«En peleas de marido y mujer nos tenemos que meter», Marthica Ordoñez, Consejera Presidencial para La Equidad de La Mujer
Marthica, como le decimos quienes la admiramos y queremos infinitamente, es la abanderada de la mujer, viene trabajando en el tema de la violencia, especialmente contra niños, niñas y adolescentes, desde el 2002. Empezó a investigar, «y se me empezó a meter», (dice ella), y en el 2004, salió a la luz pública a hablar del tema, después de trabajar en los más importantes medios de comunicación, con mucho éxito, como todo lo que ella emprende, hace y culmina, ¡es la mujer 10!
Hizo una multitudinaria marcha en 2005 para concientizar a la gente sobre el maltrato, y en 2006 lanzó su primer libro sobre violencia sexual, luego publicó otro sobre maltrato y sobre castigo físico, y dejó, cuando fue Concejal de Bogotá, nueve acuerdos de ciudad para prevenir y atender la violencia intrafamiliar.
Renunció a ‘La Luciérnaga’, para hacer campaña al Concejo, decisión muy dura porque amaba su programa, y como bien dice ella, «era una terapia de grupo total», en esa época estaba Guillermo Díaz Salamanca, y uno de los personajes que caracterizaba él era ‘el Padrino’, (Alberto Piedrahita Pacheco), y cuando Marthica llegaba a cabina, él, decía apoteósicamente: «¡llegó ella».
Antes y después de ‘La Luciérnaga’, yo recibía mujeres, hombres también me llegaban, menos, muchísimo menos, pero recibía a quienes me llamaban a Caracol y me decían: «queremos contarle un caso», nos dice Marthica antes de la entrevista, mientras comemos la torta de celebración de los tres años de la Línea 155.
Con Marthica hablamos el pasado viernes, en el tercer cumpleaños de la línea 155, que presta orientación gratuita para mujeres víctimas de todo tipo de violencia. La vimos, como siempre, igual de comprometida con la causa, apasionada, indignada con el maltrato a niños, jóvenes y mujeres. Cada palabra que dice ¡viene desde muy adentro de su alma!, la siente, la exterioriza y la explica con sus expresivas manos, sus sinceros ojos y sus elocuentes labios, siente sinceramente cada caso del que habla y se apersona de él, es un cúmulo de charlas que ha tenido con muchas mujeres del país, y las visibiliza, le han contado, como dice ella «sus cuitas»¨, y por ellas ¡da la pelea!
Entrevistarla es un aprendizaje, es una lección, es un libro abierto, ¡es la solidaridad hecha mujer!
La ‘tutiamos’ y le decimos Marthica, por el gran afecto y respeto que le tenemos. Nos tomamos esa licencia amigos lectores, con el permiso de ella y el de ustedes.
LSALENLAH. ¿Marthica, cómo han sido estos tres años de la línea 155, se han cumplido los objetivos?
M.O. Giovanni, la línea 155 es un convenio que tiene la Consejería para La Equidad de La Mujer, que es una dependencia de la Presidencia de la República, con la Policía Nacional. Nos unimos y nosotros los capacitamos todo el tiempo, en derechos humanos de las mujeres, en género, y también en las rutas de atención, en la normatividad.
A propósito ¡hay normatividad nueva!, (lo dice emocionada, mientras sus ojos quieren saltar de su rostro por la alegría), este año se sancionó la ley Natalia Ponce, por ejemplo, a la línea, antes, como no había esta ley, pues entonces no llamaban a preguntar qué había que hacer, ahora llaman mucho, sobre el tema de esos ataques con agentes químicos o ácidos, como los conocíamos antes, llaman mucho mujeres que reciben ataques en la calle, antes solo llamaban por la violencia intrafamiliar o violencia de pareja.
LSALELH. ¿La línea 155 es una línea solo para mujeres? o aquellos hombres que nos sentimos maltratados por las mujeres podemos hacer uso de ella, (risas y luego la parte seria).
M.O. Giovanni, ahí dice siempre ‘Línea de Orientación para las Mujeres’, pero en realidad es un trabajo que se hace por la equidad, por la igualdad, o sea, la idea es que tenemos los mismos derechos, ¿cierto? (pregunta mirando fijamente a los ojos y contestamos con un tímido sí). Llaman hombres y dicen: «Bueno un momento, en el país se está hablando mucho de los derechos humanos de las mujeres ¿y los hombres qué?, ¿qué derechos tenemos?, ¿y si les pegan a los hombres qué hay qué hacer?, ¿y el hombre también puede denunciar?, ¿a dónde va un hombre al que lo maltrata la pareja?».
