La tradición religiosa de la ciudadanía colombiana ha llevado a que la división entre el Estado y las iglesias sea más de papel que real. Pero el impresentable accionar de algunos líderes religiosos durante la campaña del plebiscito por la paz abre nuevamente el debate frente a cuáles deben ser los límites de las iglesias en la política.
Durante la cruzada por el plebiscito, pocos actores políticos y sociales fueron tan determinantes como las iglesias para la reproducción de argumentos mentirosos contra el acuerdo de paz, y para que los ciudadanos los asumieran como una realidad inminente. Para solo citar un ejemplo, el líder cristiano y excandidato a la alcaldía de Bogotá Ricardo Arias, sostuvo que el Movimiento Libres, de clara orientación cristiana, votaría por el ‘No’ en el plebiscito pues consideraba que el Gobierno había incluido la imposición de ese fantasma inexistente denominado ‘ideología de género’. Vaya uno a saber qué es eso.
Pero Arias reconoció que la decisión de algunas de las iglesias de ir por el ‘No’ en el plebiscito obedecía a un contexto puntual: la polémica por las cartillas de educación sexual entregadas en los colegios por el Ministerio de Educación, llevando a que los sectores más conservadores pusieran de moda el concepto de la ‘ideología de género’, que debe permanecer entre comillas pues su relevancia académica es nula. Y sin pena alguna, cientos de líderes cristianos a lo largo y ancho del país se atrevieron a asegurarle a sus devotos que en lo acuerdos de paz estaba incluida su imposición, poniendo en riesgo el orden natural de las familias.
Sobra anotar que cualquier persona que hubiera leído los acuerdos entendería de inmediato que semejante fantasma no tenía ni pies ni cabeza. Pero eso poco le importaba a los líderes religiosos, pues su palabra siempre ha generado confianza absoluta entre los creyentes. La demanda de los jerarcas cristianos era clara y amenazante. A menos de que rodara la cabeza de Gina Parody, promotora del respeto a la diversidad sexual, pondrían a todos sus fieles a votar masivamente por el ‘No’. Política pura y dura disfrazada de religión.
Fueron varios cientos de miles los votos que la maquiavélica resolución de algunos líderes religiosos, motivados por el exprocurador Ordóñez, contribuyeron a la derrota del sí en el plebiscito. El ya mencionado Arias, por ejemplo, había demostrado en las elecciones de octubre del 2015 el sorprendente apoyo de 90 mil votantes, mayoritariamente provenientes de sectores cristianos, aún sin asistir a los debates más importantes. Cualquier partido político colombiano quisiera movilizar la cantidad de votantes que las iglesias cristianas son capaces de convocar.
Pero no debe olvidarse que la condición histórica con la que las iglesias han mantenido sus exenciones tributarias, por medio del más intenso lobby, ha sido muy sencilla: mantenerse al margen de los temas políticos. Esa transacción garante de independencia entre religión y política ha llevado a una especie de pacto de no agresión en la mayoría de estados laicos del mundo, en donde cada cual reconoce sus límites. Pero si las iglesias se convierten en partidos políticos capaces de ofrecer sus votos al mejor postor, evidentemente las reglas de juego deben cambiar.
Y queda abierta la pregunta: ¿cuál debe ser la sanción social contra las iglesias que adoptaron la forma de partido político y que conspiraron contra la paz por medio de un engaño con cálculos electorales?
Twitter: @fernandoposada_
Estas iglesias resultaron peor que el opio para el pueblo…
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Tengo entendido que el Dr.Arias se congrega en Casa sobre la roca que preside el pastor Dario Silva,quien siempre se pronuncio por el SI,entonces creo que se obro siempre en votar a conciencia y no por imposicion.
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Los integrantes de las iglesias llamense como sean son todos personas naturales y así mismo tienen derechos y deberes como reza la constitución colombiana , no veo porqué no pueden involucrarse en la política y votar por quien mejor le parezca .Si hubieran votado por el Si, no estuvieran rasgandose las vestiduras , así que dejemos a un lado la doble moral y aunemos esfuerzos porque la paz real se dé que eso es en ultimas lo que todos los colombianos anhelamos.
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Y porque usted voto por el SI, cree que hay que sancionar a quien voto por el no? , porque es tan dificil encontrar gente educada que respete el pensamiento del otro
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Las iglesias que predican la doctrina Cristian, llámense como quieran están en la obligación de impartir cultura, moral,filosofía, ética y enseñar normas de convivencia ciudada, dentro estas está la política para que todos decidan su forma de gobirno.
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la sanción a las Iglesias que intervinieron en política con admoniciones no solo negativas para el País sino mentirosas, solo puede ser una: cancelarles el permiso o licencia como Estructuras religiosas. Colombia es un País Constitucionalmente Laico. Las iglesias, ninguna de ellas, es Religión Oficial del Estado Colombiano y no deben ni pueden intervenir en asuntos políticos.
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No entiendo el argumento del blog; el hombre es un animal político, es decir su pensamiento, creencias, deseos, anhelos, miedos, etc. forman parte de su postura política. Cosa distinta que el Estado como institución conserve una naturaleza laica, precisamente para no parcializarse y velar por la libertad de todos los miembros de la comunidad, sea cual sea su credo.
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No leeen, porque ya tienen la verdad. Creen la pies juntillas lo que dice el pastor. Son manejados emocionalmente y llevados como borregos al sufragio. Son una amenaza para la preservación de una sociedad laica gracias a la cual ellos mismos obtuvieron derechos.
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Si usted como periodista esta sembrando paz esta en todo su derecho. Lo que no eta bien es calificar al oponente como borrego que va al matadero sin ningún razonamiento y ademas amenazarlo con ponerle impuestos por defender sus derechos.
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El escritor ignora que la política es eso: política, el cómo yo debo direccionar la administración de una sociedad con base a la cosmovisión de esa sociedad, en este orden, hablar de separar la política de la religión, es como querer separar las matemáticas de la ingeniería, siendo que la segunda es un medio para aplicar la primera.
El argumento del «estado laico» no es más que un sofisma para sostener la idea de que el estado debe ser ateo, materialista, empírico. Me parece de ínfulas el hablar de una «sanción» para lo que fue la decisión democrática, o sea, un paso más y pasamos a una monarquía, donde la palabra del rey, digo, del presidente, digo de este escritor es la verdad absoluta y cualquier aversión debe ser castigada.
Que hubo mentiras en las campañas, es otro tema, pero que el señor escritor quiera usar el laicismo, que por cierto es la limitación que tiene el estado para determinar las creencias religiosas de las personas; como un caballo de troya para imponer su ateísmo/materialismo: «las personas no deben determinar como quieren ser gobernadas con base a su cosmovisión (religiosa) de la vida».
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De manera lamentable para usted las personas no son cajas con compartimentos que separen lo político de lo religioso o de lo ético. La gente es una mezcla de todo y para tomar sus decisiones oyen las opiniones de su entorno. Adicionalmente tiene usted una imagen realmente borreguil de las personas, ese desprecio por los que piensan distinto y esa soberbia intelectualoide es lo que en muchos casos ha generado rechazo de gran parte de los colombianos que no se sienten identificados por las verdades inefables de los negociadores, las ONG, los funcionarios de gobierno y un largo etc.
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Es muy triste pero es la realidad. Politizaron el cristianismo sólo para acomodar sus intereses.
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Usted está equivocado con sus apreciaciones de las iglesias. Independiente de la ideología, votar NO. en el plebiscito salvó al país del peor descalabro de la democracia y eso no es correcto?
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