¿En qué estrato debe vivir uno?

“¡No es justo!, ¿Nunca ha visto que el recibo de la luz que uno paga, cerca del 20% de la factura son contribuciones a subsidios?”, me dijo uno de ellos, mostrando que las personas de estratos altos pagan una cantidad de contribuciones que subsidian a otras personas.

Anoche estaba en la casa de unos amigos, hablando de la cotidianidades de la vida, y llegó a la conversación el estrato donde vivíamos, porque a ambas familias se nos había pasado por la mente cambiar de casa, porque el colegio de nuestros hijos queda en las afuera de la ciudad, y parecía sensato vivir más cerca del colegio.

“Depende”, le contesté yo, “porque usted decide cuándo quiere pagar, porque nadie lo obliga a usted a vivir en estrato 5”, y allí comenzó la conversación a ponerse buena.

Mi lógica es simple. Uno sabe que vivir en estrato 1 es mucho más barato que vivir en estrato 6, al punto que en servicios públicos el estrato 1 tienen descuentos en tarifas del 50%, los de estrato 2, descuentos del 40%, e incluso los de estrato 3, descuentos de hasta el 15% según la norma (ver link), lo que hace que una familia que viva en estrato 6 pague cerca de $500.000 pesos mensuales por agua, luz, teléfono y gas, y una que viva en estrato 1 pague menos de $150.000 pesos, con los mismos consumos.

Si a este ejemplo le sumamos la diferencia en valor predial, donde en Bogotá, un predio de estratos 1 y 2 está exentos de pagarlo, a menos que el predio valga menos de $99’200.000, donde comienza la tabla del impuesto que va desde 5,5 por mil del valor catastral, hasta 11,3 por mil (ver link); es decir si una persona de clase media, tiene un apartamento de $200 millones, debe pagar el 6,2 por mil, es decir, $1’240.000 pesos, y una persona que viva en estrato 1 o 2, con un predio similar, pero que no valga más de $99 millones, no paga nada.

Estas dos situaciones –la de subsidios a servicios públicos y predial– hacen pensar que la gente por simple sentido común, debería vivir en estratos bajos, donde las tarifas son más bajas y los impuestos son menores; y desde la cifra esto es cierto, porque cerca del 80% de las viviendas se concentra en estratos 1, 2 y 3, como se ve en estos datos del distrito (tomados de un decreto del distrito, lo que significa que esto hoy es diferente):

 

Fuente: Secretaria de Hacienda de Bogotá (Ver Link)

Es decir, que el 10% de la población subsidia al 80% (porque ahí un 10% de manzanas sin clasificar), pese a que la población en pobreza de la ciudad es del 12%, lo que hace pensar que esto tiene que estar mal por algún lado.

Puesto de manera clara, asumiendo unos consumos similares y unas viviendas de más o menos los mismos metros cuadrados, esta podría ser la situación solo para servicios públicos y pagos de predial:

Fuente: estimaciones mías, que no son exactas.

Esto deja ver el escenario. Sin contar con los otros pagos que hacemos los hogares, vivir en estratos bajos, cuesta menos de la mitad, que vivir en estratos medios, y vivir en estratos altos, cuesta casi el doble que en medios. Lo que demuestra que ese 10% de personas que viven en cerca de 4.000 manzanas de 41.000, toman decisiones irracionales o son pendejas.

La norma nunca dice que para vivir en estrato 2 hay que tener un ingreso menor a los 3 millones al mes por hogar o algo así, lo que dice es que su predio sea calificado como tal; por lo tanto una familia de 4 personas, con ingresos de $10 millones de pesos mensuales, puede vivir en ese estrato, siendo beneficiada del subsidio, siempre y cuando el precio comercial de su vivienda no pase los $90 millones.

Entonces, viene la pregunta obvia, ¿por qué carajo la gente es tan pendeja de vivir en estratos altos?, y la respuesta es sencilla: por decisión personal.

Vivir en cualquier estrato tiene dos dimensiones fundamentales: la social y la económica. En la social, es claro que si uno vive en donde están los estratos 1 y 2 vive en zonas que para algunos son consideradas como “inseguras”, lo cual podría tener algo de cierto, pero es claro que no se roba al 50% de la gente todos los días. Desde lo económico, es claro que es más barato vivir en ingresos bajos, pero también es cierto que queda más lejos de centros laborales y que la valorización de esos inmuebles es mucho menor, lo que hace que no sea tan buen negocio vivir allá para algunos, porque su trabajo les quedaría muy lejos y el ahorro que tienen por su propiedad sería mucho menor.

Otra razón, es mostrarse como parte de un “grupo social”, como algunos se dicen de estrato 6, cuando lo único que tienen de ese estrato es la casa donde viven, y eso si la casa es de ellos; y otros viven cómodamente en estrato 2, porque siempre lo han hecho así, y aprovechan las mieles del esfuerzo de otros, de manera muy práctica.

Si la persona nació viviendo en estrato 2, es muy difícil que desee vivir en un estrato más alto, porque las condiciones sociales y culturales donde se crió son muy diferentes a las de estrato 5, por ejemplo: la presencia de tiendas de barrio, los amigos del barrio, los juegos de fútbol en la calle, la poca presencia de edificios y de pago de administración y manejo de propiedades horizontales y otras situaciones, que hacen ese niño que nació hace 30 años en un ingreso bajo, solo quiera salir de su casa, porque la nueva casa le queda más cerca del trabajo o porque se quiere mostrar diferente ante otros.

