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Continúa el silencio de parte del gobierno -principalmente el Ministerio de Comercio- respecto de las demandas arbitrales contra Colombia, por parte de al menos 4 inversionistas extranjeros y con pretensiones astronómicas. Y probablemente, no conoceremos la posición de las autoridades con responsabilidades específicas en el tema hasta que ya los procesos estén muy avanzados y la mayoría pueda lavarse las manos, como ocurrió en el litigio con Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia. Es por esto que, movido por mi interés particular en la materia y mis convicciones éticas, continuaré hablando del tema con el fin de ilustrar los efectos que los tratados internacionales de inversión tienen sobre la capacidad del Estado colombiano de tomar decisiones soberanas para proteger el interés público.

El punto de partida es entender la naturaleza de los casos por los cuales nuestro país está siendo demandado. Se trata de situaciones en las cuales diversas autoridades nacionales han tomado decisiones, en virtud de sus funciones legales y constitucionales, que han buscado proteger el interés público de los ciudadanos. Hablamos por ejemplo de la Corte Constitucional declarando que la creación de un parque natural es legal y prohibiendo el desarrollo de la minería en el área protegida, o la Contraloría imponiendo una multa a una empresa privada debido a la operación defectuosa de concesiones o contratos estatales. Son actos que están no sólo investidos por una presunción de legalidad, sino que se encuentran amparados en la soberanía interna del estado. Y en muchas ocasiones, de forma previsible, este tipo de actos públicos tienen efectos en los intereses privados que se encontraban atados a las situaciones y relaciones jurídicas que se ven modificadas. Así pues, si se prohíbe desarrollar la industria extractiva en un área, es lógico que se tienen que anular los títulos mineros que habían sido otorgados con anterioridad -como pasó con las compañías Eco Oro Minerals y Tobie Mining. También, si se impone una multa a una empresa por su no cumplimiento de lo estipulado en un contrato, es esperable que dicha multa afecte su patrimonio económico.

Ningún funcionario público es perfecto, y es posible que en ocasiones los que se ven afectados con dichos actos públicos no estén de acuerdo con los efectos negativos que se les generan. Y un país como Colombia, democrático y sometido al imperio de la ley, les ofrece a aquellos, negativamente impactados, mecanismos judiciales para controvertir dichos actos. Es por esto que existen procedimientos ordinarios, como los de la la jurisdicción contencioso-administrativa, o incluso la acción de tutela, para que se corrijan los eventuales errores o se compensen las acciones lesivas del Estado. En condiciones normales y balanceadas, este sería el espacio donde los conflictos endilgados a Colombia podrían ser resueltos.

Pero en este punto empieza el problema. De un lado, se consideró en su momento que la protección ofrecida a la empresa privada en Colombia no era suficientemente digna para los inversionistas extranjeros, y que por esa razón los flujos de capitales internacionales al país eran pocos. Y del otro, se asumió que la justicia colombiana carecía de credibilidad, y se piensa que los inversionistas extranjeros no podrían contar con un juez eficiente y razonable para resolver las eventuales controversias surgidas con el Estado. ¿La razón? Sigue siendo un misterio por qué les supo tan mal lo que en condiciones ordinarias ofrecía nuestro país. En todo caso, una vez se adoptó un modelo económico neoliberal en Colombia, se insistió en que la única forma de atraer inversión extranjera -y supuestamente acceder a grandes niveles de crecimiento económico- era adoptar una política de firma masiva y sistemática de acuerdos internacionales de inversión con países exportadores de capital como Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, etc. La razón: estos tratados ofrecían un nivel de protección exorbitante, y sacaban las eventuales controversias entre las empresas y el Estado de la órbita de la justicia local, y la ponían en la estratósfera arbitral.

