
Cada año la capacidad que tiene el Planeta para proveernos recursos, se agota antes de lo usualmente esperado en cada país.
En aproximadamente 7 meses que lleva corrido el año, los seres humanos a través de nuestro sobreconsumo acelerado ya logramos llevar a tope esa importantísima capacidad que tiene la Tierra para que de manera natural, nos provea los recursos básicos.
Ojo, de manera natural.
Atención a este dato de la National Geographic: países como Qatar y Luxemburgo agotaron sus recursos en menos de dos meses de transcurrido el año, y Estados Unidos, Australia, Finlandia, Bélgica, y Dinamarca, en 3.
En estos momentos estamos utilizando 1.7 Planetas Tierra. Si logramos reducir sustancialmente el consumo de alimentos cárnicos, y el desperdicio de alimentos, es posible atrasar esta fecha fatal en 38 días.
Generalmente estos datos son calculados por la organización internacional, Global Footprint, quien asevera que ya excedimos en un 74% la capacidad que tienen nuestros ecosistemas de regenerar cada recurso natural.
Según la gráfica de dicha Organización, la fecha para Colombia puntualmente, pareciera llegar la primera semana de noviembre.
Recordemos que en este escenario es importante tener presente que el cálculo que los expertos realizan en aras de saber más o menos cuánto le queda a la humanidad cada año, es dividiendo la capacidad de la Tierra entre la huella ecológica de la humanidad (cuánto necesita consumir del Planeta de manera natural), y se multiplica por los 365 días del año.
A pesar de que el Planeta ya entrara en saldo rojo, entiendo que la curva se ha venido manteniendo y esa estabilización puede deberse a la desaceleración económica que la Pandemia nos dejó.
De todas maneras, el desperdicio anual de alimentos alcanza casi el 40% y el desgaste de los ecosistemas es muy fuerte. El equilbrio ecológico que tanto he mencionado en otros artículos, se ha ido perdiendo a causa de la tala indiscriminada de árboles, los voraces incendios, la pesca de arrastre, el asentamiento en zonas de reserva, en fin.
En 1970 el día que se le conoce como el de la sobrecapacidad de la Tierra, se marcó aproximadamente para finales del mes de diciembre. 50 años más tarde, este es el fatal escenario.
Artículos científicos sugieren que hay tres principales medidas que podrían ayudar a mitigar este escenario:
El primero se enfoca en la conservación clásica promovida por las grandes organizaciones ambientales, donde se asevera que se requiere asegurar aproximadamente la mitad del Planeta, para garantizar el 85 % de la biodiversidad.
La segunda es la restauración de los ecosistemas que han sido brutalmente desgastados como las zonas de manglares (que son los pulmones de los mares), los arrecifes, y por supuesto, bosques nativos.
Y la tercera, es la implementación de la agricultura regenerativa y sostenible, enfocada también, a las prácticas pesqueras.
Los invito nuevamente a que nos sumemos a la iniciativa global de alargar la fecha de la superación de la capacidad de la Tierra, a enterarnos un poco más de las iniciativas locales que buscan cada vez más estar alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Si va a botar comida a la basura, pedir demás en un restaurante, o comprar mercado exageradamente sin calcular bien sus necesidades, piénselo dos veces.
He recibido últimamente algunos comentarios de lectores que consideran que la crisis climática es una fachada o que simplemente es una farsa para perseguir intereses perversos. Muchos eventos como los incendios, son provocados en algunas ocasiones por industrias cuestionables que buscan ganar terrenos de manera ilegítima para sus cultivos. Esto claro que ocurre, por ejemplo. Pero desconocer que la ciencia está equivocada en que el Planeta no está sufriendo un grave calentamiento y desestabilización de su funcionamiento natural, me parece un poco arriesgado.
¿Qué opinan ustedes, estas cifras serán una fachada?
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