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Recientemente el candidato presidencial por el partido demócrata Joe Biden ha sido acusado de acoso sexual por Tara Reade, quien entre Diciembre de 1992 a Agosto 1993 trabajó como asesora para el entonces senador Biden en el capitolio. 

Según Reade, los miembros del equipo de Biden le pidieron a ella hacerle llegar una talega. En el momento en que se la entrega al entonces senador de Delaware, en un corredor en el capitolio, Reade afirma que Biden la atrapó contra una pared y usó su rodilla para abrirle las piernas y meterle los dedos entre las piernas. 

En el momento en que Reade pudo empujar a Biden, esta afirma que el senador le dijo que había escuchado que a Reade le gustaba el senador, intentando justificar su accionar. Biden, al ver la reacción de esta, se enfureció y le dijo a ella que no era nada para el y después de esto, afirma Reade, el exsenador la cogió de los hombros y le dijo que ella estaba bien que no había pasado nada, antes de irse del corredor. 

Según un artículo del ‘New York Times’, Reade afirma que después del suceso, decidió ir al baño para recomponerse, antes de ir a su casa y llamar a su madre, mientras lloraba en el carro. Al hablar con su madre, esta le pidió que reportara inmediatamente el incidente ante las autoridades. La entonces asesora de Biden decidió reportar el acoso por parte de Biden ante Marianne Baker, quien era la asistente ejecutiva del senador, y a Dennis Toner y Ted Kaufman quienes eran los asesores más importantes de este (Lerer, Ember 2020).

Reade afirma que, a raíz de su reporte, el personal de la oficina del entonces senador Biden le fueron quitando sus responsabilidades y, asimismo, la cambiaron de oficina. Adicionalmente, asegura que miembros del equipo de Biden hicieron el ambiente de trabajo incómodo para ella y que, tiempo después, Kaufman le dijo que ella no encajaba bien en la oficina del senador y que le daba un mes para buscar otro trabajo. Tara Reade nunca pudo volver a conseguir un trabajo en Washington. 

Por su parte, Kaufman, amigo de Biden y jefe de personal cuando este era senador, afirma, según el ‘New York Times’, que no conoce a Tara Reade y no le reportó el caso. Que de haberlo hecho, él se acordaría. Por su parte, Toner afirma que las acusaciones contra Biden son contrarias a su carácter y, al igual que Kaufman, afirma que no se acuerda de ella ni de la conversación que Reade asegura que existió (Lerer, Ember 2020).

La campaña presidencial de Biden publicó un comunicado de Marianne Baker, secretaria ejecutiva de Biden entre 1982-2000, en el cual declara que ella “nunca presenció, escuchó o recibió ningún reporte de conducta inapropiada, no de la señora Reade, o de ninguna otra persona” (Lerer, Ember 2020). Baker también ratifica que “ella no tenía conocimiento o recuerdo de lo mencionado por Reade…” (Lerer, Ember 2020)

La exasesora del entonces senador Biden manifiesta que, después del incidente, ella no sólo le contó a su madre, sino también a su hermano, y a una amiga cercana, sin embargo, nunca quiso reportarlo ante las autoridades o acusarlo ante los medios de comunicación por miedo a las posibles represalias. Reade fue parte de un grupo de mujeres que, anteriormente, habían acusado al candidato presidencial de comportamientos incómodos contra las mujeres, aunque no quiso en ese entonces mencionar el acoso.

A su vez, Joe Biden afirma que esta acusación es falsa. Que desconoce el motivo de Reade para hacer esta acusación y que sin duda debe investigarse, afirmando con certeza que está siendo falsamente acusado. Lo más sorprendente es el silencio del partido demócrata en esta situación. Este partido, que no ha apoyado a Biden ni a Reade, ha intentado mantenerse al margen de las acusaciones por miedo a dividir el partido internamente. Según un artículo de ‘Politico, el 40 % de los votantes menores de 45 años, quienes mayoritariamente apoyaron a Sanders, afirman que el partido debe escoger otro candidato presidencial, mientras que sólo el 15 % de aquellos mayores de 45 coinciden con este pensamiento. En una encuesta hecha por Monmouth el 45 % de posibles votantes entre 18-34 afirman que la acusación de Reade es probablemente verdadera. 

Sin lugar a duda, estas acusaciones deben tomarse en serio. Tanto los medios de comunicación, como la justicia, deben buscar evidencia y creer la acusación de Tara Reade. Los casos de acoso sexual, por su naturaleza, son difíciles de probar, y más aún cuando son contra una persona que detenta un importante poder y el caso se convierte en una situación de la palabra del acusado y acusador. Sin embargo, todos los casos de acoso sexual deben ser investigados y, en caso de que se compruebe la acusación contra Biden, sobre este debe caer todo el peso de ley.

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MARIO CARVAJAL CABAL

Internacionalista y Ayudante de Investigación en una Consultora Geopolítica

Twitter: @Mariocarvajal9C

 

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