¿Por qué protección exorbitante? Porque estos tratados incorporan una serie de “estándares” que los estados firmantes se comprometen a cumplir en su trato con los inversionistas extranjeros. Esto no tendría nada de raro si dichas obligaciones fueran claras y se acomodaran al derecho interno de los Estados. Infortunadamente, su formulación es vaga y en esa medida, pueden ser interpretados de tal forma que un acto público, legítimo según el derecho interno de un país, puede ser visto como ilegal y lesivo para un tribunal de arbitraje internacional. Es por esto que se señala que la justicia local pierde la capacidad de ejercer sus funciones en la órbita de estos conflictos, sin que se pueda entender el por qué los inversionistas extranjeros son tratados como agentes privilegiados o ciudadanos de mayor estirpe, en relación con los nacionales.

Es más, los tribunales de arbitraje internacional no son permanentes. Contrario a instituciones globales como la Corte Penal Internacional o la Corte Internacional de Justicia, que tienen jueces permanentes y desarrollan líneas de precedente para asegurar consistencia, las cortes que revisan los casos de los inversionistas son ad hoc: es decir, se crean sólo para resolver el caso y no deben guardar ninguna deferencia con decisiones anteriores. Resultado: casos similares fallados de forma opuesta por diferentes tribunales de arbitraje, inseguridad en el desarrollo de jurisprudencia internacional, y normalmente casos perdidos por los Estados. Y esto es así porque quienes son usualmente nombrados como árbitros hacen parte de un selecto club de abogados de firmas que normalmente trabajan para empresas multinacionales. Es como poner al coyote a decidir si el lobo feroz debió o no comerse a Caperucita. Y si no me creen, miren el perfil de Bryan Coleman, el árbitro propuesto por Tobie Mining para su demanda. ¿Será que este señor sí entenderá el contexto colombiano o la necesidad de proteger el medio ambiente? Obviamente Colombia, como parte demandada, puede proponer el suyo, pero a partir de unas listas preestablecidas con miembros del club de árbitros.

Bajo dicho contexto, lo que nos espera ante los tribunales de arbitraje de inversión es incierto. Las condenas, contrario a lo que muchos han dicho estos días, no son improbables. E incluso, en caso de que no prosperen del todo, las sumas solicitadas como compensación son tan altas que cualquier decisión alternativa igual afectaría gravemente la sostenibilidad fiscal de nuestro país, y evidentemente su autoridad soberana dentro del territorio nacional.

Hay que aclarar que el Ministerio de Comercio -y particularmente su Oficina de Inversión Extranjera- es la autoridad que debe asumir la defensa del país en estos pleitos, ya que de igual forma fue quien les dio curso a las negociaciones de los tratados. Incluso, hay que abonar que en los últimos años desarrollaron un protocolo para atender este tipo de controversias. Sin embargo, resulta inadmisible que hasta el momento no se haya dicho nada al respecto, y que el nivel de hermetismo contraste con sus permanentes demostraciones de admiración por este tipo de acuerdos. Es claro que algo debe motivar su convicción de guardar silencio. Podría ser no afectar la imagen del gobierno, que tendría que añadir un sapo más al ya difícil caldo de la paz no firmada en La Habana y la causa perdida en el litigio territorial con Nicaragua. En todo caso la probidad de MinComercio se ve desafida, y no se hace nada para controvertir esta afirmación.

Hay mucho que decir y muy poco espacio para asuntos tan técnicos. Sin embargo, hay que continuar con este proceso de ilustración y cuestionamiento, para que un buen día haya respuesta a lo planteado a lo largo de esta serie de artículos. Seguiremos informando, explicando y preguntando.

Twitter: @desmarcado1982

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PERFIL
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Estudió derecho y a pesar de todo, se creyó el cuento de la justicia social y a eso se dedica. Cuando no está sumergido en la tesis doctoral le interesa la música latina y alternativa, el ciclismo colombiano en el mundo, la historia del más allá y el más acá, y los problemas públicos a nivel urbano y rural.

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Reconocimiento a un melómano que acaba de fallecer y que cultivó la melomanía en miles de clientes. Además. reflexiones en torno a un concierto bastante raro, el de Carlos Santana y la Fania. 

