El suceso cinematográfico del año en Argentina llega a las salas de cine colombianas, esperando seguir alborotando el lado salvaje de los espectadores.
Yo no sé si estaré muy enfermo o qué, pero prefiero ver la violencia en las ficciones audiovisuales que en los titulares de las noticias. Debe ser por el efecto catártico que da el cine. O sino que lo expliquen los más de 3 millones de personas que han visto la cinta argentina Relatos Salvajes en su país de origen.
¿Cuál fue el chip que encendió esta película coral para que sea el mayor suceso del año en el país austral? , superando a tanques estadounidenses en taquilla.
La cinta de Damián Szrifon será la encargada de representar a Argentina en los premios Oscar del 2015 y este mes comenzó su periplo de exhibición en mercados internacionales. En Colombia, empezó su segunda semana en cartelera en un modesto octavo lugar, nada despreciable si lo comparamos con el estreno de la película estadounidense Perdida (Gone girl), una de la cintas que más buzz está teniendo a nivel mundial como favorita a los premios de la Academia y que ingresó en el lugar número 10 al conteo.
Seis historias, diferentes acercamientos a la violencia, pero no esa de narcos y chabacanería traqueta. Una más contenida, más reprimida, más neurótica y por lo tanto más cercana. Una violencia que espera estallar en un frenesí que oscila entre el humor y el horror. Dicen que la tragedia de unos es la comedia de otros y aun así este largometraje se le clasifica como drama.
Szifron, director y guionista del flim, se ha nutrido de la influencia televisiva, como varios de los nuevos directores que han entendido que esas fronteras entre televisión y cine no son más que una falacia. No por nada se señala que la inspiración primaria para esta película es la clásica Historias Asombrosas de Spilberg.
http://youtu.be/xG6i0dDssG0
Es fácil al ver la película encontrar similitudes con esta serie o con Alfred Hitchcook presenta (y su inconfundible intro) y La dimensión Desconocida. Incluso, por paralelismo temático podría hablarse de Tiempos Violentos ( que a propósito cumple 20 años de su estreno) como un antecedente del cual se nutre Szifron, aunque con una visión más blanca.
Pero no hay que equivocarse, no es un mera copia, es una resignificación, no solo temporal sino espacial, pues habla desde la argentinidad con vocación de universalidad.
El fenómeno en taquilla claro que pasa por su historia, la buena elección de casting, uno que otro plano bien orquestado y un gran acierto en algunas secuencias musicales. Se destaca también el manejo ‘marketinero’ excepcional, creo yo dado por buenas asociaciones: en primer término la participación de los hermanos Almodóvar y su productora El deseo. A su vez la coproducción con pesos pesados de la industria audiovisual como TVE, CANAL + y Telefe, le allanaron el camino para pisar fuerte de cara a los festivales. No por nada Warner es su distribuidora y ya en Estados Unidos Sony Pictures Classic compró sus derechos.
Es claro que el boom generado por su lanzamiento en el festival de Cannes y luego el premio del público en el festival de cine de San Sebastián abonaron el terreno para que ahora la película esté ad portas de ser la segunda película más taquillera de la historia del cine argentino.
En su momento (2009), El secreto de sus ojos fue vista por 2.410.592 personas. La superan, con 3.400.000 espectadores, Nazareno Cruz y el Lobo (1975) de Leonardo Favio y los 4 millones de Deshonra (1952) de Daniel Tinayre.
Con valles y picos las historias de la cinta nos acercan más a una u otra, pero esto es justo lo que permite que los más fuertes de los seis episodios calen mejor en la psiquis del espectador. Incluso, hay un punto donde las historias dejan de sentirse lejanas y podemos ver que hasta el Caso Colmenares y todo su estruendo mediático podrían integrar perfectamente uno de aquellos Relatos Salvajes que se nos muestran en la pantalla.
A través del humor negro vamos tomando lo frenético como normal y así gozamos cada historia. Algunas con finales mejor trabajados que otras. En particular me gustaron tres de los seis relatos, los más retorcidos y salvajes, si se me permite el término.
A lo que ya la vieron los invito a que me cuenten en Twitter cuál Relato Salvaje le gustó más y a los que aún no van, los ánimo a ver buenas historias lejos del 3D y el terror facilista de muñecas diabólicas afectadas por algún Conjuro.
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