¿Cómo producir empleos y emprendimiento bajo el lema de la ”Green Economy”?
Como bien lo dijo alguna vez Aristóteles, “una economía que solo aspira al beneficio financiero, es antinatural”. Recientes informes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), aseguran que ha llegado la hora de enverdecer nuestra economía mundial. La rentabilidad socio-ambiental resulta imprescindible a la hora de hablar de Resiliencia económica y nos demuestra como el conocimiento y desarrollo local, pueden llegar a ser un pilar fundamental en busca de la equidad global.
La dicotomía entre desarrollo, sociedad y ambiente es falsa ya que sin planeta no hay economía que valga (Al Gore). Dicho de otra forma, el crecimiento económico debe ir a la par de objetivos ambientales mundiales. Desde los años 70 aproximadamente, se vienen entablando discusiones con las máximas potencias económicas de todo el planeta, para reducir esta brecha enorme entre el desarrollo económico y la protección ambiental, ya que de acuerdo a múltiples estudios (ambientales, sociales y financieros), se ha demostrado que existe una relación muy estrecha entre objetivos económicos, pobreza y destrucción ambiental.
Nuestro sistema económico mundial está “satanizado” por la explosión impulsiva de recursos naturales, causando gravísimos problemas a las sociedades actuales y futuras, corriendo el riesgo de poner en peligro la sostenibilidad de los recursos que ofrece el planeta. Para aminorar estos efectos negativos sobre nuestro planeta -y a la larga, sobre nuestra economía-, el PNUMA lanza el término de “Economía Verde”, el cual se entiende como: “un sistema de actividades económicas relacionadas con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que resulta en mejoras del bienestar humano en el largo plazo, sin, al mismo tiempo, exponer a las generaciones futuras a riesgos ambientales y escasez ecológicas significativas”.
A pesar de que esta terminología no es nada nueva, pues ya data del 1989, actualmente se “relanza” esta propuesta para dar cabida a espacios más eficientes e innovadores y así, de esta forma, poner en marcha proyectos de carácter local, nacional e internacional. Por esta razón vemos cada vez con mayor frecuencia, iniciativas importantes por parte de algunas naciones del mundo, replanteando sus sistemas económicos y políticos para orientarse primordialmente en mayores beneficios dirigidos hacia la reinterpretación de las sociedades (incluyendo las funciones de las ciudades) y la conservación de los recursos naturales. La urgencia de tomar cartas en el asunto se va haciendo cada vez más apremiante, ya que los desafíos ecológicos que presenta nuestro planeta actualmente no dan tregua, son insostenibles y serán ingobernables dentro de poco.
Para realizar la transición a una economía verde se requieren de una serie de circunstancias favorables específicas, las cuales consisten en normativas, políticas, subsidios e incentivos nacionales, así como el mercado internacional, la infraestructura jurídica y los protocolos comerciales y de ayuda. En la actualidad, las condiciones son notablemente propicias para la economía marrón (referente a contaminación) prevaleciente, la cual, inter alia, depende excesivamente de la energía procedente de los combustibles fósiles.
Por ejemplo, los subsidios a los precios y a la producción de los combustibles fósiles superaron los 650 mil millones de dólares en 20086, y este elevado grado de financiación pública puede afectar negativamente la transición hacia el uso de energías renovables. Si, por el contrario, las condiciones fueran favorables a una economía verde, se prepararía el terreno para que las inversiones públicas y privadas pudieran enverdecer las economías del mundo (PNUMA).
La economía verde no favorece a una u otra corriente política, ya que es pertinente para todas las economías, tanto las controladas por el Estado como las de mercado. Tampoco pretende ocupar el lugar del desarrollo sostenible (PNUMA). Más bien, es una forma de alcanzar dicho desarrollo a nivel nacional, regional y mundial, estando en consonancia e incluso ampliando la aplicación del Programa 21 (el cual promueve el desarrollo sostenible a nivel local).
Emprendimiento verde:
Uno de los principales objetivos de la economía verde es el de conseguir un sistema económico sostenible, o dicho de otra forma, lograr la equidad intergeneracional. A raíz de esto en los últimos años, han surgido innumerables maneras de convertir a la economía en una especie de aliada (y no una rival) de los recursos naturales y los ecosistemas. Una de estas alternativas (que más llama mi atención) es el del “emprendimiento verde”, el cual ha tomado muchísimo auge para crear oportunidades de negocio y desarrollo personal y/o profesional, así como también de fortalecer un empleo sostenible en el tiempo.
Promover la sostenibilidad en las empresas y crear empresas ambientalmente responsables, es uno de los principales pilares donde se sustenta el origen del emprendimiento verde. Fomentar la sostenibilidad empresarial es sin lugar a dudas, sostener el éxito y crecimiento de la empresa en el tiempo de manera equilibrada para con el planeta.
Actualmente, el sector ambiental ofrece grandes oportunidades de negocio, ya que a nivel mundial existen estatutos legales y jurídicos capaces de mejorar iniciativas eco-amigables en las empresas. De igual forma, tener una filosofía ambientalmente responsable en las empresas o emprendimientos que desarrollemos, fortalecerá -indirectamente- a nuestros gobiernos para la toma de conciencia y voluntad política respecto a temas de protección y conservación ambiental.
Acá les comparto una interesante guía para tener el conocimiento necesario de como emprender verdemente. Que la disfruten y le saquen el mejor provecho!
Empleos verdes:
La búsqueda de empleos decentes en un mundo sostenible y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, se complementa con la complejidad y la relevancia política de los desafíos ambientales actuales. Por tal razón, no es de extrañarse que la creación de empleos verdes se incrementara en los siguientes decenios. Las energías renovables, los mecanismos de adaptación y mitigación al cambio climático, la educación ambiental, entre otros, serán los puntos clave para el auge de los empleos verdes.
Una transición global a una economía sostenible con bajas emisiones de carbono puede crear muchos empleos verdes en varios sectores económicos y convertirse en un motor para el desarrollo. La creación de empleos verdes se está dando lugar en países desarrollados y en algunos países en vías de desarrollo (PNUMA).
Ya para finalizar, les quisiera compartir de igual forma, este informe muy interesante sobre los empleos verdes para fortalecer el desarrollo sostenible. Aunque en el mismo, se trate directamente el caso español, mucha de la información que transmite este documento es válida para la región latinoamericana.
«Business cannot succeed in a planet that fails»
Andrew Winston
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