Indudablemente, la pandemia dejó muchísimos aprendizajes y a su vez, ocasionó cambios estructurales en la forma en la que interactuamos los seres humanos, gobernantes y por supuesto, países. Desde el auge de la globalización, en los 80’s, y la creación de la Organización Mundial del Comercio, en 1994 como consecuencia del GATT, el principal instrumento de comunicación entre los Estados es el comercio. Hoy, casi 30 años después, surge una nueva tendencia en el comercio exterior que como país emergente, Colombia debe capitalizar.
El ecommerce fue una de las grandes transiciones que nos dejó la pandemia ¿Quién con acceso a internet, no compró algo por Instagram al emprendimiento de un amigo, o pidió algo por Amazon, Mercado libre o alguna tienda en línea? Seguramente, en las ciudades capitales del país el numero de personas que han hecho uso del ecommerce es muy alto. No es coincidencia que hoy el hombre más rico del mundo sea Jeff Bezos, el CEO de Amazon, y unos puestos después este, Jack Ma, el dueño de Alibaba Group.
Lo mismo ocurre en el comercio exterior. Según forecasts publicados por la consultora Mckinsey & Co, en 5 años el e-commerce ocupará el 35% del comercio mundial. Sin duda, en esta próxima década presenciaremos la transición del contenedor al paquete así como hace cuarenta años el bulto se transformó en contenedor. Frente a las aduanas y controles marítimos, un contenedor tiene treinta datos y a su vez, paquete también, esto facilitará y acelerará la transición, así como lo afirmó Jack Ma, de Alibaba.
Para el caso de Colombia frente a esta nueva tendencia del comercio internacional, el panorama es bastante positivo. Gracias a la intervención de ProColombia y el Ministerio de Comercio, en marzo se expidió el Decreto 278 de 2021 que regula el nuevo régimen de Zonas Francas 4.0. En este se habilitan las Zonas Francas para comercio electrónico, o mejor llamadas e zones. La nueva regulación permite realizar cuatro operaciones de comercio electrónico en zona franca: 1) Fabricación de productos que serán comercializados a través de comercio electrónico local con insumos importados, 2) exportación de contenedores de productos colombianos a Zona Franca; 3) Importación de contenedores y nacionalización a través de impuestos y aranceles en Zona Franca y conversión de paquetes; y 4) Redistribución Internacional. Esto, convierte a Colombia en el país con la mejor regulación de comercio electrónico y sin duda esto será el trampolin para capitalizar el boom de este sector en ésta decada.
Son muchos los beneficios que podemos obtener de esta nueva tendencia, es una gran oportunidad para generar empleo, pues los servicios conexos al comercio electrónico como los data centers y los call centers tienen una alta capacidad de generación de empleo. Otro aspecto en el que como país nos encontramos en la delantera para aprovechar el ecommerce es la infraestructura aeroportuaria. El aeropuerto del Dorado fue el primer aeropuerto de carga de América Latina y hoy en día 1 de cada 4 toneladas movilizadas en la región pasan por El Dorado. Además, tenemos el flete más barato de la región luego de Panamá frente a Estados Unidos. Finalmente, para ciudades como Cali, Medellín y Bucaramanga que no tienen acceso directo al mar, esto respresenta una oportunidad para posicionarse como centros de operaciones de ecommerce a nivel regional.
El gobierno deberá seguir uniendo esfuerzos con el sector privado para seguir completando la regulación faltante concerniente a los elementos cambiarios y la reglamentación del Decreto 278 de 2021. Sin embargo, las oportunidades para reactivar la economía están tendidas sobre la mesa. Si concentramos esfuerzos en esta nueva oportunidad, Colombia será la capital del ecommerce en América Latina.
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