Ya hemos hablado en muchas publicaciones de las bendiciones, los cambios y transformación que trae la aplicación de principios bíblicos a nuestra sociedad, pero, ¿cómo saber si la Biblia es verídica? y aún más en estos tiempos donde las ideologías bombardean los medios de comunicación y nuestras mentes. ¿Cómo sabemos que la Biblia no es otro libro más, que promueve ideas ordinarias como las otras ideologías?
Los 66 libros de la Biblia son conocidos como el «canon» de las Sagradas Escrituras. La palabra proviene del griego (kanon), que significa «regla o parámetro», por lo que el libro provee la máxima «norma y autoridad» para nuestra fe. Los primeros cristianos no decidieron qué libros colocar en el canon. Ellos ya afirmaban que las Escrituras hebreas o el Antiguo Testamento eran la Palabra de Dios, simplemente se enfrentaron a la pregunta de cuáles libros debían agregarse a este canon del Antiguo Testamento. Los libros que fueron reconocidos fueron escritos por los apóstoles o por testigos presenciales y fueron usados ampliamente en la iglesia.
¿Cómo es posible que un grupo de 66 libros, escritos en un periodo de más o menos 1.500 años, pueda llegar a tener un hilo conductor tan preciso en cuanto a las ideas que plantean sin contradecirse?
Esto fue solo una pequeña introducción, pero no es el argumento que sostendré en los siguientes párrafos. Aquí empezaremos a hablar acerca del más grande suceso histórico de la humanidad, el nacimiento, muerte y resurrección de Cristo. Pero, ¿por qué partimos desde este acontecimiento histórico? Porque si esta parte de la historia no hubiera sucedido realmente, entonces podemos concluir que el cristianismo y todo lo que los cristianos sostienen es mentira, entre ello la infalibilidad e inerrancia bíblica.
Entonces, ¿cómo sabremos que este suceso histórico realmente pasó?, para eso debemos estudiar los evangelios (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) como libros y documentos históricos. Pero, ¿cómo sabremos que estos documentos que hoy tenemos en nuestras manos son una fiel representación de lo que originalmente se escribió? ¿Podemos estar seguros que estamos leyendo lo que sus autores escribieron originalmente? ¿El documento que se está estudiando es un documento histórico? ¿De qué manera los historiadores determinan que un documento es histórico?
Los documentos son sometidos a una serie de pruebas cien por ciento objetivas para determinar su veracidad o falsificación, independientemente del tipo del documento que sea, ya sea de carácter religioso o de literatura, de igual manera son sometidas a tres pruebas:
- Prueba bibliográfica
- Prueba externa
- Prueba interna
En este artículo nos enfocaremos en la prueba bibliográfica. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a pruebas bibliográficas? El historiador analiza los manuscritos (copias hechas a mano), pues la manera en que se copiaban los textos antes del invento de la imprenta eran de forma escrita, esta es una de las características de los documentos antiguos. El historiador lo que se pregunta es ¿cuántas copias existen o hay? ¿cuántos manuscritos existen? Lo ideal o lo que quisiera ver el historiador, es que haya muchas copias del manuscrito. Para encontrar variaciones, diferencias y qué tipos de diferencias. Entre más copias tenga el historiador mayor será el análisis comparativo.
Si un documento ratifica esta prueba lo que podemos concluir es que el documento ha sido transmitido fielmente. Es importante destacar que esta prueba no nos indica la historicidad del contenido pero sí nos indica una alta probabilidad de que el documento representa una copia fiel del original (Cabe recordar que los escritos originales no los tenemos, por eso esta prueba es importante para saber si los manuscritos son fieles al original).
Los números nos muestran que antes de la invención de la imprenta teníamos 24.000 manuscritos; 5.800 en griego (se cree casi todo el nuevo testamento está escrito en griego, y digo casi porque hay historiadores del siglo II que hablan de un libro de Mateo y Hebreos que fueron escritos originalmente en hebreo, por la audiencia a la que iban dirigidos estos escritos ) y 18.000 copias en otros idiomas del mundo antiguo. El respetado erudito F.F. Bruce afirma que , “no existe en el mundo ningún cuerpo de literatura antigua que goce de tan buena certificación o atestiguación textual como el Nuevo Testamento”.