Lo mismo le pasa al de estrato 5 o 6, que se va a vivir a estrato 4 o 3, porque las condiciones sociales son completamente diferentes, y le estaría diciendo a su familia y amigos “que perdió” algo y por eso cambio su lugar de vivienda, lo cual es muy duro para muchos, y por eso sin importar el enorme esfuerzo que deban hacer, hacen todo para continuar viviendo en el estrato donde siempre han vivido.

Algunos lo hacen por racionalidad y completa lógica, al darse cuenta que se pueden estar ahorrando cerca de $4 millones al año, que lo usan para cualquier otra cosa; $4 millones que pueden ser más, si lo que hicieron fue vender una vivienda en estrato 5 y comprar una en estrato 3, porque seguramente se quedaron sin hipoteca o sin arriendo, y eso les aumentó el ahorro de manera clara.

Ahora bien, si a esto le sumamos, que la gente que tiene más ingreso que el promedio toma la decisión de tener carro, pagar colegios y universidades privadas, y tener medicina prepagada, claramente los números ya son incontrovertibles, porque pasar de pagar $1 millón de pesos por el colegio de un hijo, a pagar menos de $200.000 en un colegio público, se le suma al ahorro cerca de $10 millones de pesos y en sumando todo, podríamos hablar que una persona que vive en estrato 5 o 6, con colegio o universidad privada, carros, apartamento, medicina prepagada y empleada de servicio, tiene un gasto 2 o 4 veces más alto que una persona que vive en estrato 3.

Claramente esto tiene que ver con las condiciones de calidad de vida de las personas y de su capacidad de ingreso. Las personas de ingresos y estratos bajos, deben vivir en condiciones muy bajas de calidad de vida, de servicios de salud, educación, servicios públicos e incluso entretenimiento, porque sus ingresos no les permiten pagar de más para obtener mejores cosas y están sujetos a lo que el estado les puede proveer, que desafortunadamente es de poca calidad, debido al enorme costo que significa ayudar a más del 30% de la población, lo que causa que esas familias tengan una baja posibilidad de mejorar la calidad de vida de sus hijos, pero aun así, son muchos los casos de personas que viviendo en condiciones muy duras, lograron que sus hijos inclusive acabaran la universidad. Estos papás, son héroes sin ninguna duda. Tristemente, mucha gente que no debe vivir en estos estratos lo hace, lo cual es por lo menos descarado.

Los de estratos medios están en un mundo diferente, porque tienen mejor ingreso y si bien sus costos son más altos, no tienen que cargar con el peso de subsidiar a los demás, o lo hacen mucho menos; se conforman con las condiciones urbanas donde viven, y con el dinero que tienen se pueden dar una grata vida, con viajes, vacaciones, entretenimiento, moda y otros gustos que hacen que su vida sea más cómoda; obviamente, esto no quiere decir que sea fácil, porque poder mantener esos pagos, los colegios, las hipotecas y estar en un trabajo que no paga lo que se espera y donde la amenaza de desempleo es constante, es duro y frustrante.

Los de ingresos altos, deben generar mes a mes un alto ingreso para vivir así, asumiendo el pago de los servicios sociales sin usarlos, subsidiando a mucho y pagando por sus cosas por aparte, como en el caso de educación y salud; con esto tienen mejor calidad de vida, pero deben pagar por ella y en la mayoría de los casos esto se hace con fuertes jornadas laborales, donde en muchos casos son dos adultos los que generan ingresos en el hogar, lo que hace que sus familias tengan calidades de vida diferentes, porque los papás están poco tiempo en casa.

Por eso, la decisión del estrato es de cada uno, y si, vivir en estratos altos tiene algo de pendejo desde el punto de vista económico, porque el gasto promedio mensual del hogar puede estar por los $12 millones de pesos, y en estrato 3 cercano a los $5 millones en Bogotá (sin contar el pago de impuestos y créditos).

¿Por qué carajos la gente vive en estratos altos?, es simple: porque muchos nacieron ahí y otros porque lo ven como una meta a lograr; lo curioso, es que muchas personas que vivían en estos estratos, se han salido de la ciudad a vivir en “las afueras”, ahorrándose cerca de $30 millones al año en servicios, impuestos y otros gastos, teniendo viviendas más grandes y con importantes comodidades, asumiendo el costo de tener que volver a la ciudad todos los días y volver tarde a la casa en la noche. Lo que deja ver que no todos son tan “pendejos” y si ven la racionalidad del gasto al tomar su decisión.

La lógica le diría a uno que lo ideal es vivir en una vivienda de estrato 3, pagada o con hipoteca, que quede cerca del trabajo de los que traen la “plática” y con eso se puede vivir bien y ahorrar, y eso es lo que hacen el 28% de los hogares de la ciudad, y donde uno podría decir que cerca del 10% están “locos” con sus decisiones, pero claramente tienen una mejor calidad de vida y más oportunidades para sus hijos, asumiendo el costo de seguir subsidiando al 80% de la ciudad, por tomar la libre decisión de vivir en mejores condiciones que las que el estado provee.

El tema es muy interesante, y deja una buena pregunta abierta: ¿en qué estrato vive usted y en que estrato quiere vivir?

 

Nota al Pie: Este blog se limita solo a Bogotá, porque cada ciudad tiene comportamientos diferentes que deben ser tomados en cuenta; adicionalmente no tiene como objeto ser una fuente ténica, sino un ensayo con números aproximados.

 

Este tipo de reflexiones, sobre los fantasmas de la economía colombiana y por qué no estamos tan mal como creemos, las pueden encontrar en mi libro publicado en 2017:

POBREZA & PREJUICIO

 

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