LSALENLAH. ¿En qué días llaman más las mujeres?, se pensaría que los fines de semana en los que hay más rumba y consumo de alcohol.
M.O. Los días que más llaman las mujeres a la Línea 155 son los martes y los jueves, muchísimo, no sabemos por qué, lo que dice Medicina Legal es que la mayor violencia se presenta en realidad el fin de semana y en los espacios de vacaciones, y cuando el marido está trabajando y los hijos están estudiando, o en el colegio o en alguna actividad, entonces ellas llaman a preguntar o a denunciar, porque si están todos en la casa ¿cómo llaman?, (largo silencio). Creemos que es eso, y algo que nos llama la atención que antes no pasaba, llaman funcionarios que atienden la violencia contra las mujeres. Eso está pasando muchísimo.
LSALELAH. ¿Cómo se puede atacar de raíz la violencia contra las mujeres?, ¿es un tema ‘cultural’, de miedo, de dependencia?
M.O. Necesitamos mujeres empoderadas en el país, informadas, que conozcan a qué tienen derecho, que sepan que no se deben quedar calladas, cuando se sienten vulneradas, cuando las amenazan o cuando ya ha empezado el primer maltrato físico o emocional, hay que buscar ayuda, porque eso puede aumentar, pero también es importante que todos como sociedad revisemos el tema porque antes nos daba miedo, antes uno escuchaba: «en peleas de marido y mujer nadie se debe meter», yo dije en una entrevista, el año pasado, allá en Barranquilla, cuando me preguntó eso la periodista, le dije: «yo creo que cambió, en peleas de marido y mujer ahora es cuando nos tenemos que meter, para prevenir que las maten», (molesta e indignada), porque en Colombia cada 3 días muere una mujer en manos de su pareja o expareja, y la primera violencia, como lo he venido diciendo, la sufren las mujeres desde su primer noviecito, ahora, no se puede generalizar, no todos los hombres son agresivos, violentos, intolerantes.
https://www.youtube.com/watch?v=FlcPM7qhF_g
LSALELH. Marthica, cuéntales a nuestros lectores cuál es esa innovadora herramienta que tienes y que has bautizado el ‘violentómetro’.
M.O. Uyyyyyyyyyy ¡el violentómetro es una herramienta maravillosa!, (contesta emocionada), además de la línea 155, que desde hace 3 años hace parte de esa política pública, de ese plan para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, que tenemos en el Conpes 161, el ‘violentómetro’ es una idea de unos estudiantes de una Universidad de México, y lo que hicimos fue replicarlo y tomar ese ‘violentómetro’, que es una herramienta buena, porque es como un termómetro de violencia. ¿Qué nos ha pasado?, (explica y enumera puntualmente con sus manos), cuando yo llego a la Consejería y empezamos a hablar de cómo prevenir los feminicidios o todo tipo de violencia, sexual, física, emocional, económica, patrimonial, todas, entonces descubro que en alguna época se había usado el ‘violentómetro, y empezamos a hablar de esto, lo entregamos a las mujeres y descubrimos sitios donde ellas decían: «yo los viví todos, desde pequeñita, desde niña a mí me vienen haciendo esto, me celan, me encierran, me atacan, me obligan a tener relaciones», ¡eso es una violación! (sube la voz enfadada), entonces yo dije, ¿cómo hacemos esto masivo?, y en algún momento lo hemos trabajado, inclusive con Naciones Unidas, pero también hace parte del proyecto de inversión que tenemos en la Consejería para hacer mucho material, y mandamos a hacer un video que está en youtube, que está colgado en la página web de la Consejería, de Presidencia, dura tres minuticos y medio, y es importantísimo porque es agradable y es de esos modernos, entonces llama mucho la atención, ¿qué es lo que hacemos realmente desde la Consejería?, ¿cuáles son nuestras funciones?, dar línea o asistencia técnica a los funcionarios que atienden la violencia contra las mujeres, hacer ese acompañamiento y dar esa línea también a las entidades, a los ministerios, a los territorios, a las gobernaciones, a las alcaldías, a la Policía, al Ejército, a las Comisarías de Familia, y tenemos unos comités de seguimiento a la normatividad, esos comités son descentralizados, y así se hacen en Bogotá también, pero también en otros departamentos y en otras ciudades capitales, ¿por qué?, (pausa), porque ahí nos sentamos con la Procuraduría, con la Defensoría, que son quienes tiene la responsabilidad en los temas de familia, de mujer, de género, de infancia, y nos sentamos con quienes tienen que atender la violencia contra las mujeres y revisamos qué se está haciendo, esto es importantísimo, y los mismo pasa con los Conpes, siempre con el 161 y con el 3784, que es el de mujeres víctimas de violencia en el marco del conflicto armado.
