El próximo lunes 26 de agosto me voy de Colombia, pues finalizo mi misión como embajador británico. También me retiraré del Servicio Diplomático Británico y no puedo imaginar una mejor conclusión para mi carrera de 35 años que estos últimos y maravillosos cuatro años en Colombia.
Tuve suerte. Mi tiempo aquí incluyó algunas ocasiones trascendentales: la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, la primera visita de Estado de un presidente colombiano al Reino Unido, la visita del presidente Duque al Reino Unido, una temporada de artes escénicas británicas en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá, y la prominente participación británica en las celebraciones del Bicentenario de Colombia.
Llegué a este país el día en el que el capítulo de la justicia del Acuerdo de Paz fue concluido. Apoyar tanto la negociación como la implementación del acuerdo y colaborar con Colombia en asuntos de seguridad más amplios, han sido temas centrales durante mi tiempo aquí. Sé, por supuesto, que el acuerdo es controversial en Colombia, pero la paz no lo es. También sé cuán difícil puede ser construir la paz, pues en el Reino Unido, tristemente, hemos tenido nuestras propias experiencias de conflicto. Por eso, los británicos nos hemos complacido de compartir con Colombia esa experiencia y las lecciones que hemos aprendido.
Otro tema central de nuestra relación, durante mi tiempo aquí, ha sido la colaboración para proteger el medio ambiente, combatir el cambio climático, promover el desarrollo sostenible y compartir experiencia científica sobre la asombrosa diversidad colombiana. El Reino Unido y Colombia trabajaron estrechamente juntos y en preparación para la histórica conferencia del 2015 en París, en la que los países acordaron reducir sus emisiones de carbono. Ahora, el Reino Unido, en alianza con Italia, está haciendo una oferta para ser anfitrión en el 2020 de lo que será una revisión crítica de aquella conferencia.
Por muchos años, hemos trabajado juntos para combatir la deforestación. Cuando el presidente Duque visitó el Reino Unido en junio, firmamos la Alianza para el Crecimiento Sostenible entre ambos países para ampliar esa colaboración, que tiene el potencial de lograr un impacto global. Bajo esta, también comenzaremos nuevos proyectos de sostenibilidad en energía, infraestructura, finanzas verdes y asociaciones técnicas.
Dicha alianza también me importa personalmente. He visto tanto de la biodiversidad de Colombia, he visitado muchas veces la Amazonía y los llanos, he disfrutado de caminatas fabulosas en los páramos, que sé lo importante que es proteger estos maravillosos ambientes.
Cuando regrese al Reino Unido viviré en un complejo de covivienda con casas de bajo consumo energético, especialmente diseñadas para minimizar la huella de carbono.
Uno de los aspectos más destacados de mi periodo en Colombia fue el lanzamiento de nuestro Fondo de Prosperidad de £25.5 millones de libras esterlinas, lo que es algo nuevo. Por primera vez, tenemos un programa enfocado en aliviar la pobreza de Colombia. Este diseñará proyectos de infraestructura, actualizará la red ferroviaria, mejorará técnicas de agricultura e introducirá adquisiciones transparentes y eficientes, así como otros servicios gubernamentales. Mejorará las vidas de algunos de los más pobres de Colombia que son, sobre todo, mujeres.
También espero que el fondo atraiga más negocios británicos a Colombia, pues tenemos trabajo que hacer en esta área. El Reino Unido es el tercer mayor inversionista extranjero en Colombia, pero nuestra balanza comercial es baja, aunque está creciendo. Al salir de la Unión Europea, estamos buscando con nuevas energías fortalecer nuestra relación comercial con países como Colombia.
Tenemos una nueva Cámara de Comercio Británica (BritCham) para apoyar nuestro comercio bilateral. Hace unos pocos meses, firmamos un acuerdo bilateral con Colombia -y Ecuador y Perú-, para garantizar que nuestro comercio continúe sin interrupciones por Brexit. El enfoque del presidente Duque en la economía naranja coincide exactamente con el liderazgo mundial del Reino Unido en las industrias creativas. No es coincidencia que, en estos, mis últimos días en Colombia, el ministro para la inversión y el enviado comercial del primer ministro del Reino Unido estén aquí de visita.
Me voy de Colombia con muchos recuerdos gratos y con optimismo sobre el futuro del país. Por supuesto que hay desafíos: inseguridad, informalidad económica, un terrible patrón de asesinatos de líderes comunitarios, amenaza de economías ilícitas, insuficiencia de servicios básicos en las partes más remotas del país. Pero este es uno de los países más estables de la región. Colombia es socio de la OTAN, miembro de la OCDE, un país que ha mostrado liderazgo frente a los eventos en Venezuela y ha demostrado al mundo una forma humana y generosa de responder al enorme desafío de la migración. Está avanzando en la reducción de la pobreza y brindando una mejor atención médica y educación a todos sus ciudadanos.
Tengo muchas ganas de volver a mi casa y de pasar a la siguiente etapa de mi vida. Salir de Colombia es tanto un comienzo como un final. Sé que recordaré a menudo y con gran calidez mi tiempo en Colombia: la amistad y la hospitalidad de los colombianos, el maravilloso coro de Vivace con el que he cantado durante los últimos 4 años, el personal colaborador y profesional de la embajada, la fruta tropical, las flores, los pájaros, el chocolate…
Cuando llegué a la embajada, desarrollamos una declaración de nuestra misión: «El Reino Unido y Colombia: aliados históricos trabajando juntos por la paz y la prosperidad». Creo que he cumplido con eso. Y estoy seguro de que continuaremos haciéndolo.
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