 

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En la noche de ayer, domingo, falleció de un infarto Saúl Álvarez, el fundador de la tienda La Musiteca, ubicada en el paseo comercial de la calle 19 con carrera 8, en Bogotá. Ese local fue el precursor de toda la ola de vendedores de música de la zona. Su negocio estuvo ubicado primero en una de las casetas metálicas que quedaban sobre la calle 19.

 

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Recuerdo que cuando yo era niño, iba casi todos los domingos al mercado de las pulgas que en ese entonces era por la carrera tercera. Y si estaban abiertas las casetas de discos, era el momento de bajar y mirar esas rarezas que a uno de niño lo dejan marcado para siempre.

 

La última vez que estuve, hace no más de dos meses, le compré el disco de Hercules & Love Affair, y el Dig Lazarus Dig!!! de Nick Cave. De paso le eché ojo a la hermosa caja que tenía de los Talking Heads, prometiéndome que un día de estos volvía a la tienda a comprarla... Qué impresión tan tenaz saber que si vuelvo, Saúl ya no va a estar ahí.

 

Hoy me enteré del deceso a través de José Plata, locutor de Radiónica, y luego lo confirmó por Facebook otro coleccionista, Mario Jursich. En su proyecto Musicpimp, Alejandro Marín también recuerda los últimos discos que le compró... ¿Cuáles le compraron ustedes?

 

Vive.in publicó en alguna ocasión una corta reseña de Musiteca, dentro de su guía de lugares interesantes de Bogotá. Allí aparece la imagen de Saúl, sosteniendo una de sus joyas de colección.

 

La pérdida de Saúl Álvarez es un golpe certero en la cultura del melómano que creció haciéndole encargos a este rebuscador consumado. Era demasiado raro que no pudiera conseguir algún encargo caprichoso de esos que a uno se le venían repentimanente a la cabeza.

 

Para quienes estén interesados en acompañarlo en la velación, supe que será a partir de esta tarde en la Funeraria Gaviria de la 13 con 42.

 

Paz en su tumba. Sea momento para despedirlo con una buena canción: 'Phoenix', de Wishbone Ash.

 

 

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¿Qué pasó con la Fania?

 

El pasado concierto conjunto de la Fania All Stars y Carlos Santana estuvo lleno de matices que harán de la noche del jueves 12 de marzo de 2009 una experiencia inolvidable. Sobre todo porque, pese a que fue un gran concierto con más de cinco horas de música, fue también, extrañamente, una gala de confusos errores que dejaron deslucida a una de las agrupaciones más interesantes de la historia de la música popular latina.

 

Empecemos por el final. Empecemos por Carlos Santana... ¡Qué concierto! El tipo le dio gusto a todo el mundo. Para quienes disfrutamos de sus grandes clásicos, no se midió en gastos y tocó 'Oye cómo va', 'Samba pa ti', 'Evil Ways', 'Jingo' y una que me encanta y que no me imaginaba en el repertorio: 'No One To Depend On', que me la canté a grito herido... y en uno de sus "potpurríes", metió 'A Love Supreme', un fragmento de la pieza de jazz de John Coltrane que Santana tocó con John McLaughlin en el disco 'Love Devotion Surrender', en su etapa más experimental y espiritual al 100%... cosa rara, definitivamente. Supongo, específicamente por ese fragmento, que es un concierto diseñado para gustarle también a los fanáticos que extrañan a ese Santana salvaje.

 

 

Yo sentía que me había desconectado de la música del guitarrista mexicano desde hace mucho tiempo, porque no me he sentido nunca identificado con la onda que se produjo del álbum 'Supernatural' para acá. De hecho, su música de los noventa también me parecía muy aburrida. Yo soy seguidor del Santana que comenzó en el 'Live At Fillmore' en 1968 (antes de Woodstock) y que llega al 'Inner Secrets' de 1978; luego le reconozco su importancia por 'Blues for Salvador' (1987) y me encantó el 'Santana Brothers' (1994). Pero de resto, no me gustó nada mas.