Esta herramienta del ‘violentómetro’ a mí me parece vital porque a veces desconocemos, a veces creemos que eso puede ser normal, a veces creemos que es inclusive por amor que nos celan o que nos maltratan, o que nos impiden, entonces lo que hacemos es decirle a las mujeres «¡OJO!», (señala uno de sus hermosos ojos), SÍ, la pueden querer mucho, pero tal cosa es un maltrato, o puede rayar en algo que la está arriesgando, y por eso este termómetro, ¡este termómetro es una maravilla! (celebra).
Consejería Presidencial Equidad de la Mujer
http://www.equidadmujer.gov.co/Paginas/equidad-mujer.aspx
LSALELAH. Marthica, volviendo al tema de tus inicios en el tema del maltrato, ¿cómo fue la famosa marcha en la Plaza de Bolívar?
M.O. Bueno, como te decía, yo empecé a hablar, a investigar y a hablar del maltrato en niños, niñas y adolescentes y violencia sexual a la infancia desde mucho antes, pero hago la marcha, se llena la plaza de Bolívar, en el 2005, ‘el Día del Niño’, y entonces me acompaña mucha gente, llovía a cántaros, era abril, y la gente llegó, llegaron las personas del grupo Prisa, Juan Piedra Luz Yagüe y Rafael Manzano, (¨mi ídolo¨, interrumpimos, ella asiente y continúa), cuando los veo así en la Plaza de Bolívar, y estaban así, y llovía, y eran los únicos que no estaban con sombrillas, con nada, nada cubiertos para protegerse de la lluvia y eso me llamó la atención, entonces ellos me dijeron: «es que nosotros en España, cada vez que hay un maltrato a la infancia y a las mujeres nos unimos y salimos así, y protestamos y rechazamos eso, por eso somos conscientes de la importancia de eso».
¿Qué paso ese día?, que se me acercaron muchas mujeres de 50. 60, 70, 80 años y me dijeron «Ay Marthica, venimos acá porque nosotros vivimos esa violencia en nuestra infancia, nos castigaron, nos golpearon cuando contamos y pedimos ayuda y nos obligaron a vivir toda la vida bajo el mismo techo con el abusador», ¿por qué?, (pregunta enfadada), ¡por miedo!, (responde más enfadada), es que ese miedo está ahí latente, miedo a que el hombre es normalmente el que asume los gastos, el proveedor, entonces a las mujeres antes les daba muchísimo miedo.
Cuando una mujer está empoderada, económicamente, cuando puede salir adelante sola o con sus hijitos, ya la mujer no se deja maltratar.
LSALENLAH. Marthica, tú misma, en sí, y en esencia, eres un grupo interdisciplinario, porque cumples todos los roles y manejas todos los frentes, o nos equivocamos.
M.O. Giovanni, yo no soy psicóloga, yo no soy siquiatra, ni trabajadora social, pero soy una mujer de medios que se dedicó a investigar el tema desde hace años, y siento que he avanzado, que entendí y aprendí muchísimo de las personas que lo trabajan desde hace muchos años, entonces lo que hice fue algo para las mujeres víctimas desde hace años, o las nuevas, o las que tienen que reaccionar o denunciar, o las que hay que proteger.
