En los últimos años, Barranquilla ha experimentado avances incontrovertibles en cultura ciudadana. La habilitación de renovados espacios públicos han venido elevando nuestro sentido de pertenencia y nuestro orgullo por la ciudad. Eso a su vez ha traído cambios en comportamientos en los ciudadanos que antes eran impensables. A pesar de que mucha gente criticó el programa de parques porque decían que al poco tiempo iban a terminar desvalijados, el cuidado que vecinos y ciudadanos les han dado ha sido ejemplar. Ni hablar del malecón del río que se mantiene en perfecto estado a pesar de que ya ha tenido más de 10 millones de visitantes. Asimismo, podemos resaltar el comportamiento de la gente en los escenarios que se estrenaron para los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Una de las primeras tareas que emprendimos con el alcalde Jaime Pumarejo fue la creación de la Oficina de Cultura Ciudadana para darle institucionalidad al tema. Se nombró para dirigir esta oficina a David Montero, un joven líder con el perfil para emprender esta titánica labor. Después de estudiar los modelos de intervención de Bogotá y Medellín, se plasmó con una visión local nuestra apuesta de cultura ciudadana en el Plan de Desarrollo 2020-2023. Con una consigna muy clara: la misma gente es la que va a ir indicando cuales son los comportamientos que debemos cambiar como sociedad y sobre los que deben enfocarse las acciones que emprenderá la administración.
La pandemia del covid-19 ha puesto aún más en evidencia la importancia de fortalecer nuestros procesos de cultura ciudadana. Máxime cuando la disciplina social y el autocuidado son las dos herramientas más efectivas para combatir la propagación del virus. Se está trabajando con la Universidad del Norte para poder a través de la psicología del comportamiento, definir las acciones más eficaces para moldear la conducta de los ciudadanos. Sin embargo, a pesar de que las medidas del gobierno ayudan, el grueso de la responsabilidad recae en cada individuo. Como se viene divulgando desde la campaña institucional de una manera muy sencilla, #DependeDeTi.
Lograr un cambio de comportamiento hacia el uso responsable del tapabocas, el lavado de manos, el distanciamiento social y el respeto por los protocolos de bioseguridad es la primera tarea que se está emprendiendo en el campo. Con un equipo de 140 personas de la Secretaría de Salud, se está haciendo esta pedagogía en la calle, visitando casa a casa y comenzando por los barrios con el mayor número de infectados. Con mensajes en el espacio público, grafitis en el suelo, cintas para marcar distancia y avisos sencillos en las tiendas se está haciendo la tarea. De la mano con las juntas de acción comunal, ediles y líderes comunitarios se están repartiendo tapabocas y lo más importante, conversando con la gente.
Nos falta mucho en este campo como bien lo reflejan las imágenes de indisciplina social en muchos de nuestros barrios que recibimos a diario. Por eso este movimiento necesita el concurso de todos. La acción colectiva hacia un mismo propósito es la única salida. Sobre todo, porque se acerca el momento más crítico en donde coincide el pico de la pandemia con la apertura de nuevos sectores que deben salir a reactivar la economía. No se puede poner un policía al lado de cada ciudadano, pero sí cada persona se convierte en un sujeto activo de cambio, podremos ganar esta batalla. Esta en cada uno de nosotros marcar la diferencia. #DependeDeTi.
Foto: créditos David Montero Jalil
twitter: @alfrecarbonell
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