Directora administrativa
Corporación Colombia Digital
anamejia@colombiadigital.net
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