En Consejería muchas cosas no hacen parte de mis competencias, porque quien debe atenderlas es Medicina Legal, la Fiscalía, la Policía, pero yo llego a mi oficina, en la mañana, o después de almorzar, y encuentro mujeres esperándome en la puerta, que cogieron un bus y vienen de Boyacá, y vienen del Valle, de donde sea, solo a contarme y a mostrarme todo su proceso, para decirme: «me está pasando», o me pasó, y no ocurrió nada, o lo que sea, entonces yo soy incapaz, yo siempre he dicho que la Consejería es para proteger las mujeres, ¡es una Consejería de puertas abiertas!, (sube la voz y todos en el auditorio voltean a mirar), entonces yo lo que hago es, al que vaya a contarme sus ‘cuitas’ de violencia intrafamiliar y de violencia a las mujeres, ¡yo lo escucho!, lo acompaño, y lo invito a un café, ¡y le doy un abrazo! (se enternece).
Yo remito, depende de las competencias que uno tenga ahí, si me llegó el caso y la señora no ha denunciado, entonces inmediatamente toca denunciarlo, tiene que escribirlo, y nosotros lo remitimos al ente competente, y cuando ellas ya tienen su proceso, y llegan con su proceso debajo del brazo, o a veces llegan con un derecho de petición ya listo, o lo que sea, lo que hago es remitir a quien sea, a los ministerios, al Procurador General le mandamos muchísimo, al Fiscal General, pero nosotros le hacemos seguimiento y nosotros pedimos al final siempre que nos informen, y vamos por todo el país, a mí me encanta, pero me encanta más compartir con las mujeres, estuvimos en Ventaquemada, Paipa, Sogamoso, yo me he ido a meter por allá, a hablar con las mujeres de San Basilio de Palenque, con las mujeres del Salao, con las mujeres del Carmen de Bolívar, a las mujeres de Quibdó, estuvimos con Alejandra Borrero, yo creo mucho en las reparaciones simbólicas, igual los autos de la Corte dicen que tenemos que hacerlo, hemos hecho unas reparaciones simbólicas impresionantes, la de Quibdó la recuerdo mucho, en unas canoas, con música, llegábamos a un sitio, el fuego, para quemar, para dejar todo eso en el pasado, el agua es clave, y entonces encontramos unas mujeres que han vivido muchísimas violencias, pero son unas mujeres alegres, echadas para adelante, emprendedoras, con una resiliencia, una capacidad de recuperarse, no solo por ellas y por su temperamento, sino por los hijitos que son el motor, o la familia, unas no tienen hijos, eso me he encontrado en muchas partes, (cierra los ojos recordando).
LASALELH. Marthica, nos decías antes de la entrevista que el tema de la inasistencia alimentaria es otra forma de maltrato.
M.O. Giovanni, ahorita en Boyacá la semana pasada, hablamos con mujeres cabeza de familia, o de hogar, muchas, muchas, y mujeres que se quejaban todo el tiempo de estar sufriendo la inasistencia alimentaria de los hombres, cuando se separan, o que dejan una mujer embarazada y no cumplen, y no aparecen, están vulnerando un derecho los hombres que lo hacen, un derecho fundamental de los niños y de las niñas.
Yo hice una investigación en la cárcel Distrital cuando fui Concejal de Bogotá y nos encontramos que casi del 52 por ciento de los hombres que estaban detenidos en ese momento, estaban por inasistencia alimentaria, ¿cómo salen?, ¡pagando!, (enojada y levantando la voz, el auditorio vuelve a mirar), o llegando a acuerdos, los hijos tiene que seguir viviendo, los hijos tiene que seguir estudiando, tiene que seguir recibiendo su ropa, tiene que seguir el esparcimiento, tienen muchos derechos, entonces si el hombre está sin trabajo lo ideal sería llegar a un acuerdo de pago, pero nunca abstraerse, ausentarse, ese es otro tipo de maltrato y eso no se puede hacer.
La mayoría de las mujeres se queja de eso, además de las otras violencias, y se está vulnerando el derecho de los niños finalmente, esa es como la gran queja en todo el país.
El tema es el apoyo que hay que darles, fortalecerlas, capacitarlas, y el empleo para las mujeres es básico, una mujer empoderada económicamente no se deja maltratar.
LSALELAH. Marthica, son muchos frentes y muchos temas los que manejas, es necesario hacer varias entregas para que los lectores se documenten más sobre lo que hace la Consejera Presidencial para La Equidad de La Mujer, bajo tú dirección, puntualmente para el posconflicto, ¿cómo van a trabajar?
