Mi mejor amigo va a ser papá y soy yo quien está cagado del susto. Pero es algo leve. Se trata de un pequeño vacío en el pecho, de esos que sientes cuando tu avión va a despegar y de repente escuchas unos ruidos extraños, como si el esqueleto de la aeronave estuviese despertando un domingo después de muchos martinis. ¿Cómo no llenarse de pánico si el vuelo puede estrellarse a mitad de la noche mientras escuchas tu canción favorita? Lo ves a cada rato en los medios, bajas a sacar la basura y cuando subes con el periódico hay una foto en primera plana de otro avión que no aparece.
Lo de mi amigo no tiene nada de grave y dudo que esté en la prensa. Aun así, al enterarme de que su bebé está en camino sentí ese escalofrío de los miedos cotidianos, esos que en un segundo recorren el cuerpo y llegan hasta el tuétano. Es normal, te sientes vulnerable y puede pasarte, me dije. Así es con todo, no sabes cuándo encuentres al amor de tu vida y tampoco el día que un terrorista se sentará a tu lado mientras vuelas de vacaciones a Cancún. Todo puede pasar, unas noches atrás encendí la televisión y vi como unas escaleras eléctricas se tragaron a una mujer en un centro comercial. Ahora no solo me asustan los embarazos, también encender el televisor.
Hay que ver con cuantos miedos cargamos en el día a día. Solo tendríamos que fijarnos en lo que sentimos cuando el cajero se demora en contar el dinero, cuando recibimos las espeluznantes llamadas de los bancos o al conocer las tarifas de los servicios públicos. Llevamos -sin darnos cuenta-, pequeñas angustias cotidianas, es como cuando de niño te prohíben hablar con extraños y luego en tu primer día te dejan solo parado frente a la escuela. A ver cómo te va.
La vida sería más sencilla si todo dejara de asustarnos.
Ilustración: Tina Ovalle
miedos impuestos o adquiridos por este sistema de vida desenfrenado y caotico: por ej: miedo a quedar desempleado, miedo al estar en datacredito, miedo a quedar sin celular… miedo al fracaso… miedo a entrar a un cajero electronico… miedo cuando te llegan las facturas de la luz, el agua…. seria interminable la lista de todos los miedos de cosas que nos pasan a diario.
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Pero y qué pasó con lo del embarazo? Acaso sospecha que el bebé puede ser suyo y no de su amigo? Qué relación tiene Ud. con la mujer de su amigo? Ah? Hummmm? Será que no nos podremos perder la siguiente entrega?
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La verdad es que uno queda aterrado con esas columnas frívolas y sin ningún contenido que le pueda servir a la persona que tenga por costumbre leer el periódico y utilizando palabras ordinarias simplemente para llamar la atención, pues repito la columna no tiene ningún sentido .
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Habiendo tantos sinónimos, porque si algo hay en el idioma español son formas diferentes de expresar las cosas y usted tiene que utilizar palabras tan ordinarias como cagado, que descache.
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Quiere meterme ud. la inseguridad furibista como si fueran miedos ontològicos, no antològicos, contra los cuales no hay que hacer nada.Ese existencialismo deformado y barato tal vez sirva a los periódicos para vender mas y para lubricar esa ideología de masas llena de fetichismos, bobadas y otras yerbas especuladoras con que se envuelve la gente para no ver la realidad, la dolorosa realidad, la que realmente hace saber lo que somos e impone la dinámica de la ejecución ya y no despues.O sea que el cangrejo no tiene razón.
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