 

Y coincido con algunas teorías que dicen que Santana tenía un talento que se desarrolló hasta un punto máximo y ahí comenzó a repetir la fórmula, años tras año. Cuando ya parecía no tener más ideas nuevas, y ya invadido por una espiritualidad acaramelada que alteró su visión musical con una mística de la paz y el amor al extremo, salió con los duetos al estilo 'Supernatural', a promocionar nuevos talentos como la carrera en solitario de Rob Thomas, etc etc etc.

 

Pues bien, quienes nos creemos tan críticos con Santana desfallecimos en el concierto del pasado jueves. Si bien, el guitarrista tiene una sola fórmula para hacer todo lo que hace, lo hace de manera genial. Vale que se repita, vale que se desvíe, vale que no tenga ideas muy novedosas... las que ya tuvo hacen historia.

 

Y ahora trajo consigo a una banda interesante, con dos cantantes de perfiles interesantes, con los que grabó recientemente el álbum 'Multidimensional Warrior', reinterpretando todos sus éxitos. Un espectáculo muy sólido.

 

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Tan sólido, que aún hasta hoy me pregunto por qué los organizadores pensaron que podían integrar los dos espectáculos, el de Santana con el de la Fania... ¡Son completamente diferentes! Y si Santana traía una planificación, es respetable porque tenía ganas de tocar durante tres horas (y por eso llegó a las 12 de la noche tocando). La última vez que estuvo en Colombia, fue espectacular pero fue tratado casi como un artista de apertura frente a Soda Stereo. Esta vez quería vengarse y por eso jugó con el público a "¿Se quieren ir a dormir ya?"...

 

En la foto de la derecha, Ismael Miranda.

 

Si el mánager de Santana fue el que ordenó que sacaran a la Fania del escenario alrededor de las 9:05 p.m., eso sí está muy mal. Especialmente porque la anterior fue posiblemente la última oportunidad de ver a todo este combo de estrellas reunido. Será seguramente el último concierto de Ismael Quintana en Colombia. Y además junto a Cheo Feliciano y Johnny Pacheco, quienes tampoco pueden esconder el peso de los años, y Adalberto Santiago, Ismael 'niño bonito' Miranda y Andy Montañez.

 

Pretendían quienes juntaron a todos estos artistas que se iba a resolver una diferencia histórica en Bogotá, como homenaje al fallecido Ralph Mercado. Creían que Santana se iba a unir a la Fania, posiblemente a tocar 'El ratón' o 'Oye cómo va' en homenaje al hombre que precisamente intentó comprar a Carlos Santana hace más de 30 años, cuando le ofreció un cheque en blanco firmado, como comprando su voluntad. Fue en ese entonces que, como Santana rechazó la jugosa oferta, entonces su hermano Jorge Santana, el 'malo' (por el nombre de su banda, porque es buenísimo guitarrista) aceptó la propuesta y surgió la grabación de 'El ratón' que veíamos en el post de ayer.

 

A las 9:00 p.m. fue el turno de Richie Ray y Bobby Cruz tocando con la Fania. Salieron a tocar el 'Jala jala'. Papo Lucca le dio paso a Richie en los teclados para llegar al sonido bestial. Pero por sonido bestial, todos entendíamos otra cosa: Cada viento iba por su lado, los trombones nunca se entendieron. La voz de Bobby fue sepultada por una interferencia, piano y vientos iban a ritmos distintos, como si no tuvieran retornos. Aldredo de la Fe miraba a sus compañeros descompuesto, como si pudiera arreglar algo en el camino pedregoso hasta la primera nota. Impresionante. Recuerdo a un amigo melómano agarrándose la cabeza, sin entender por qué sonaba todo tan mal. Ninguno de nosotros entendió.

 

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Papo Lucca, Bobby Valentín y Alfredo de la Fe, desconcertados durante el concierto de la Fania.

