Ante la inminente caída de los precios globales del petróleo, es inevitable reflexionar y preguntarse ¿por qué no invertir en renovables?, ¿por qué no aprovechar este bajón para acelerar la transformación energética que el mundo necesita?.
Ya está más que sabido que si la economía baja en carbono se da, generaría unos 60 millones de nuevos empleos en las próximas dos décadas, reduciría el impacto nefasto del cambio climático y las sociedades del mundo podrían innovar en ciencia, tecnología y energías limpias que promuevan calidad de vida y calidad ambiental.
La última ronda de negociaciones climáticas en Ginebra, fue dedicado al financiamiento y a la adaptación, temas claves en la desaceleración del carbono y por consiguiente del petróleo. Ginebra está gestando en estos momentos el futuro del planeta (¡y muchos ni siquiera sin saberlo!). Durante estas negociaciones se está discutiendo sobre la importancia fundamental del nuevo documento climático para camino a Paris 2015 y un punto bastante delicado desde siempre, ha sido el tema del financiamiento climático: la descarbonizacion de las ciudades y la promoción de las renovables.
Aunque el precio del carbono es un reto para la lucha climática, no es el único aspecto vital de esto, puesto que convergen factores financieros importantes como por ejemplo: de donde vienen los recursos, a donde se destinan, como se organizan y quienes son los encargados de los mismos.
Durante la COP-20 tuve el privilegio de participar durante un evento especial sobre Financiamiento Climático en Latinoamérica, y debo admitir que a pesar del desafío que conlleva tratar este tema y en una región tan desigual como lo es América Latina; los avances al respecto son realmente importantes y llenan de esperanza y objetivos claramente sostenibles.
Los países en desarrollo pueden hacer frente al cambio climático, solo si se trata una buena estrategia de financiamiento sostenible en el tiempo y que contribuyan a un desarrollo bajo en emisiones de carbono. El día de hoy -hora Ginebra-, fue lanzado el texto alusivo a financiamiento climático (link para ver el documento en inglés) y algunos de los comentarios más resaltantes son:
- El G-77 más China, apoyado por el grupo africano, sugirió que el acuerdo se disponga en grupos temáticos, entre ellos: escala de los recursos, evaluación y revisión, y fuentes de financiamiento. El G-77 más China propuso que el mecanismo financiero de la Convención sirva al acuerdo de 2015 junto con las entidades financieras del Protocolo de Kioto, teniendo al Fondo Verde para el Clima (GCF, en inglés) como la principal entidad de funcionamiento. Hizo un llamado para fortalecer el GCF mediante recursos previsibles y reposiciones periódica
- La Unión Europea propuso que todos los países, de manera individual y colectiva, movilicen financiamiento climático bajo el liderazgo de los países desarrollados.
- Ecuador, en nombre del Grupo de Afinidad de Países en Desarrollo (LMDC, en inglés) expresó que los países desarrollados deben proporcionar información sobre sus contribuciones financieras y los países en desarrollo sobre sus necesidades.
- Chile, en nombre de AILAC, sugirió un nuevo principio rector para que todas las inversiones se conviertan en bajas en emisiones y resilientes a los impactos del cambio climático bajo el contexto de las meta de mitigación.
- Bolivia, en nombre del ALBA, sugirió establecer un “mecanismo de desarrollo sostenible y resiliente al cambio climático”. (Fuente: Conexión COP)
No quiero despedirme, sin antes compartirle algunos enlaces que creo son útiles para entender los despilfarros petroleros y la importancia de las renovables en el mundo:
-Inversiones mundiales en energías renovables en 2014 sumaron 310.000 millones (link)
-Cinco países latinoamericanos a seguir en el tema de renovables este 2015 (link)
-Las renovables, estúpidos, las renovables (link)
-Alza de precio del petróleo tomara algún tiempo (link)
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