Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en el encuentro Mujeres de éxito, líderes y empresarias, organizado por la Cámara de Comercio del Pacífico. Me invitaron a hablar sobre la experiencia de Canadá en programas de empoderamiento de la mujer. Dado que entre el 3 y 6 de junio, Vancouver será la sede de Women Deliver Conference, la conferencia más grande sobre igualdad de género, salud y derechos de niñas y mujeres, quisiera compartir algunas reflexiones.
En enero de 2018 el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, se dirigió ante grandes figuras de la política, la economía y la sociedad civil en el Foro Económico Mundial de Davos. En su discurso reivindicó la lucha por la igualdad de las mujeres y calificó como totalmente inaceptable el acoso sexual. El énfasis de su discurso no fue una casualidad: la igualdad de género, la cero tolerancia hacia la discriminación y las violencias basadas en género, se encuentran en el corazón de la política doméstica e internacional de Canadá.
Las buenas intenciones requieren no sólo de voluntad política, sino también de recursos económicos para financiar iniciativas que buscan poner el género en el centro de la toma de decisiones del gobierno. Canadá, con voluntad política y recursos financieros, trabaja por los derechos de las mujeres y las niñas, por la reducción de la brecha salarial de género y el aumento de la participación política y económica de las mujeres. A manera de ejemplo, quisiera referirles algunas iniciativas.
Para contribuir con la participación política de las mujeres y de cara a las elecciones regionales de octubre de 2019, nos hemos sumado al Instituto Nacional Demócrata para apoyar la campaña global #NoEsElCosto. A muchas mujeres se les dice que el acoso, las amenazas, el abuso psicológico, la agresión física y sexual son «el costo de hacer política”.
NO.
No hay excusa alguna que justifique ninguna forma de violencia – física, verbal, psicológica – contra las mujeres. #NoEsElCosto tiene como tema central visibilizar y disminuir la violencia política contra las mujeres, haciendo un llamado a la acción por parte de los diferentes actores de la sociedad. Me alegra comprobar que las posiciones discriminatorias que denigran el rol de la mujer en la política son unánimemente rechazadas por distintos sectores de la sociedad colombiana.
Hoy 31 de mayo lanzamos la campaña en Cali, el cual será seguido de otros lanzamientos. Les invito a sumarse. Necesitamos más mujeres en política, que refresquen y alimenten el debate político con ideas nuevas y distintas.
Para promover la participación económica de las mujeres en Canadá, implementamos distintos programas, que quisiera referir a continuación para que los conozcan y despierten a su vez nuevas ideas.
La Estrategia de Emprendimiento de Mujeres (en inglés, Women Entrepreneurship Strategy) es un plan que busca ayudar a las mujeres a hacer crecer sus negocios a través del acceso a financiamiento, talento, redes y experiencia, así como el Programa de Inversiones de Mujeres en el Comercio (Women in Trade Investments Program), un nuevo programa de Export Development Canada (EDC) por $50 millones para proporcionar capital social específicamente destinado a ayudar a las empresarias canadienses.
Las empresas propiedad de mujeres ayudan a impulsar la economía canadiense y representan más de $150 mil millones de actividad económica en Canadá; en 2016, las empresas propiedad de mujeres empleaban a más de 1.5 millones de canadienses. Sin embargo, las mujeres son propietarias del 16% de todas las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en Canadá y solo el 11% de éstas son activas fuera de Canadá. Lo anterior se traduce en que solo el 2% de las Pymes en Canadá son tanto exportadores como dirigidas por mujeres.
De ahí la importancia de estos programas que buscan preparar a las microempresas de mujeres para los negocios internacionales y garantizar que todos los canadienses tengan las mismas oportunidades. Según el McKinsey Global Institute, al tomar medidas para promover la igualdad para las mujeres, tales como emplear más mujeres en tecnología y aumentar su participación en la fuerza laboral, Canadá podría agregar $150 mil millones a su PIB en 2026.
Buscamos incorporar más consideraciones de género en nuestros Tratados de Libre Comercio. Por ejemplo, Canadá incluyó capítulos de Comercio y Género en sus acuerdos actualizados con Chile e Israel. Canadá también está tratando de incluir un capítulo de Comercio y Género en las negociaciones en curso con la Alianza del Pacífico y Mercosur.
Finalmente cabe mencionar el Fondo de riesgo para mujeres en tecnología del Banco de Desarrollo de Canadá (BDC Capital’s Women in Technology Venture Fund), que acaba de completar su primer año de inversiones y que al haberse triplicado a $ 200 millones, lo convierte en el mayor fondo de riesgo de su tipo. El Fondo busca apoyar a mujeres líderes en tecnología y en empresas. El Banco ha revisado más de 1.000 compañías de tecnología dirigidas por mujeres, señal que la participación de las mujeres en tecnología e innovación está creciendo en Canadá.
Nuestros esfuerzos no son sólo domésticos.
Nuestra Política Feminista de Asistencia Internacional (Canada’s Feminist International Assistance Policy), lanzada en junio de 2017, se centra en la igualdad de género y en el empoderamiento de las mujeres y las niñas como la forma más eficaz de reducir la pobreza y crear un mundo más inclusivo, pacífico y próspero. Una de las seis áreas de acción de la Política titulada «Crecimiento que funciona para todos» se centra en mejorar las oportunidades económicas y en promover los derechos económicos de las mujeres. Es bajo esta política feminista que implementamos nuestro programa de cooperación en Colombia.
Estos son tan solo unos ejemplos de iniciativas que se adelantan en Canadá. Esperamos que Women Deliver Conference en Vancouver nos deje muchos más ejemplos, lecciones y referentes sobre cómo continuar avanzando hacia la igualdad de género, superando los desafíos y las brechas que persisten.
A nivel regional, ejemplos como una noticia que leí recientemente son alentadores: el ministerio de la Mujer y Equidad de Género de Chile, junto con 14 firmas de head hunters, produjo un documento con mujeres destacadas con el objetivo de que «ya no hayan excusas» para no diversificar los altos cargos del sector privado.
En la presentación de la iniciativa, la Ministra Isabel Plá explicó: «cuando nos dicen que no hay mujeres disponibles para altos cargos directivos, nosotros estamos poniendo las condiciones para responder que sí las hay y que reúnen todas las condiciones que se exigen».
De esta forma se demuestra que con evidencias y datos se desmontan prejuicios y tradiciones excluyentes. Y seguiremos comprobando que cuando las mujeres tienen éxito, todos tenemos éxito.
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