 

Lo que pasó con la Fania fue vergonzoso. Y fue una culpa compartida, entre quienes forzaron el show y los mismos protagonistas, el grupo: una demorada salida al escenario en la que ni los presentadores del show sabían qué era lo que estaba pasando; partituras extraviadas y instrumentos desencajados, cantantes que aparecieron con la ropa con la que estaban ensayando porque nunca les llegaron los vestidos. Roberto Roena haciendo muecas de que le llevaran algo que nadie entendía bien qué era. Canciones que comenzaban y a los 20 segundos debían detener, porque iban en un tono diferente. En fin, un completo desorden.

 

Si bien cada miembro de la Fania merece todo el respeto que se han ganado a través de la historia, era importante que un concierto de este envergadura estuviera muy bien preparado. Para muchos colombianos, fue el concierto de despedida, y esa no era la imagen adecuada para cerrar.

 

Ojalá vuelvan todos juntos para un concierto exclusivo para ellos. Ojalá que así sea. 

 

Suerte y pulso.

 

 

2

Hace  poco se intentó, por enésima  vez, prohibir el consumo  de(...)

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[caption id="attachment_41" align="aligncenter" width="1242"] Captura de pantalla de YouTube[/caption] La criminalidad(...)

4 Comentarios
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  1. Desde wikileaks:

    *”You and president Obama now support the Colombia Free Trade agreement!
    “The midterms are likely to be brutal, that is for sure. Around the world the financial crises and it’s repercussions are creating problems on the edge of insolvable in the long run. Putting aside the irony of the Colombia Free Trade agreement, the administration has an inadequate plan for long- term innovation and growth — the only real ways to solve the debt. That was the real lesson of 96 to 98 when wjcs plans came to fruition to create a surplus. Thanks again. Take care.” (https://wikileaks.org/clinton-emails/emailid/29983)

    Ellos ven el tema de los tratados de libre comercio como un asunto de seguridad nacional!! https://wikileaks.org/clinton-emails/emailid/5443 — ¿Cuál será nuestra visión?

    *Ejemplo de cómo trabaja diplomacia estaudounidense ante una “expropiación” (https://wikileaks.org/plusd/cables/1974STATE000348_b.html) Aunque el ejemplo es viejo (Cerro de Pasco – Perú – 1974) y algo distinto; en general, se ve cómo esos funcionarios trabajan para proteger intereses de USA, así sea espiando con orejas en todos lados, a través de funcionarios diplomáticos y personas que graban y le reportan todo tipo de información al Departamento de Estado, para adelantarse a las respuestas y saber cómo negociar con otros países, de modo que su poder económico se mantenga o mejore, porque su interés en ese contexto (el económico) es hegemónico y claro: priman sus ciudadanos, sus campesinos, sus empleos, sus empresas, su gasto etc. Yo no sé cómo funciona la diplomacia colombiana, pero leyendo wikileaks me da envidia de USA por la calidad de funcionarios que tienen, siempre buscando lo mejor para su país. Aquí no sé que pasa, pero en realidad no parece que estuvieran al servicio de nuestros intereses. (Por ahí en un wikileaks, criticaban a los europeos por aprender primero de la prensa, y luego de la diplomacia, a la cual refieren como de segunda clase) Les falta convicción para creer en Colombia y nuestro potencial. Obviamente es difícil negociar un acuerdo económico en el terreno internacional por las presiones (más que nada con la deuda externa) pero si no hay forma de minimizar riesgos como este, porque la planificación es difícil y lenta, entonces para qué acordar? La UE por eso está vigilante con el TPP y como tienen más margen de negociación, no se van a dejar meter cualquier cosa. Colombia, en cambio, muy ingenua.

    (https://wikileaks.org/plusd/cables/1974STATE027226_b.html)

  2. anaduenas0527

    hubo un mediocre e innombrable expresidentico que le regalo el país a estos capitales buitre… y algunos lo consideran un mesias. cuando les toque pagar las demandas no le echen el muerto al mediocre de turno…

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