M.O. Giovanni, existe una ‘Fase de Alistamiento Institucional para el Posconflicto’, con la oficina del Alto Comisionado, con Reintegración, con Posconflicto, con Derechos Humanos, la Unidad de Víctimas y nosotros. Yo no tuve la oportunidad de ser plenipotenciaria en ‘La Habana’, como si lo fue mi antecesora Nigeria Rentería, (resignada), pero a mí me ha tocado todo el tema del postconflicto, entonces ¡ya estamos listos!.
Sin que parezca una frase de cajón, hubiéramos querido seguir hablando con ella todo el viernes, todo el sábado y todo el domingo, ¡qué energía tan positiva la de Marthica! qué conocimiento, que manejo, que humildad y que transparencia.
Afortunadamente son muchos los temas a tratar con ella, que merecen divulgación, y que publicaremos en varias entregas, además, la excusa perfecta para volver a verla, y escuchar sus historias de mujeres, que entristecen y obligan a reflexionar, sobre el maltrato y la violencia intrafamiliar.
Para terminar les dejamos unas cifras puntuales sobre la Línea 155:
– Cumple tres años al servicio de las mujeres del país.
– Durante este periodo la línea pasó de atender un promedio de 627 llamadas a 911 llamadas diarias de mujeres, incluso hombres, que llaman buscando orientación sobre diversos temas.
– En 2015 se atendieron 332.570 llamadas y este año ya se han recibido 165.501.
– Las mujeres que más consultan se encuentran en los rangos de edad de 25 a 35 años.
– El mes del año con mayores llamadas es diciembre y los días de mayor consulta son los jueves y martes, entre las dos y tres de la tarde.
– Los departamentos de donde proviene el mayor volumen de llamadas son Cundinamarca, Valle y Antioquia.
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giovanniagudelomancera
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Hay que meterse a proteger a los buenos maridos de las mujeres matoneadoras y cantaletosas. No podemos quedarnos en la ley del embudo.
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lo contrario no hay meterse ,luego arreglan en la cam y uno queda mal
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Estas mujeres son las que necesita el país en cargos directivos y no otras como piedad Córdoba
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Y lo peor de todo es que en la mayoría de los casos son las suegras que permanecen con el chisme, por que hay familias que si verdaderamente nacieron solo para desbaratar hogares
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Mas bien es, «cuando hay agresiones graves del marido a la mujer, nos tenemos que meter»
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Quiero aprovechar esta oportunidad para darle las gracias a mi padre, porque a pesar de que solo estuvo en la escuela un año y ser un humilde campesino, jamás insultó ni tocó a mi madre, debe ser horrible ver una cosa de esas. Tú sí que eres un verdadero hombre mi viejo, que Dios te bendiga.
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Señora Socorro, no diga una barbaridad de esas, como que la mujer al criticar y divulgar el comportamiento de los hombres está contribuyendo a la violencia contra ustedes las mujeres; o sea, que la mujer tiene que quedarse callada y aguantar? por Dios, no diga eso en los tiempos que corren. Hay que denunciar, hay que hacerle ver a los maltratadores que no tienen ningún derecho a ejercer ningún tipo de violencia, y que la mujer entienda que nunca, pero jamás de los jamases, hay motivo ni circunstancia para merecer ni recibir un maltrato, una humillación o un golpe.
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Quienes más contribuyen con la violencia hacia la mujer , son las mismas mujeres al señalar divulgar y criticar el comportamiento de los hombres! Falta solidaridad de género
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Que bien Sr. Giovanni, por fin lo veo ejerciendo bien su oficio de periodista, aprovechando este espacio que tiene en un medio de comunicación. Que bueno que continúe divulgando este tema con entrevistas ya que tiene la oportunidad de hacerlo y que bueno que al menos una vez se olvidó de sus tendencias politicas y de sus odios partidistas. Muy buen articulo, bastante ilustrativo sobre la situación de muchas mujeres en el país. Esta divulgación contribuye a crear conciencia sobre el respeto entre los seres humanos
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Excelente columna como siempre
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Martica hay muchos casos en que la mujer por su baja autoestim se gana los atropellos y malos tratos.x antioquia.eje cafetero y valle es muy comun ver mujeres lindas trabajadoras y hasta profesionales metidas con cualquier lacra pelagatos.de ahi que esas zonas son muy dadas a las prepago de novio o marido muerto de hambre
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