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En la sociedad, la ignorancia es una puerta abierta a pensamientos posmodernos. En mi opinión, la ignorancia es adoptada por nuestra sociedad por la comodidad que ofrece o la poca responsabilidad que nos da a nosotros mismos para tomar decisiones en nuestra vida. Pero empecemos por definir qué es la ignorancia.

El diccionario Noah Webster define la ignorancia de la siguiente manera: «Deseo, ausencia o destitución de conocimientos; el estado negativo de la mente que no ha sido instruido en artes, literatura o ciencia, o no ha sido informado de hechos. La ignorancia puede ser generalizada o puede estar limitada a temas particulares. La ignorancia de la ley no excusa a un hombre de violarla».

¿Por qué me tomo el tiempo de definir este concepto? Creo que es importante saber lo que realmente significa para poder hablar de este tema, que desde hace un tiempo vengo investigando y que me ha llevado a la conclusión de que la cultura del victimismo y la corrección política tiende a ser alimentada por la ignorancia.

¿Qué es victimismo y corrección política? El victimismo es un patrón de comportamientos en los que la persona adopta un rol constante de víctima. Además, sostiene una actitud pasiva y evitativa ante los problemas y culpa a los demás de todo lo malo que le sucede. Según Borja Vilesca, el victimismo es la negación de nuestra responsabilidad personal y el deseo que nos lleva a esperar que cambie aquello que no depende de nosotros cambiar: el gobierno, las parejas, los políticos etc. Culpar a todos sin asumir la responsabilidad propia tiene su fundamento en la ignorancia y en la inconsciencia. 

Por otro lado, la corrección política, según Axel Kaiser, es una práctica cultural derivada de ideologías de izquierda con una gran influencia post-marxista, post-moderna que busca reprimir, censurar y desprestigiar aquellas opiniones, figuras e instituciones que no se ajusten a una narrativa dominante, según la cual la sociedad se divide en distintos grupos de víctimas oprimidas por un victimario central. Esto está afectando a nuestra sociedad latinoamericana y he podido ver que estas dos palabras son poco perceptibles en cuanto al concepto, pero muy visibles en la aplicación.

Un claro ejemplo de esto que estoy hablando es la “pobreza”. Básicamente, el tema de la pobreza se está usando como una cortina de humo, pero el objetivo real es alcanzar privilegios ante la ley para un grupo que está siendo movido por la envidia y la codicia. La pobreza es un tema muy complejo como para encerrarlo bajo una sola causal: “hay gente pobre porque otros son muy ricos” o para procurar un igualitarismo que no encaja con la realidad. Por ejemplo, si cada persona tuvo o tiene la libertad de elaborar su proyecto de vida sin que nadie atente o intervenga en su libertad ¿es realmente víctima de sus resultados? Podemos decir que los resultados finales son justos si se respetó la libertad de cada persona. Pero es más fácil y resta responsabilidad manejar el concepto de que los pobres son víctimas de un grupo en específico: los “ricos”, que investigar y profundizar en las diferentes causas de la pobreza; y suena más bonito que decir que nuestra libertad viene acompañada de responsabilidad sobre nuestros actos. Como sabemos todo tiene un precio y, en mi opinión, el precio de la libertad es la consecuencia de nuestras decisiones, sean buenas o malas. 

Un ejemplo más claro y tal vez un poco chistoso es mi historia. Yo nací con parálisis cerebral, por un milagro empecé a caminar a la edad de 7 años y fue una etapa espectacular en mi vida, pero con el transcurrir del tiempo me fui dando cuenta que mi forma de caminar en la calle llamaba la atención de las personas. Por algunos factores que ya nos imaginamos, les hago esta pregunta ¿les parece justo que porque no me gustaba mi forma de caminar salga a protestar a las calles a pedir una ley que obligue a todos a caminar como yo? Argumentado que es políticamente incorrecto que las personas me miren y emitan una opinión sobre mi en la calle; solo porque a mi percepción pareciera una “burla”, tendría el derecho de decir que esa opinión es una burla hacia mi persona, ¿cuáles son mis fundamentos? Porque aunque sea un ser humano con emociones, también tengo razón y espíritu y no puedo sacar un veredicto que sea solamente emocional. Entonces el problema, diría yo, está más en mi autoestima que en la sociedad. Pero claro, es más fácil tomar esa posición que me da el derecho de pedir lo que quiera porque soy una “víctima”, que tomar responsabilidad sobre mis emociones. Como les mencioné anteriormente es un ejemplo chistoso y extremo en cierta manera, pero la cultura del victimismo y la corrección política apoya ideas tan absurdas como las de mi ejemplo.

Es por eso que la cómoda ignorancia aparte de cómoda es oscura y peligrosa, porque es la parte que menos trabajo da a la mente que aprendió a ser haragana, donde los datos y los hechos objetivos son una ofensa que llevan a la victimización, y a crear conceptos políticamente correctos que consienta nuestras mentes ignorantes. Muchas de estas luchas parecen surgir de buenas intenciones pero por falta de conocimiento no nos damos cuenta que son malísimas ideas que están llevando a esta generación a la destrucción.

Pues «por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos». Oseas 4:6 NVI.

Los psicólogos Greg Lukianoff y Jonathan Haidt en su libro The coddling of american mind (La mente consentida/mimada del americano) hablan de que nuestro sistema psíquico es igual a nuestro sistema inmunológico, por ejemplo: para que nuestro sistema inmunológico se fortalezca contra un tipo de virus en algún momento debió enfrentarse a ese virus, entonces básicamente lo que estos dos psicólogos dicen es que nuestra psiquis también es así. Para que nuestra mente pueda fortalecerse en algún momento tuvo que haber pasado por un grado de estrés. El punto al que quiero llegar es que la ignorancia nos priva de ese grado de estrés que no nos ayuda a enfrentar la realidad, que a veces no se adapta a esa fantasía que nos dictó una mente que está en la cómoda ignorancia. Es por esa mente egoísta que abrazamos conforme vamos creciendo que nos vemos como víctimas. Asumimos un alto estatus que nos ubica en un pedestal y nos ponemos bajo reflectores anhelando ser vistos, y así pedir privilegios y subyugar exigiendo una dictadura de lo políticamente correcto a la sociedad, que se tiene que adaptar a mi mente victimizada y egoísta que fue adiestrada por una cómoda ignorancia.

Por: Miguel Bogado

 

Bibliografía:

Mannig, J. (2018). The Rise of Victimhood Culture: Microaggressions, Safe Spaces, and the New Culture Wars. Editorial.

Kaiser, A. (2020). La Neo Inquisición: Persecución, Censura y Decadencia cultural en el siglo XXI. Deusto.

https://www.youtube.com/watch?v=J7VsT5KmUO0&ab_channel=CEDUruguay

https://www.youtube.com/watch?v=VHuvUPkwFjY&ab_channel=Fundaci%C3%B3nparaelProgreso 

Definición del victimismo: https://psicopedia.org/8126/victimismo/ https://www.youtube.com/watch?v=O6wLMjeEBVA&ab_channel=BorjaVilaseca 

Definición de la corrección política: https://www.youtube.com/watch?v=QwJG8rzc_pc&ab_channel=Fundaci%C3%B3nparaelProgreso 

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