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“Cuando la dictadura es un hecho, la revolución se convierte en un derecho”

Víctor Hugo

En Colombia, existe la creencia de que los llamados partidos de izquierda son los únicos revolucionarios. Si buscamos en internet un significado que se acerque a este término, nos dirá que viene del latín revolutio, que quiere decir “una vuelta” y que revolución es un cambio social fundamental en la estructura del poder o la organización que toma lugar en un periodo relativamente corto o largo dependiendo la estructura de la misma, (RAE).

No creo que ser revolucionario sea un estigma, ni que sólo los llamados partidos de izquierda sean revolucionarios.

Cuando las instituciones son vulneradas no debe tenerse en cuenta si se es de derecha o de izquierda. Ahora, ¿qué es la derecha y qué es la izquierda?

Estos conceptos provienen de la Revolución Francesa (1789), por cuestiones fortuitas, pero no porque los llamados “de derecha” sean de mejor clase que los llamados “de izquierda”, y que estos últimos son lo peor que le puede pasar a un país, departamento, distrito, municipio… En fin, cualquier lugar.

En nuestro país, se utilizan palabras peyorativas como “izquierdópatas” (muy utilizada por la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático), para ofender y menospreciar a quienes no pertenecen a las clases altas, disienten con ellas o han estado en grupos políticos que, desde el monte, combaten a los gobiernos de turno. Aunque, ya ese partido ha aceptado en los cuadros que se conforman para sus representaciones legislativas a personas que no pertenecen a las élites, debido a que ya no hay integrantes políticos por convicción, sino por “convocatorias”. Una especie de castings que se hacen para películas, telenovelas, modelaje… También, han tenido exguerrilleros del M19 y otros grupos, tales como: Rósemberg Pabón (el famoso Comandante 1, de la toma de República Dominicana), Everth Bustamante, Angelino Garzón… No entiendo si esos fueron guerrilleros buenos. Distintos a Petro. Sin embargo, en estos tiempos todo el mundo olvida, lo que hizo o dijo en los trinos y mensajes que escribieron en el pasado en las redes sociales. Lo que hoy censuran, antes era bueno y viceversa. Todo depende de la conveniencia.

Por otra parte, hoy en día, en Colombia se rasgan las vestiduras por lo que está pasando en Venezuela y condenan la dictadura de Maduro, pero olvidan que en Colombia han existido muchos periodos dictatoriales disfrazados de democracia. O, acaso, no se han dado cuenta de que el poder lo han tenido por más de 50 años las mismas familias: los López (Pumarejo y Michelsen), 12 años; los Santos (Eduardo y Juan Manuel), 12 años; los Ospina (los dos Mariano y Pedro Nel), 11 años; los Lleras (Alberto y Carlos, sin contar vicepresidencia), 12 años; los Pastrana (Misael y Andrés), 8 años; Uribe, 8 años. Y aquí no cuento a los mandatos “en cuerpo ajeno”.

¡Y tienen el cinismo de hablar de Cuba y Venezuela! Lo mismo pasa en el legislativo: “si no nos unimos en el 2026, no volveremos a recuperar el poder”, dijo Efraín Cepeda en entrevista al diario El Heraldo de Barranquilla.

¿Quiénes no recuperarían el poder, Senador?

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