¿Cuántos años tuvieron Iván Duque, Álvaro Uribe en sus dos períodos y Andrés Pastrana, al frente de los destinos de Colombia? Todos sabemos que Duque, 4; Uribe, 8 y Pastrana, 4. ¿En qué situación social dejaron al país? Todos sabemos que en la más terrible miseria. Ninguno de ellos se preocupó por conocer si todos los colombianos comíamos una, dos o tres veces al día. Pastrana dejó al país que lo eligió, esperanzadamente, sumido en la más triste desolación. Uribe y su partido aprobaron leyes que empobrecieron terriblemente a las clases media y baja. Sus tres huevitos desataron la violencia y pobres e inocentes soldados y civiles tiñeron de color rojo el territorio colombiano a causa de los litros de sangre que dejaron los falsos positivos cometidos por los militares, forzados por la orden de presentar resultados y obtener reconocimientos con copia a la hoja de vida y, también, conseguir permisos y dinero para divertirse. ¿De dónde venía la orden? Aún no se atreven a decirlo…
Duque fue sacado del sombrero mágico del Centro Democrático. Un candidato que hacía “cabecitas” con el balón de fútbol, que tocaba la guitarra, que era joven, que hablaba el lenguaje de Maluma, que cantaba vallenatos y hacía muchas cosas que lo hacían ver como un candidato del pueblo… Y, además, era el que decía Uribe… ¿Para qué votar por otro? ¡Ese era! Y el pueblo lo escogió… Dios le mandó una de las plagas (el cóvid-19) y comenzó el éxodo de venezolanos a Colombia, podría jugar esto en favor de él, pero el país se fue derrumbando y él se dedicó a raspar la olla hasta más no poder y comprometer vigencias futuras para terminar obras que habían comenzado en el cuatrienio anterior, para mejorar un poco su deteriorada imagen. Asimismo, firmó contratos que era mejor dejarlos al nuevo gobierno. Además, la deuda externa subió, los cultivos ilícitos aumentaron, la inseguridad se convirtió en la preocupación de todos. Y desafortunadamente, se perdieron cuatro años para obtener la tan anhelada paz que sólo los de su partido no quieren, no nos explicamos por qué.
Hoy, por voluntad soberana del pueblo, está rigiendo el destino del país Gustavo Petro, un hombre que perteneció al M-19, que fue guerrillero, que es de izquierda… ¿Acaso todos los que lucharon por la libertad e independencia de nuestra nación del yugo español no tuvieron que irse a la clandestinidad y batallar hasta conseguir que hoy seamos un pueblo libre y soberano?
En Colombia, el liberalismo siempre se asimiló como un partido de izquierda; mientras que el conservatismo se consideró de derecha. De la misma manera, en EE. UU., los demócratas son de izquierda y los republicanos de derecha. Y así, con diferentes nombres, sucede en todos los países del mundo. ¿Entonces, qué ofensa tratan de hacerle a Petro y a los que comulgamos con las ideas liberales, diciéndonos “izquierdópatas”? ¿Es el Centro Democrático un partido de derecha o es un híbrido?
A los colombianos no nos interesa si el gobernante es de derecha, izquierda, centro, híbrido o lo que sea. Nos interesa que mejore las condiciones sociales, políticas, económicas, ambientales… Qué haga de Colombia un mejor país.
A los colombianos no nos interesa que el nuevo gobierno tome una decisión diferente a la que propuso en campaña, si se da cuenta de que hay una más conveniente.
A los colombianos no nos interesa, si María Cabal, Paloma Valencia, Margarita Restrepo, Álvaro Uribe, los del Centro Democrático, Íngrid Betancur, Enrique Gómez, Andrés Pastrana, Mario Hernández y todos los Caínes de este país sólo sepan emitir tweets, censurando todo lo que hace el nuevo gobierno, sino que las condiciones vayan mejorando. Apenas van 11 días de haber asumido Petro y quieren que les arregle lo que dejaron de hacer o hicieron mal durante tantos años sus gobiernos.
A los colombianos no nos interesa, si alguno de estos envidiosos se va para otro país. Que lo haga y verá que allá también van a pagar impuestos, tal vez, más altos y van a ser uno más.
Todos los días me pregunto: ¿Esta gente no sabe sino estar pegados al Twitter? ¿Qué proyectos de ley habrán presentado desde cuando ingresaron al congreso a ganarse la millonada que les pagamos los colombianos? ¿Qué entenderán por “ser opositores”? ¿Cómo serán en sus hogares y cómo serán sus hogares? ¿Qué pensarán hacer con tanta plata? ¿Algunos de ellos tendrán temor de Dios?
¡Dejen de trinar y trabajen más, por favor!
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