Tal vez sí, tal vez no, a lo mejor quién sabe…
Prácticamente he vivido toda mi vida en Bogotá. Aquí estudié, me gradué, me hice profesional, construí mi hogar, despedí a mis mayores, hice amigos, malgasté el tiempo, descubrí el cine, me apasioné por la música, me dejé seducir por el arte, mi soledad ganó amigos imaginarios a través de los libros, el fútbol no me fue indiferente hasta que las barras bravas se tomaron las graderías y la mafia los resultados, me emparrandé hasta el amanecer… todo lo anterior y mucho más, bajo la sombra de los cerros tutelares que le imprimen ese toque tan característico a la ciudad.
Y durante todo este tiempo he vivido en diferentes puntos geográficos. En el centro, en el norte, a orilla de los cerros, al occidente… y aunque nunca he sido ‘profesional del volante’, sí he recorrido esta mole de cemento en todos, o bueno, casi todos los medios de transporte posibles: los trolleys (trolebuses) que se varaban cuando se iba la energía o se les desprendían las ‘tirantas’ de las líneas de conducción, los viejos municipales, verdaderas fábricas rodantes de polución, los buses destartalados que prestaban servicio de extremo a extremo y a los que el timbre casi nunca les servía y uno se desgañitaba en chifladas, gritos e improperios para que el conductor parara el armatroste, lo cual hacía casi siempre cinco o seis cuadras más allá del sitio esperado, en taxis nuevos o viejos, con taxímetros adulterados o sin ‘muñeco’, en microbuses que cabían diez y le metían veinte, a pie, en bicicleta…
Me acostumbré a las colas. A las largas colas a las entradas de los cines que ya no existen sino en nuestro imaginario: Olympia, Royal Plaza, Metropol, Cinelandia, Radio City, Riviera y tantos otros, donde siempre los revendedores eran los primeros. Y ni hablar de las que se armaban y se arman en bancos, notarías, clínicas y hospitales, con o sin digiturnos.
He sido víctima del ‘cosquilleo’, el atraco a mano armada, el ‘paseo’ millonario, la burundanga, el robo del celular y la mirada intimidante.
Los metros del Metro
Foto: Alcaldía de Bogotá
Y mientras todo esto ha sucedido y sucede, no dejo de pensar también, en los miles de millones que se han dilapidado en estudios, planos, contratación de entidades externas, viajes al exterior de comisiones encabezadas por algún alto funcionario, gastos de hoteles y representación, para ver y conocer de ‘primera mano’, lo que se ha hecho en otros sitios, para poner en marcha el ‘famoso’ Metro de Bogotá. Que ahora sí. Que va a ser subterráneo. Pero que mejor nos queda si es elevado. Pero que también puede ser mixto con algunos tramos elevados, otros a nivel y otros bajo tierra. Que ese que ya había sido aprobado en la anterior administración, ya no sirve. Que ahora la idea es otra. Y vuelve y juega. Que el trazado ya no va por aquí sino por allá. Que la Caracas va a ser nuevamente digna, pujante y vanguardista. Y más estudios y más planos y más plata invertida y más ríos de tinta en impresos sobre lo que será o no será. Y es que si se juntara toda la plata invertida en todos estos años de estudios y más estudios, Bogotá contaría con varias líneas hace rato.
Finalmente, cuando todo concluya (dicen que todo tiene su final excepto las obras públicas y sus promeseros) y los mandatarios de turno hayan derramado kilómetros de palabras sobre las relucientes vías del nuevo servicio de transporte masivo y cortado la cinta, al cabo de los meses o días, esperemos que el espectáculo actual que presentan las caóticas estaciones de Transmilenio y los articulados con el subir y bajar de vendedores ambulantes, músicos, indigentes, cargas, bicicletas y animales, no invadan también el nuevo orgullo capitalino y que las avenidas donde finalmente se extienda el trazado, no terminen convertidas en enormes cloacas, dormitorios y focos de inseguridad, como sucede ahora mismo en la Caracas o la Décima.
Carrera 10a, calle 24, 7:00 am. Foto: Víctor Ogliastri
Y sin querer atacar lo que aún no existe, les dejo este video aficionado, porque si en Medellín llueve, en Bogotá no va a escampar…
https://www.youtube.com/watch?v=VdMw4S5nuZQ
@culturatotal
Nos podemos remitir a este video que muestra los 12 mejores metros de america latina, mayoria exteriores:
https://www.youtube.com/watch?v=CcyYPQ3q51E
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Terribbel, pero no podemos remitir a los metros de america Latina que en su mayoria son exteriores y son los mejores catalogados de america latina, aqui.. van.https://www.youtube.com/watch?v=CcyYPQ3q51E
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Es posible que Bogotá, nuestra capital no tenga metro debido a la maldita politiquería ramplona de su dirigencia. Desde que la gente le crea a un mísero delincuente como su exalcalde Petro o que los delincuentes morenos sigan imponiendose en cuerpo ajeno en las corporaciones. A veces uno cree que es que Bogotá no se lo merece (el metro) con esos dirigentes y alcaldes que elige. Entre tanto, Antioqueños: Medellín ya necesita otra linea por allá por los altos populares…
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La mayoría de habitantes de Bogotá son culturalmente incrédulos y pesimistas, nos dejamos influenciar fácilmente por políticos populistas. Esa falta de cultura se manifiesta con toda su crudeza en Transmilenio, donde impera la ley de la selva. Es lógico creer que el Metro no será la excepción. Los usuarios son el problema no el sistema.
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Bogotá necesita muchas líneas de metro no solo una: subterráneo o elevado eso es lo de menos, pero desgraciadamente vivimos en un país con pocos recursos económicos, malos y deshonestos gobernantes, fuera de ello nos oponemos a cada solución que se propone, llevamos discutiendo casi cien años y nunca nos pondremos de acuerdo con este tema, estamos condenados a la patria boba es nuestra manera de ser no hay remedio no trabajamos en equipo solo somos buenos para sabotear el trabajo de otros.
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Le contesto al bloquero con un himno bogotano, encapsulando su desesperanza: malo si si, malo si no, ni preguntes…
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……con el Metro de Bogotá la gente se ilusiona mucho pero no pasan de ser promezas….como decía mi abuela la lengua y el papel puede con lo qué le alzen pero de ahí a que sea haga realidad es otra historia.
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Excelente artículo. Mucho mejor, el soporte argumentativo con el video. Necesitamos difundir.
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Primero tendría que vivir en Bosa, para poder disfrutare del Metro, segundo el metro no será una solución de transporte para Bogotá, esta primera etapa, solo movilizará al 5% de la población que usa el transporte público en la ciudad. tercero, igual que todos los metros, la construcción será muy demorada, y cuando termine, estaremos mas insatisfechos que antes de construirlo, porque habrá mas gente usando el sistema de transporte y estaríamos en le punto en que nos vemos hoy.
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Esta información de este tipo de fuentes es genial. Lo que aquí planteado es pertinente Si desean visitar nuestro blog Internet banda ancha bienvenidos sean a ver nuestra info: https://goo.gl/wR46sr
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