Nuestros cómicos

Los espectáculos públicos representan actualmente un papel comparable al que representó en la edad media la religión.

Aldous Huxley

De escándalo en escándalo; como pasando un charco lleno de podredumbre en el cual no queremos meter ni los pies, la opinión pública en Colombia va saltando de uno a otro cada semana. Es allí donde encontramos lo más hilarante, lo más trágico, pasando por lo increíble y lo grotesco. Cada piedra que sobresale de la hediondez permite que nos paremos un momento para hablar de ella en particular. Desde que tengo memoria, este es el mayor espectáculo público: la política.

¡Me adivinaron el tema! Petro y Peñalosa, Peñalosa y Petro. Porque como dijo aquella en su infausta noche esto es «del mismo modo y en el sentido contrario». Estoy convencido de que para ser buen político hay que saber mentir, es tan así que hasta nombre tiene: realpolitik. En el país es más valioso saber endulzar la pastilla, aplicando las viejas tácticas de propaganda y manipulación, para que el dichoso pueblo se coma el cuento que sea mientras el político, como saltimbanqui, casi levita inaprensible y se evade hasta de dar explicaciones. Este es un juego donde lo que se percibe es tan importante como lo real. Entonces cuando algo les es desvelado, pues, está la formula Samper y con variar su «fue a mis espaldas» el asunto se arregla. Para estos dos señores, hoy sus hojas de vida son verdaderas; sin embargo, siempre han sido otros los que abusivamente les han consignado títulos que ellos no tienen.

Y sin que se les corra el maquillaje, cacarean los errores del contrincante cuando los asumen peores que los de sí mismos por el solo hecho de ser de estar en la orilla contraria. ¿Dar razón? Qué va, ellos son políticos y están más allá del bien y del mal siendo otra moral la que les aplica. Así, en lugar de esclarecer, de asumir responsabilidades dado su ejercicio público, el alcalde en funciones se ha limitado a decir que él no ha dicho ser doctor, mientras que el exalcalde ha explicado (?) con estridencia que no ha mentido porque su hoja de vida de dominio público consta los títulos obtenidos. Cierto, pero en parte. «Mi doctorado en nuevas tendencias en administración. Mi doctorado». ¿De qué manera se puede interpretar esto? Petro lo dijo públicamente. No fue otro, es su boca la que articula esas palabras. Punto para Peñalosa que al menos hasta ahora no hay pruebas donde él lo diga en público. ¿Quién fue el primero que lo dijo señor alcalde? Debería denunciarlo por falsedad.

Volviendo al exalcalde. Su asunto se aclara al presentarse enlodado por la persecución de la gran prensa de derecha —la misma que por el mismo motivo denunció a Peñalosa—, por la lucha de clases y por enfrentamientos con todo tipo de poder: el no graduarse de la maestría es culpa de la Javeriana al no dejarlo hacer su tesis. ¿Para qué entonces entrar a estudiar en esa universidad doctor Petro? Tan buen muchacho, con tan buenas calificaciones y simplemente el establecimiento no lo deja. Punto para Petro. Al victimizarse él se hace pueblo, al exponer lo perseguido que ha sido se iguala en penurias y desde allí le queda fácil no dar argumentos y razones en tanto dirigirse a los sentimientos. Así manipula. Como ninguno de los dos da lugar a reconocer fallas y dar explicaciones en tanto revisar objetivamente los argumentos del oponente y valorarlo con justeza, lamentablemente nos quedamos con lo público reducido a apenas una trasnochada lucha de clases cuando debería ir adelante para realmente conseguir las reivindicaciones necesarias desde siempre.

Así el alegato del exalcalde no avanza. Pero claro, no se trata de que los discursos se desarrollen, tal vez no les conviene, se trata de decir lo mismo pero usando nuevos eufemismos los que nos deja parados dentro de este ‘Tongo le dio a Borondongo’ de siempre. El show público de cada semana. Lo más ocurrente de todo es que nos sigan viendo la cara y nosotros sin ser capaces de darles «la patadita de la buena suerte» y entre tanto sí volvernos seguidores. Sin empacho han sostenido diplomas por más de veinte años que cuando salen a la luz la fanaticada responde como cualquier hincha f-urib-undo.

Ve, la próxima semana ¡más cuenta chistes!

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