En 2016 no deje tiradas sus metas, comprométase con ellas.
Año a año todos hemos visto como algunas de nuestras metas quedan en borrador porque, en medio del proceso para conseguirlas, no nos alcanza la fuerza de voluntad. Y es que esa cualidad esquiva, como la denominó la American Psychological Association, es determinante para alcanzar nuestros propósitos cualesquiera que estos sean.
Para no vivir una nueva decepción en 2016, y dado que estamos en una época en la que la gente realiza resoluciones de año nuevo, me puse a la tarea de investigar un poco acerca de qué acciones y mecanismos se deben adoptar para impedir que la falta de voluntad topedee la consecusión de nuestros objetivos.
Y a pesar de haber mucha literatura sobre el asunto, que va desde pasquines motivacionales de superación ligados a religiones desconocidas hasta ensayos académicos de importantes asociaciones de psicólogos, no me fue fácil encontrar un esquema efectivo de refuerzo a la voluntad que combine estudios científicos y escenarios prácticos.
Sin embargo, logré encontrar lo que buscaba, un método basado en los aportes de la neurociencia, la psicología y la gerencia de proyectos para ayudar a las personas a cumplir sueños: el método de la Fundación Red Salto, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a las personas a alcanzar metas a partir del reconocimiento de la fuerza de voluntad como uno de los factores clave para alcanzar aspiraciones y objetivos.
En su trabajo cotidiano con personas que persiguen metas, la Fundación Red Salto ha encontrado que todas las personas tenemos fuerza de voluntad, pero que la malgastamos a lo largo del día.
¿Qué es la fuerza de voluntad?
Es la energía que se requiere para regular nuestro comportamiento y lograr postergar una satisfacción inmediata a favor de un objetivo futuro. Esta energía, que no es infinita, es susceptible de ser mal utilizada, lo que lleva a las personas a estados de agotamiento que los hacen más susceptibles a la pereza y a las reacciones impulsivas.
¿En qué situaciones es necesaria la fuerza de voluntad?
La fuerza de voluntad se usa en 4 situaciones:
- Para mantener la atención en una misma actividad durante largos periodos de tiempo, sobre todo cuando queremos renunciar a ella o cuando tenemos sentimientos de apatía, pereza, desinterés o jartera absoluta.
- Para tratar de ignorar nuestros propios pensamientos. Es decir cuando nuestra mente nos sugiere que abandonemos lo que estamos haciendo para ir a tomar unas cervezas.
- Para controlar nuestras propias emociones y estados de ánimo, pues muchas veces las emociones como el mal humor o la ira sobrepasan nuestra capacidad de gestión y de concentración.
- Para sosegar impulsos y reacciones, lo que también se denomina como autocontrol.
¿Cómo se malgasta la fuerza de voluntad?
Hay dos factores que drenan nuestras arcas de fuerza de voluntad sin siquiera darnos cuenta de que perdemos este recurso escaso y útil: el estrés y la necesidad de atender varios asuntos a la vez.
10 Recomendaciones para usar mejor la fuerza de voluntad.
- Comprométase seriamente con una meta y asígnele tiempo y recursos.
- Evite tener objetivos que demanden fuerza de voluntad en paralelo o que compitan entre sí por tiempo y recursos.
- Tenga claro su proposito y los estándares que quiere alcanzar. Asegúrese de saber muy bien hacia donde se dirige y qué resultados específicos espera obtener.
- Planee lo que va a hacer cada día en relación a su meta de largo plazo. Planear la utilización de cierto tiempo para construir un sueño permite tenerlo presente de forma permanente.
- Recuerde su meta de largo plazo todos los días. Utilice recordatorios estratégicos con los que tenga contacto en sus jornadas.
- Haga listas de tareas puntuales en vez de globales. Escriba “llamar a pedir la cita con el Dr. Pérez” en lugar de “ir al médico”.
- Mida y monitoree sus resultados con frecuencia para aumentar la consciencia de su comportamiento y así tomar mejores decisiones.
- Comparta sus resultados con su pareja, con un amigo, o con un grupo de personas que tengan objetivos similares. Comparar sus resultados con el de otros, o tener la presión de rendir cuentas de su avance a otras personas, le ayudará a mantenerse en foco.
- Trabaje en un ambiente ordenado. La sensación de orden y disciplina aumenta el sentido de autodisciplina en otras áreas.
- Busque crear hábitos positivos y convierta comportamientos inicialmente demandantes de fuerza de voluntad en acciones frecuentes y rutinarias.
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