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lot's to do

Hoy se habla de omnicanalidad en el comercio, pero poco se habla de la omnipresencia del consumidor, que es lo que realmente está revolucionando el juego.

Siempre hemos sido omniconsumidores, porque consumimos todo tipo cosas y al mismo tiempo, e incluso tenemos cosas que consumimos en otros momentos, porque nos tocaba esperar para usar ciertas cosas, ya que nos era imposible consumirlas al mismo tiempo: porque no es fácil ponerse dos pantalones a la vez.

El consumidor puede consumir de todo, pero no al mismo tiempo, aunque nunca había logrado estar en diversos lugares al mismo tiempo como ocurre hoy. Mientras está en su cuarto viendo televisión con su pareja, conversando sobre la película que está viendo, está chateando con alguien más y está pendiente de lo que pasa en redes sociales, y puede estar al mismo tiempo en un canal de youtube revisando algo, lo que lo deja en por lo menos 6 espacios al mismo tiempo.

Algunos dicen que cada vez es más complejo saber en dónde está el consumidor, lo que demuestra esa omnipresencia que se ha generado, que solo ha tenido como respuesta un ejercicio de omnicanalidad por parte de las marcas y el comercio, porque por las necesidades de corto plazo, lo que más les interesa en seguir vendiéndole cosas, sin importar en qué punto este el consumidor en ese momento. Incluso, hacemos más cosas al mismo tiempo, porque mientras todo esto pasa, podemos estar esperando un domicilio y calentando algo en el microondas.

La verdad, es que el consumidor no siempre quiere comprar, de hecho casi nunca. Se nos olvida que solo dedicamos el 5% de nuestras vidas a hacer compras, y el 100% de ella, a consumir. Por eso, pensar que las marcas y el comercio deben estar en todos sus momentos de consumo es un gran error, deben estar disponibles para cuando se les busque, no entrometerse en la vida de la gente.

Esta omnipresencia, hace que los momentos de consumo no solo sean multidimensionales, sino multitemporales, lo que muestra la enorme capacidad que tenemos consumidores de hacer muchas cosas al tiempo, y por ende, que las necesidades que tenemos se satisfacen al mismo tiempo, gracias a diferentes espacios, servicios, productos, canales y dimensiones.

Este consumidor omnipresente es el nuevo reto del juego, no solo por saber en dónde está y que necesita, sino en qué momento le debemos hablar, y en esto no solo han fallado las cadenas, sino la publicidad, que al no saber qué hacer, lo invaden continuamente.

Para todos es difícil quedarnos quietos y esperar, pero al parecer, esa será la mejor opción de todas, porque si el consumidor puede estar en todos lados a la vez y al mismo tiempo, debo estar disponible en todas esas instancias, y cuando él quiera.

El mercadeo sigue cambiando, las ventas transformándose, la economía desarrollando nuevas formas de valor agregado, y el consumidor evolucionando continuamente. Debemos entender que el juego es el continuo cambio de reglas, porque las personas piden que las condiciones mejoren continuamente, y pese a esto, nuestra mejor opción es quedarnos quietos para que nos encuentren más fácil. El juego cambio, y la industria, el comercio y a publicidad, perdieron el control, y ahora lo tiene el consumidor y su maravillosa libertad de elegir.

@consumiendo

www.camiloherreramora.com

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