Hace unos años vi el documental Solar Revolution, el cual presenta los estudios del biofísico Dieter Broers acerca de la gran influencia que el sol tiene sobre la transformación de la humanidad, junto a la apertura del ser humano a nuevos estados mentales, creativos y espirituales.
Este documental, que para ese entonces daba un marco científico muy esclarecedor sobre la profecía maya en el 2012, al día de hoy vuelve a estar presente en mi vida, al ser información que he venido experimentando actualmente en mi propio cuerpo.
En términos generales Solar Revolution explica cómo el sol está incrementando su actividad solar a través de ciertas expulsiones o eyecciones de masa coronal. Estas son nubes gigantes de plasma con una alta carga electromagnética, que al ser expulsadas por el sol producen fuertes ondas que viajan a gran velocidad hacia el planeta Tierra.
Estas ondas o “vientos solares”, al chocar con el campo magnético terrestre, además de causar el fenómeno natural de las auroras boreales, tiene repercusiones de alto impacto sobre el funcionamiento de los sistemas eléctricos, de navegación y de comunicación global.
Así mismo, nuestro cerebro, al estar conectado con esta red electromagnética de la Tierra, se ve afectado de forma inconsciente por estos movimientos. De hecho, varios expertos e investigadores del tema aseguran que estas emanaciones del sol, conocidas como las tormentas solares, son capaces de crear cambios microestructurales en los tejidos cerebrales, y por consecuencia se presentan perturbaciones en los procesos metabólicos del cuerpo, alteraciones en el reloj biológico y en los ritmos circadianos, presiones o dolores de cabeza y cambios repentinos de ánimo, entre otros. (Todos los anteriores los he experimentado últimamente)
Para muchos, los efectos del sol dibujan un panorama apocalíptico que causaría un colapso de los sistemas globales en la Tierra, sin embargo, bajo la postura de Solar Revolution la actividad solar se convierte en un aliado para la transformación y la evolución de la humanidad.
La información del sol está incrementando nuestro campo vibratorio y de resonancia, expandiendo así la percepción y la sensibilidad colectiva de los seres humanos. La Luz recibida en estos procesos literalmente está moviendo las persianas y corriendo los velos, revelando así lo que por muchos años ha estado oculto, y exhibiendo con esplendor nuestros miedos y potenciales. Así mismo, estos campos solares están trayendo nuevos estímulos a nuestro cerebro, ampliando nuestras capacidades creativas e intuitivas y afianzando nuestra conexión con el corazón.
Confieso que física, emocional, mental y espiritualmente he experimentado esta revolución en mí, en especial durante este último año. El cambio ha sido brusco y radical. Sensaciones, pensamientos, miedos e historias muy profundas siguen exponiéndose día a día y de forma sorprendente o aterradora, la Luz no se ha quedado con nada. Pero a su paso agradezco porque he aprendido a relacionarme de forma más amorosa conmigo misma, a gustarme, a creer en mí y a tratarme mejor. A aceptarme con esas sombras que antes no había visto y rendirme ante ese gran poder del sol, que si es capaz de ser fuente de vida en la Tierra, con certeza nos está llevando a la unificación de lo que somos en el amor.
Paola A. León
*** Si quieres conocer más sobre la información que está siendo emanada por el Sol te invito a leer la publicación sobre el Lenguaje de la Luz: https://blogs.eltiempo.com/comunicacion-asemica/2020/04/30/el-lenguaje-de-luz/
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