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Isaac Asimov planteaba en el primer libro de la serie Fundación, que el futuro podía ser predicho, pero era fundamental que el común de la gente no lo supiera, para que así se realizaría; pero sin duda los avances de la tecnología y el comportamiento de los consumidores causan que mucho del futuro sea predecible por las grandes masas.

La cadena de suministros y distribución en los sesentas era muy simple. Tomemos como ejemplo la industria disquera, pero bien podríamos tomar cualquier otra industria; la primera etapa de la cadena era la Creación (C), donde los artistas componían y grababan las obras; esta seguida de la etapa de Producción (P) de los Discos, donde las grandes firmas como Universal o Sony producían los acetatos; la siguiente etapa era la de Distribución (D) de los discos a las tiendas, finalizando en las Ventas (V) a los consumidores. Siendo la cadena un sistema CPDV, según las iníciales de las etapas.

En los noventas este esquema cambió: las primeras dos etapas siguieron iguales pero con mucha mejor tecnología y migrando de discos de acetato a discos compactos; pero la tercera etapa ahora era las ventas, ya que las disqueras le vendían las producciones a las cadenas de almacenes o se las dejaban en depósito; y como etapa final eran estas las que las distribuían. Esto causó evidentemente que el cliente principal de las disqueras fueran los almacenes y no los usuarios finales de la música. Siendo la nueva cadena un esquema CPVD, mejorando las utilidades de las disqueras.

A finales del siglo XX, el internet y las nuevas tecnologías como el mp3, el ipod y las comunidades virtuales comenzaron a modificar nuevamente la cadena, pero esta vez de una manera mucho más drástica. La primera etapa es la misma, la creación de los artistas y la grabación; la segunda etapa es la Distribución de la música en plataformas online donde el consumidor puede encontrar lo que quiera, y por ende la tercera etapa son las Ventas; finalmente, la Producción ya no la hacen las disqueras, sino el mismo consumidor, quien almacena diferentes piezas musicales en su computador para transferirlo a dispositivos auditivo o discos compactos. Siendo hoy la cadena un esquema CDVP.

¿Quién habría pensado que sería el consumidor el productor final de su producto de consumo? La primera respuesta sería nadie, pero si miramos con detenimiento el mercado, los modificadores de leche por ejemplo, ya se han adelantado en este proceso. Este análisis de cadena de suministros fue planteado por Mike Fralix de TC2 en Colombiatex en 2008, no para el caso de la música, sino para el caso de vestidos, mostrando que ya existen máquinas que hacen vestidos sobre pedido, solamente seleccionando el modelo en una plataforma online.

Más allá de que este esquema demuestre lo que está pasando en el mercado de la música, y de los libros sin duda, lo que muestra es una nueva oportunidad de negocios en el mundo: la venta de insumos de producción de bienes en casa. Ya la cultura norteamericana ha aceptado el esquema “hágalo usted mismo”, al desembocar la industria de las reparaciones de hogar y de artesanías, que dieron origen a los almacenes como Home Depot, ahora viene una nueva corriente donde no solamente se venderán discos compactos, sino papel en tamaño libro y revista, hilos marca GAP para hacer sacos en casa y seguramente algún tipo de “cerámicas” para que máquinas de tallado en casa las produzcan, y esto no nos debe parecer raro, ya que las impresoras de tercera dimensión ya existen.

Este giro en el esquema tradicional de producción, sin lugar a dudas modificará el mercado en muy pocos años, llevándolo a un esquema de producción en casa, lo cual sin duda tendrá serias repercusiones en empleo en más de un país; y desembocará en serios cambios en el comercio exterior, ya que muchos productos que se importaban pueden ser producidos localmente.

Esto que parece fantasía, no sólo lo hace la industria de la moda (que ya tiene máquinas que producen las piezas de los vestidos con hilos y telas distintos), de la música, de los libros, sino que está siendo usada hace años por los diarios a nivel mundial; simplemente las casas matrices producen los textos e imprimen en diversas prensas por departamentos y logran cubrir rápidamente países como Estados Unidos o Brasil.

Esto nos lleva a un escenario de mercados virtuales tan avanzados que Second Life se quedará atrás fácilmente, y que requieren que tengamos nuevos “electrodomésticos”: tendremos hornos microondas, cafeteras eléctricas, portátiles, redes inalámbricas, impresoras laser, impresoras de ropa, de modelos 3D y seguramente equipos electrónicos de relaciones sociales. Si bien esto suena como a los supersónicos, esta más cerca de lo que pensamos y más vigente de lo que queremos.

@consumiendo

www.camiloherreramora.com

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