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Nada en la política moderna escapa a esta lógica implacable: o ESPERANZA o MIEDO. Lo esencial es que eso – excelente o espantoso – no sea para hoy. Lo esencial, explica el ensayista Gabriel Albiac, es que uno escoja movido por alguno de los dos sentimientos y entregue su voluntad y su criterio – el voto – al candidato que tendrá el poder de administrar nuestro futuro. Uno no hace nada. Sólo escoger y esperar. Como en la ruleta de un Casino….
 
Qué curioso, ¿verdad?
 
Desde los griegos no hay democracia en el mundo que escape a ese axioma: MIEDO o ESPERANZA. Ha pasado hace poco en Estados Unidos entre la esperanza de cambio que inspiraba Obama y el miedo o zozobra hacia el terrorismo que generaba McCain.
 
 ¿No parecen las elecciones presidenciales una esclavitud voluntaria? «Esclavo es quien renuncia al presente para soñar lo que el porvenir dice reservarle: ya sea el aterrador castigo que teme o el fastuoso beneficio que espera» (Albiac, http://www.abc.es/20100222/opinion-firmas/siervos-necio-20100222.html)
 
Qué desasosegante, ¿no?

 En vísperas de elecciones todo el mundo vive de suposiciones, de ficciones, de probabilidades. Alcanzan un rating insospechado las páginas de opinión. Cobran un papel de brujos o adivinadores los encuestadores. Y pocos, muy pocos, tocan lo palpable, lo real, lo inmediato cuando falta menos de 1 mes o más para saber quién gana; 3 meses para la posesión; 4 años para que se ejecute lo que se ha prometido.

Y mientras tanto ¿qué hacemos los electores y los ciudadanos? El presente es lo único que hay, dice una canción.    
 
Transporte subsidiado para todos los estudiantes entre 5 y 25 años en Colombia, el gobierno más egoísta de Latinoamérica. «Estar matriculado debería equivaler a tener el transporte público pagado» (Héctor Abad, http://www.elespectador.com/columna201030-si-te-matas-me-suicido). Esto ha sido lo más sensato que he leído este weekend entre tanta saturación política.
 
Acciones inmediatas, verbos en imperativo son los que necesitamos. Porque en campaña todos los verbos se aplican en futuro. En futuro incierto.

 

 

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