En la era de la supuesta mayor variedad y diversidad informativa y opinión, se empiezan a ir del panorama nacional, publicaciones que hacen un periodismo serio, de investigación y de análisis. Este es el caso de la revista Cambio, que para sorpresa de lectores y hasta de su director, los propietarios de dicho medio decidieron «cambiar» la orientación temática y la frecuencia de la publicación aduciendo razones de rentabilidad económica.
Más allá si esto era del todo cierto (conocedores del tema, por el contrario argumentan que estaba la revista pasando por una fase de recuperación económica), es una pena para un país de 44 millones de habitantes contar cada vez menos, con medios informativos que ayuden a la ciudadanía a interpretar y reinterpretar los sucesos del acontecer nacional.
El costo de la independencia informativa es bastante alto y eso lo acaban de comprobar Rodrigo Pardo y María Elvira Samper, directivos de la revista, quienes fueron despedidos debidos a los «cambios» de Cambio. O como meses atrás ocurrió con la periodista Claudia López, quien fue despedida por su postura crítica y divergente respecto a los dueños del periódico para el cual escribía (que resultan siendo los mismos de la revista en mención).
Vaya contradicción más grande hoy en día, entre más medios, gracias las tecnologías de información y comunicación, menos información de calidad, menos opiniones diferentes a la oficial, finalmente menos periodismo. Para ello no más es ver también un poco de los noticieros que producen los canales nacionales para constatar el vacío investigativo e independiente para realizar una nota informativa y «analizar» de forma integral las implicaciones de un determinado suceso en la vida política, económica y social del país.
Es paradójico que mientras las TIC nos abren a los lectores promedios más fuentes de información, entre wikis, blogs y redes sociales, sean esos recursos finalmente los que mantienen la diversidad, ante un panorama desértico de variedad mediática e informativa con una profundización que en muchos casos, no va más allá de nuestra narices y que hasta obvio parece, en un país que en lugar de contenidos «evidentes» requiere desarrollar una postura más crítica y consciente de la realidad. ¿Es esto realmente lo que los medios quieren enseñarles a sus lectores a través de la banalización de temas relevantes que requieren algo más que un párrafo de información?
Por último finalizo mi reflexión, afirmando que hoy más que nunca extraño profundamente a ese ser excepcional, que representaba la antítesis de lo expuesto hasta el momento, capaz de reinterpretar la realidad para hacerla entendible para todos, mordaz, crítico, creativo, brillante: Jaime Garzón. ¡Cuánta falta haces!
Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y educación para el desarrollo social
Corporación Colombia Digital
oswaldo.ospina@colombiadigital.net
www.colombiadigital.net
uribe acabo con cambio, ahora si el senor no deja el poder, aun si hay un presidente electo, que pasara?
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Muy acertada la critica. Pienso que esta falta de diversidad a nivel informativo se debe que los medios de comunicacion han caido en manos de los grandes conglomerados economicos. Estos pretenden obligar a los periodistas a seguir sus lineamientos, que consisten en distorcionar la realidad de tal forma que les conviene a sus intereses. Esto es parte de la llamada globalizacion, que en el fondo pretende conseguir que los grandes poderes economicos consigan el control de los medios de produccion, comunicacion y transporte, convirtiendose de facto en los poderes reales, pues pueden obligar a los politicos de turno a seguir sus lineamientos o a ser expelidos de sus posiciones. El control de los medios de comunicacion es fundamental en esta tarea. De esta manera los conglomerados economicos pueden controlar la opinion por el constante bombardeo de ideas que les favorecen, y borrando lo que no les conviene. Si la globalizacion pudiera conseguir su proposito, podriamos tener un mundo de vuelta a la edad media, donde un grupo de senores feudales eran los que decidian los destinos de sus siervos, debido a que los poderes centrales eran demasiados debiles para ejercer autoridad. Claro en lugar de senores feudale, tendriamos presidentes de companias y mesas directivas. Un escenario de pesadilla sin lugar a dudas.
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