![Foto del autor: Juan Manuel Navarro](https://blogs.eltiempo.com/elgeneralista/wp-content/uploads/sites/898/2023/10/Caspar_David_Friedrich_-_Wanderer_above_the_sea_of_fog.jpeg)
¿Qué es más inseguro que no tener candado?
Tener uno chimbo.
En campaña, Jaime Andrés Beltrán le vendió a los bumangueses un candado para acabar con todos los problemas de seguridad.
365 días después, nos dimos cuenta de que el candado del pastor salió chimbo: Jaime Andrés no solo no solucionó el problema de inseguridad, sino que lo empeoró.
En 2024 la tasa de homicidios por habitantes de Bucaramanga triplicó la tasa mundial. Fue, desde luego, la tasa de homicidios más alta en una década.
La violencia intrafamiliar creció dramáticamente: 49,3 %. De seguir ese ritmo, por cada 1 caso que recibió, dejará 5 en solo 3 años.
Los hurtos han caído -aunque a comercios más lento desde su estrategia 55D-, pero los homicidios y la violencia intrafamiliar están disparadas como nunca.
Tabla remitida por la Policía de Bucaramanga ante un derecho de petición que interpuse el 13 de enero de 2025.
Le pregunto ¿Se siente en la Bucaramanga que Jaime Andrés prometió? ¿Se siente más seguro con nuestro Bukele?
Yo, no.
¿Por qué el Bukele colombiano aumentó la inseguridad?
Porque Jaime Andrés es más un showman que un estadista.
Gastó casi 2 mil millones de pesos (1.866.430.153 exactamente) en su plan de medios. ¿Era necesario el aumento en este gasto? ¿Era prioritario para los bumangueses?
Además, está apuntando en el lugar equivocado: Su discurso sobre seguridad se ha centrado en la migración venezolana, cuando -según derecho de petición enviado del 20 de enero de 2025- sólo 5 de cada 100 delitos cometidos en Bucaramanga en 2024 fueron cometidos por ciudadanos venezolanos.
Repuesta de la Policía de Bucaramanga en respuesta a derecho de petición que interpuse el 20 de enero de 2025.
Así mismo, prometió más de lo que podía. Por ejemplo, prometió construir controles a las entradas de Bucaramanga, prometió construir ‘centros de detención transitorios‘, prometió drones, prometió cámaras…
Sumado a lo anterior, está concentrado en defenderse él mismo más que a los bumangueses. El Tribunal Administrativo de Santander anuló su elección. Es entendible que gaste energía y tiempo en defender su puesto, pero con un gobernante distraído quienes pagamos los platos rotos somos nosotros.
La seguridad no es un juego
Cuando tenía 6 años inicié una amistad inesperada.
Vivía en Conucos y estudiaba en ‘San Pedrito’. En el camino, me hice amigo de un niño que pedía limosna, se llamaba Camilo.
Nunca hablamos mucho, se paraba en la esquina de la parroquia del Divino Niño. Yo le compartía mi lonchera porque se ponía muy feliz. Me decía ‘el mono’.
Cuando pasé a bachillerato, y cambié de sede, me quise despedir de Camilo. No pude porque lo mataron. Alguien mató a Camilo, el niño que pedía limosna en la parroquia del Divino Niño.
No se supo quién, no se supo cómo, tampoco fue claro que a alguien le importara la muerte de Camilo.
Por supuesto no fue durante la alcaldía de Jaime Andrés. Mi mensaje con esa historia es que la seguridad no es un juego, la seguridad cobra vidas.
La politiquería volvió la inseguridad un tema superficial. Más recientemente, un sector sediento de poder jugó con la necesidad y se inventó un candado. Un símbolo vacío.
Pero este es un tema mata a nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros padres y nuestros hijos. La inseguridad nos mata a los bumangueses.
Cuando mi mamá camine por San Pío.
Cuando mis tíos caminen por el Gaitán.
Cuando mis primos caminen por San Francisco
Quiero sentirme tranquilo. Quiero saber que no los van a matar ni a robar.
¿Es mucho pedir que no nos maten por querer vivir una vida tranquila y honrada en Bucaramanga?
Yo creo que no.
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