Un factor a tener en cuenta, pues facilita mucho más el trabajo de los historiadores para la prueba bibliográfica, es la distancia de tiempo entre la copia más antigua que tenemos del nuevo testamento y su original, en comparación con otros documentos antiguos. Por dar un ejemplo, el evangelio de Juan se escribió en la década de los noventa del primer siglo y la copia más antigua que tenemos es el Papiro p52, esta copia está separada por tan solo 25 años, desde su escritura hasta la primera copia. Ahora, si lo comparamos con otra literatura antigua, por ejemplo Homero, la primera copia que se tiene de Homero es 500 años después, o por mencionar a alguien más conocido tenemos a Platón que su primera copia es 1.200 años después de su escrito original. Entonces si creemos que las primeras copias existentes de los documentos aparecen recién a los 500 años (Homero) o 1200 años (Platón) en adelante de haberse redactado y que pueden ser fuentes con cierto grado de confianza en la transmisión de datos históricos, la pregunta que deberíamos hacernos ahora es ¿cuál es la razón por la que debemos descartar el Nuevo testamento?
Bruce Metzger y Bart Ehrman sostienen que además de la evidencia textual derivada de los manuscritos del Nuevo testamento griego y las primeras versiones, la crítica textual tiene a su disposición las numerosas citas escriturales incluidas en los comentarios, sermones y otros tratados escritos por las padres de la iglesia. De hecho, estas citas son tan extensas que si se destruyera el resto de las fuentes para nuestro conocimiento del Nuevo testamento, por sí solas serían suficientes para la reconstrucción de prácticamente el Nuevo testamento completo.
Y por dar algunos ejemplos, vemos cómo a mediados del siglo II hasta el siglo IV muchos escritores como Justino Martir, Ireneo, Clemente de alejandría, Orígenes de alejandria, Tertuliano, Hipolito y Eusebio ya daban referencias en sus escritos de los evangelios: el libro de Los Hechos, epístolas paulinas, epístolas generales, Apocalípsis, si recopilamos todas las menciones hechas por estos escritores o padres de la iglesia obtendremos un total de 36.389 citas del Nuevo testamento.
“El nuevo testamento es el libro mejor preservado del mundo antiguo. No solo tenemos una gran cantidad de manuscritos sino que estos son muy cercanos en el tiempo a los originales que los representan. Algunos manuscritos parciales del Nuevo Testamento son del siglo d.C. Y muchos distan menos de cuatro siglos de los originales. Estos hechos prueban ser mucho más asombrosos cuando se comparan con la preservación de otra literatura antigua”
Edward Glenny
Los argumentos que planteé no son míos, y, como leyeron, muchos eruditos ya hablaron de esto, pero, entonces, ¿por qué escribir este artículo? La razón es que así como en mí alguna vez se despertó, por medio de una simple lectura, esa curiosidad por estudiar e investigar acerca del libro más perseguido de todos los tiempos; así también quiero despertar por medio de esta escritura en el lector un hambre y sed de conocer qué es lo que esconde este libro al que denominamos la Biblia. También sé que así como yo, muchas personas están pasando por dificultades o dudas acerca de la fe en Cristo, otros deben enfrentarse día tras día en las universidades a ideas totalmente contrarias a las de la Biblia sin la oportunidad de si siquiera poder defender su punto como nos exhorta el apóstol Pablo en las escrituras: sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.
Por: Miguel Bogado
Bibliografía:
- Josh McDowell: Escritor, conferencista, apologista, evangelista y escritor estadounidense. Autor del libro: Evidencia que demanda un veredicto
- Lee Strobel: Abogado , escritor, periodista, clérigo. Autor del libro el caso de cristo. Alma mater: University of Missouri (BA) Yale University (MSL)
- W. Edward Glenny: Ph.D., Th.D. J. Professor of New Testament Studies and Greek Ph.D., University of Minnesota Th.D., Dallas Theological Seminary Th.M., M.Div., Central Baptist Theological Seminary M.A., University of Minnesota B.A., Pillsbury Baptist Bible College
- F. F. Bruce: Profesor Rylands de Crítica Bíblica y Exégesis en la Universidad Victoria de Manchester, Erudito biblico, Escritor del libro documentos del nuevo testamento ¿son confiables?, Universidad de Aberdeen, Universidad de Gonville y Caius, Cambridge, Universidad de Viena
- Bart Ehrman: es un erudito sobre el Nuevo Testamento y experto en el paleocristianismo. Actualmente es el jefe del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Estudios: Moody Bible Institute, Princeton Theological Seminary, Wheaton College. Ocupación: Filólogo, profesor universitario, escritor y teólogo
- Bruce Metzger: un erudito bíblico estadounidense, traductor bíblico y crítico textual que fue profesor durante mucho tiempo en el Seminario Teológico de Princeton y editor bíblico que fue miembro de la junta directiva de la American Bible Society y United Bible Societies. Fue un erudito de la crítica textual griega del Nuevo Testamento, y escribió prolíficamente sobre estos temas. Educado en: Princeton Theological Seminary. Ocupación: Teólogo, biblista y profesor universitario
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