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En épocas de tiempos revolucionados donde no hay
tiempos para negociar, sino para atacar, contraatacar y odiar, la dosis del
amor, un tanto cursi y en vía de extinción para algunos, pero el condimento esencial y emocional utilizado
en tiempos del Imperio Romano, por un gran profeta judío, llamado Jesús, que renovó
y llevó un mensaje de esperanza y de amor a incrédulos y creyentes a quienes,
no solo veía como humanos, sino como hijos de un mismo Dios.