Desde las pasadas elecciones
presidenciales quedó rotundamente confirmado que las firmas encuestadoras no
sirven para medir, valorar o por lo menos aproximarse a realidades concretas
socialmente, siempre y cuando no sea una problemática generalizada y sea, de
cierta forma, mas fácil identificar determinada opinión o posición al respecto.
Sin embargo es claro que las
encuestas no abarcan en su mayoría un número considerable de habitantes y
además de eso es muy relativo los datos que éstas arrojen ya que de por medio
está el sentimiento y las posiciones que tome el encuestador al realizar las
preguntas y además las respuestas que se brinden, donde se colocan por ejemplo
afirmaciones preguntando si se está de acuerdo o no respecto a algo, le
delimitan al encuestado un parámetro sobre el cual debe exclusivamente
responder sin posibilidad de poder tomar postura.
Difícilmente podríamos decir que
las encuestas en Colombia sean falsas, o que arrojan datos falsos o que buscan
intereses estatales o colectivos, pero la verdad es que muchas veces estas no
reflejan la problemática social y lo único que generan es desviar la atención y
lograr determinado status quo que busque proliferar dentro de las principales
esferas sociales y de poder.
Hace poco una de las firmas
encuestadoras más importantes del país, Ipso Napoleón Franco, la cual se
describe en su pagina web como una organización de profesionales de la
investigación apasionada que tiene como objetivo dar voz propia a los
ciudadanos y los consumidores, por lo que la sociedad y el mercado puede tener
una mejor atención de sus necesidades; lo cual podríamos interpretar, que se
busca dar y poner en «boca del pueblo» determinada concepción en particular
respecto a una organización o sujeto determinado; tal firma encuestadora
realizó hace poco con motivo del primer año del gobierno de Santos una gran
encuesta que pregunta por los principales personajes de la «farándula política»
y por las organizaciones de mayor importancia en Colombia, a parte de los
resultados que arroje, que a decir verdad no es que importen mucho, porque como
es posible que la realidad y la problemática de cada región, estrato y grupo
social se vea representada en apenas 1.004 encuestados, si son 46.000.000
millones de habitantes que tiene nuestro territorio nacional con posiciones y
necesidades de diversa índole.
Mas que una crítica a tales firmas
encuestadoras es la invitación a todos aquellos que buscan absolutizar y
radicalizarse respecto de resultados que estas generan, como si fuera lo único y
exclusivo respecto a un tema, sujeto u organización en concreto, para que
indaguen, investiguen y tengan en cuenta que cada uno como colombiano debe lograr
ser capaz de tomar postura y hacer crítica constructiva proponiendo y
debatiendo con argumentos, lo que se logra sin lugar a dudas con educación
buscando ante todo generar conciencia en el ciudadano común.
Porque un país que es capaz de especular y
dejarse llevar por los resultados de las encuestas no es competente para
desarrollar postura crítica y generar opinión con argumentos y no con presiones
externas o a la fuerza.
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