¿Le lleno el tanque?

¿Le lleno el tanque?

¿No le indigna que en las estaciones de gasolina, antes de poder musitar sonido alguno, le digan: Lleno?…. ¿Acaso cuando uno va a un restaurante, el mesero se le acerca y le pregunta: Le traigo un marrano?; ¿o cuando uno va a un centro de belleza -antes peluquería- a peluquearse le dicen: Lipoescultura?, ¡NOOO!, no es justo que a los que andamos con $15.000 para echarle un galón y medio de gasolina al carro estrato sándwich -léase Sprint, Chevette, Fiat 147, Mirafiori, Mazda 323, 626, Asahi, coupé, HS, Renault 9, 12, 6, 4, 18 y similares- nos toque ponernos rojos al susurrarle al bombero -no el héroe sino el que atiende la bomba de gasolina-: «deme quince de corriente». Y no es justo porque no solo nos da pena por parecer tan tacaños ante el bombero, sino porque este repite a grito herido ¡¿Ahh quince mil de corriente?!

Entonces ante el retumbar de la, casi siempre chillona voz del bombero, se enteran de la tacañería de uno, desde los otros bomberos hasta el conductor de la buseta que está pagando $70.000 de ACPM y que aprovecha para mirarlo a uno con burlones ojos de traqueto que coronó el primer viaje, pasando por el elegante caballero de la isla de al lado que le está echando $300.000 de extra a su camioneta, y por la niña de 20 años que está tanqueando con la tarjeta de crédito de su mamá el Golf que le regaló su papá y lo mira a uno con cara de «uy, que oso ajeno».

Lo peor es que he visto muchas personas que van a la estación a comprar la gasolina del día, pero ante la intimidante pregunta que el bombero hace a chillido herido: ¿Lleno?, terminan accediendo y pagando cinco veces más de lo que pensaban comprar; lo cual demuestra que esta es solo una traicionera estrategia para aumentar las ventas a costa de las personas que prefieren evitar la vergüenza de que todo el mundo se entere de que si le echan más de 15 mil  de corriente al carro se quedan sin su corrientazo.