A Colombia le falta tristeza, de esa que paraliza ante la perdida de un ser querido. De esa que nos fulmina por un tiempo, cuando ante el vacío, todo se extraña: una voz, un olor, unas mañas, una mirada.
A Colombia le falta desesperanza, esa que se transforma en llanto colectivo, porque cuando las piernas no dan más de tanta lágrima derramada, no queda de otra que apoyarse en el vecino.
Tanta lucha en un tire y afloje que agota a viejos, jóvenes, de izquierda, centro, arriba, abajo o de derecha. Tanta rabia y remordimiento, tanto asco y agresión. De aquí p’allá, de allá p’acá, lo que nos hace falta es parar y echarnos una buena berriada.
Llorar a todos los muertos, sin importar el bando, encontrarnos en nuestros alaridos, para descubrirnos con la mirada borrosa, vernos los ojos rojos e hinchados, honrar su memoria.
A Colombia le hace falta llorar a moco tendido mientras cuenta sus historias. Y pasarnos el pañuelo unos a otros cuando nos demos cuenta de que el dolor de la muerte no mira clase, raza, ideología o religión.
A Colombia le hace falta dejar de tejer futuros con retazos de corrupción, sangre y miseria, y aceptar con resignación todo lo que se ha perdido en tantas décadas de guerra. Aquí no hay Nación, no hay Patria, no hay Democracia, solo mucha división y apatía.
Valdría la pena hundirse un rato en una buena congoja, tocar fondo, regalarse un periodo de duelo para vaciarse de tanta mierda.
Y así, vacíos, limpios de los remordimientos de nuestro presente, que también será pasado trágico, podremos mirarlo con respeto, para reconstruirnos como sociedad.
Para amar nuestra diversidad, con sus logros y embarradas. Para creernos que podemos ser «país» sin necesidad de modelos de otras tierras. Porque en esa Colombia silenciada y olvidada, están muchas de las respuestas, es nuestro nicho de resiliencia.
A mí, que me dejen llorar un rato antes de resistir. Sólo así riego mis semillas que, a su tiempo, brotarán y florecerán.
“La grâce comble, mais elle ne peut entrer que là où il y a un vide pour la recevoir”. Simone Weill
La mayoria en Colombia no queremos gobiernos comunistas, no queremos volvernos Cuba, Nicaragua o Venezuela. Hasta cuando entenderan? No funciona. Los gobiernos comunistas tornan a todo el mundo pobre
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Este es un pais de ignorantes que desconocen la historia, donde nos han gobernado las mismas familias donde la corrupcion nos carcome dia a dia y mas sin embargo nos quedamos callados asi nos toque a nosotros, un pais de conformistas y complices de las atocidades que se cometen.
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No, a Colombia no le hace falta tristeza, ni desesperanza, ni llorar mas, ya es suficiente y lo hemos vivido mucho tiempo para seguir y caer mas hondo, de hecho ya tocamos fondo, lo que si debemos hacer es aprender a decir NO MAS! A respetar nuestros valores y principios y si no tenemos pues crearlos y no aceptar mas lo inaceptable
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Lo que nos falta es dignidad, integridad y respeto. Todo eso nos lo dejamos arrebatar hace mucho tiempo.
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Creo que le falta tristeza a los criminales en las calles y grupos armados para que no masacren a los colombianos….
Ese seria el primer paso
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Antes, mucho antes, es imprescindible que aprendamos a leer.
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Empatía es nuestra mayor carencia.Ponernos en el lugar del otro, especialmente del desplazado, del excluido y marginado. De las víctimas, que al final somos todos como todos somos victimarios por acción u omisión, por mirar para otro lado o por tirarnos al suelo y hacernos los muertos para no decir nada, para no denunciar, para ser cómplices.
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Construir NO destruir. Invitados todo a TRABAJAR por una mejor Colombia. Unidos es mejor. DEJAR el resentimiento a un lado y empezar de nuevo. Asi si.
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Lo que da tristeza es que una izquierda no haya aprovechado todos estos años, para demostrarle al ciudadano que es diferente. Corrupción, mala administración, clientelismo son los males que padece y que no la diferencian de lo que critica. Se propone una opción que en realidad no lo es. Es tan sólo el mismo camino ya transitado demasiadas veces. Es el espejo.
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Sufrimos de una incapacidad enorme de conectarnos con lo
Profundo, es por eso que hemos vivido 50 años sumidos en la violencia rodeados de muerte, porque vivimos anestesiados, tal vez es el mecanismo de supervivencia que elegimos. Nada nos conmueve.
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No entiendo lo que quiso decir. Si es un poema o si es un comentario de algo.
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Mejor lloremos por todos los bandidos que han sido dejados en libertad; por las niñas que fueron violadas y sus violadores ahora son senadores; por las victimas de las farc que ven como sus asesinos reciben un salario que ni los policias y ni los soldados reciben ni recibiran. Lloremos por los secuestrados que nunca regresaron, o por los que regresaron y ven a sus secuestradores ricos con fincas robadas y miles de cabeza de ganado con plata mal habida. Lloremos por los billones (us$17) que se pierden por la corrupcion de los cepedas (su esposa), de los nule y de tanto politico que gozan de impunidad gracias al cartel de la toga. Lloremos por la mermelada repartida entre periodistas, y otros corruptos para hablar bien del acuerdo de paz. Lloremos al ver como Santos se roba el plebicito y firma un acuerdo de paz rechazado por la mayoria de los Colombianos. Y finalmente lloremos de alegria por habernos salvado de Petro con su petulancia, su falta de humildad, su creencia en quitarle al que ha trabajado para darle al que tal vez no. Ñapa: Lloremos por nuestros hemanos Venezolanos, Nicaraguenses y Cubanos, victimas de una izquierda recalcitante, que no suelta el poder por nada, que mata al que sea para mantenerse en el poder.
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No debes llorar sobre la leche derramada. Consejo gratuito para la izquierda. Cualquier movimiento que quiera ser alternativa real de poder en Colombia, lo 1° que tiene que hacer es desafiliarse de esa caterva de delincuentes llamada foro de São Paulo. Lamentablemente Polo, Verdes, Progresistas, farc, eln, etc., todos están metidos en ese mismo costal.
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