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Para nadie es un secreto que Santos promete y casi nunca cumple. En su afán de subir su popularidad, bastante deteriorada por ese proceso de paz en el que cada día menos gente cree, ahora se subió al Metro y giró un cheque simbólico por 9,65 billones de pesos que corresponde al 70 por ciento que la Nación aportará para la construcción de la primera línea de esa megaobra.

Santos gira cheque simbólico para el Metro - foto tomada de plus.google.com

Santos gira cheque simbólico para el Metro – foto tomada de plus.google.com

Los colombianos sabemos que esa foto que se tomaron ayer Santos y Petro la hemos visto muchas veces desde hace más de 65 años, cuando colapsó el Tranvía de Bogotá, desde entonces, ha sido ´caballito de batalla´ de muchos alcaldes, desde Fernando Mazuera Villegas, hasta el actual, pasando por Hernando Durán Dussán, Juan Martin Caicedo Ferrer, Jaime Castro, Peñalosa, y Samuel Moreno, entre otros, y de presidentes como Julio César Turbay, Virgilio Barco, Ernesto Samper, Álvaro Uribe, para no citar más.

¿Peñalosa? Sí amigos lectores, aunque ustedes no lo crean, Peñalosa, que ahora no está de acuerdo con el Metro, firmó el 13 de febrero de 1998, con el presidente de entonces Ernesto Samper, un acuerdo de voluntades, por el cual los gobiernos distrital y nacional se comprometían con la construcción del Metro de Bogotá.

Conociendo, como conocemos a Santos, ese cheque simbólico que giró ayer será otro de sus cheques sin fondos, que desde el 2010 está entregando, como los que gira su vicepresidente Vargas Lleras en esas famosas obras de infraestructura 4G, para las cuales, al igual que para el Metro no hay recursos, pero que se prometen solo para conseguir votos en su carrera presidencial para 2018.

El ministro de hacienda ha dicho una y mil veces que no hay plata pero Santos y Vargas Lleras insisten en prometer y no cumplir.

No hay que ser experto en movilidad para saber que Bogotá tiene otras necesidades primordiales.

Estamos de acuerdo con el candidato a la alcaldía Enrique Peñalosa cuando dice que ´´el gobierno distrital se está desperdiciando en temas como el Metro, que hace lo mismo que el Transmilenio pero cuesta más, cuando hay graves situaciones como la de seguridad y espacio público, no se justifica el costo diez veces mayor por kilómetro de metro (USD 100 millones/km en Sao Paulo), que el costo de Transmilenio (USD 10 millones/km), con el mismo presupuesto se cubriría toda la ciudad con transporte masivo; en vez de movilizar 600,000 personas en metro, se puede expandir Transmilenio con el mismo presupuesto para transportar 3 millones de personas adicionales, ninguna ciudad en el mundo ha descongestionado su tráfico con la construcción de un metro, señalando sistemas Metro con longitudes de 400 km como el Metro de Londres, que tampoco han solucionado la congestión vial de esa ciudad, recurriendo a peajes interciudad para descongestionar el centro´´.

El ex ministro de hacienda Juan Camilo Restrepo ha dicho que no está del todo claro cómo se distribuirán las vigencias futuras y Planeación Nacional ha afirmado que no hay vigencias disponibles hasta después del año 2016, cuando eventualmente culmine la construcción de todas las fases del sistema Transmilenio.

También Ralph Gakenheimer, experto en transporte del Massachusetts Institute of Technology (MIT), considera que se debe ampliar el sistema Transmilenio y descartar al Metro por costos, y el ex asesor de la Alcaldía de Bogotá y considerado como uno de los gurú mundial del mercadeo, Phillip Kotler, considera que el Metro es una trampa populista y un engaño: en ese orden de ideas preguntamos, ¿por qué insistir en una obra de esa envergadura sin terminar otras?

Como el costo de la primera línea del metro sería de más de 13 billones de pesos, sin incluir los costos financieros, al Distrito le correspondería conseguir más de 4 billones de pesos. Según cálculos de esta administración actual esos recursos saldrían del cupo de deuda que asciende a unos 2 y medio billones de pesos y el dinero restante sería de aportes de las Empresas de Energía y de Teléfonos de Bogotá, pero hay que aclarar que esa decisión está en manos del Concejo de Bogotá, lo cual enredaría mucho el tema.

Santos entrega cheque simbólico para el Metro - foto tomada de www.cmi.com.co

Santos entrega cheque simbólico para el Metro – foto tomada de www.cmi.com.co

En esa foto de Santos y Petro, (hoy los nuevos mejores amigos), también nos quieren vender tres trenes de cercanías y un tranvía que unirán la ciudad con otros municipios. ¿Cuánto hace que se está hablando de los trenes de cercanías? Esa es otra mentira a gritos.

Otro que se subió en el Metro es Simón Gaviria, director Nacional de Planeación, quien ayer mojó prensa dando a conocer el proyecto Metro, que es solo eso, un proyecto politiquero orquestado por Santos, donde cayó Petro y nos quieren montar a todos los colombianos.

El papel lo aguanta todo, (hoy en día el PowerPoint), pero la realidad es otra, e implementar todas esas promesas y hacerlas realidad no es viable, por lo menos actualmente. Primero se debe terminar todas las fases de Transmilenio y el Sistema Integrado de Transporte y después hablar de Metro.

Se imaginan ustedes amigos lectores cuánta corrupción se va a generar en la entrega y administración de esos recursos, ¿si es que algún día se giran de verdad y no para la foto?

En el gobierno Santos ya hemos visto cosas como la entrega simbólica de tabletas para unos niños de colegios en Santander, por parte de su anterior ministro de las TIC, Diego Molano, que después de la foto se las quitaron porque aún no estaban adjudicadas, (los niños regresaron ese día a casa con las manos vacías), ¿será que con el Metro pasará igual?

En conclusión, de este gobierno Santos y de su vicepresidente Vargas Lleras todo se puede esperar en materia de promesas politiqueras y de campaña para futuras contiendas electorales. La idea es subir en popularidad, por estos días bastante resquebrajada, y lanzar cortinas de humo para que la gente se olvide de los grandes males que aquejan al país como son la corrupción, la inseguridad y los choques de trenes.

¿De la Habana viene un barco cargado de?… mentiras, y esta vez ese barco se convirtió en Metro.

Después del cheque simbólico para el Metro viene la Copa América, donde Santos se pondrá la 10 de James, y el Tour de Francia, donde el presidente se vestirá con la camiseta de Nairo Quintana, y así mantendrá a los colombianos con un gobierno que promete y no cumple, y que solo gobierna para la foto.

¡Ese tal Metro no existe!

Como decía hoy un oyente en la W, ´´a ese proyecto le van a seguir recortando tramos hasta que entreguen eso, un metro, o sea 100 centímetros´´.

O como decía otra radioescucha de las misma emisora, ´´con tal que no aparezcan los Nule, los Moreno o los Tapia´´.

giovanniagudelomancera

periodista

Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional

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