Ya lo sabíamos, no necesitábamos estudios para eso: los colombianos trabajamos como locos, “de sol a sol”, pero eso no quiere decir que somos mejores. Lo único que significa es que trabajamos más. No sabemos optimizar el tiempo. Y eso está mal, porque por andar trabajando olvidamos a nuestras familias, ya no le dedicamos tiempo al cumpleaños de la mamá, a jugar con los hijos, o ya no invitamos a cenar a la pareja porque “ya iremos el fin de semana”.

El estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, arrojó que Colombia es el lugar con el peor balance entre calidad de vida y trabajo, con 0.9 sobre 10. No sacamos ni 1, ¡nos rajamos con ganas!


Yo también caí en eso, aún estoy. Pero me estoy tratando de salir, preocupado porque dejé de vivir por andar trabajando. Justo por eso escribí entradas como “4 claves para manejar tu tiempo” y “Que el trabajo no nos robe la felicidad”, ambas enfocadas en cómo optimizar el tiempo. Y ahora que estoy dando mentorías a emprendedores, me estoy enfocando mucho con ellos en la eficiencia a la hora de trabajar, basándonos en herramientas y técnicas que permitan trabajar mejor, lograr los mismos resultados (o más), en menos tiempo.

AFP PHOTO/MARTIN GERTEN

Hoy en día, en parte debido a herramientas como WhatsApp y a los celulares, estamos conectados todo el tiempo, así que nuestros clientes sienten que estamos disponibles 24 horas al día, esperan respuestas inmediatas aunque sea de noche, fin de semana, o en horas de almuerzo. Y eso es culpa no solo de los clientes, sino también nuestra porque les respondemos. Los malacostumbramos a que estamos “siempre” y no respetamos nuestros horarios de descanso. Esta escena es muy común, tristemente: Estás con tu pareja, cenando y hablando, cuando se ilumina la pantalla del celular por un mensaje de WhatsApp. Lo natural es que lo ignores, pero no. Somos tan tarados que agarramos el celular y respondemos inmediatamente, porque “puede ser urgente”, aunque casi nunca lo es. Eso es una falta de respeto contigo y con tu tiempo libre, pero también con tu pareja. Aplica para hijos, familiares o amigos.

Tu tiempo libre es eso: Libre. No para trabajar, no para responderle a tu jefe o a un cliente. Además, nada más maluco que uno estar hablando con alguien y que esa persona se ponga a mirar el celular. ¿Ya han hecho la prueba de coger el celular en una reunión de varias personas? Automáticamente todos los demás también cogen el celular. El que no lo hace y se queda esperando que los demás terminen, ese es el que me cae mejor, porque es el más respetuoso de los demás, o el que más valora las amistades a la antigua. las presenciales.

¿Por qué trabajamos tanto?

Trabajamos y trabajamos para ascender o para tener más dinero. Ese es el enfoque equivocado: no se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor. El éxito profesional es importante, pero hay que cuidar que no se haga por vanidad: Tengo el mejor carro, el mejor cargo, la mejor oficina. Pero igual nunca los disfruto por andar trabajando.

Empiezas a renunciar a amigos, a tus pasatiempos, a tu familia. Aplazas la celebración familiar para dentro de dos semanas cuando regreses del viaje de negocios. Pero es que tu hija cumple años hoy, no en dos semanas.

Trabajas tanto que finalmente llegas a la soledad de la cima».

La vida se trata de ser felices, pero confundimos el éxito con felicidad. Me explico: Uno quiere ser exitoso para ser feliz, pero busca ese éxito trabajando tanto que se le olvida ser feliz, básicamente porque no tiene tiempo. La felicidad no está en tener una casa grande, sino en compartirla con la familia.

Aprender a decir que no

Con el mundo tan competitivo en que vivimos, da miedo decirle al jefe que no, pero es necesario. Pasa mucho que alguien renuncia (o lo renuncian) y en lugar de buscarle reemplazo nos asignan a nosotros su trabajo, pero no nos asignan el aumento de salario. O hasta de pronto sí, pero tampoco se trata de la plata: nos dejan tanto trabajo que, aunque ganemos más dinero, no tenemos tiempo para disfrutarlo. Y adiós familia, adiós amigos, adiós pareja. ¿En serio lo vale?

Hay que saber decir que no cuando no se puede. Los jefes también son seres humanos y si les explicamos la situación, puede que entiendan. Y si no entiende, es un mal jefe y es hora de buscar otro trabajo. Estudios también confirman que un mal jefe es la mayor razón de deserción laboral, no un bajo salario, no una carga laboral: El jefe. Pero ese es tema para otra entrada. (Y les quedo debiendo el estudio, eso lo leí hace rato).

También hay que saber decirle que no a los clientes: A veces da miedo cobrar de más, da miedo no aceptar todos los trabajos o todos los clientes, y nos llenamos de trabajo y responsabilidades, todo por la plata. Pero cuando tenemos mucho empezamos a fallar, empezamos a ser mediocres por querer abarcar más, y de eso no se trata. Así como se optimiza el tiempo, se optimizan los clientes. De paso, lean sobre la Ley de Pareto.

El verdadero regalo es el tiempo».

Amigos, uno no vale por el cargo sino por quien se es. El bien más preciado no es la plata, es el tiempo. La plata la usamos para comprar tiempo: tiempo de calidad con la familia o amigos, tiempo para disfrutar. De nada me sirve la última consola de videojuegos si solo sirve para llenarse de polvo. De nada sirve comprarle el mejor regalo a un hijo si uno no lo ve abriéndolo. El verdadero regalo es el tiempo que invertiste buscando el regalo o compartiendo con esa persona.

Consejos para optimizar el tiempo

Bueno, pero ya me alargué mucho en esta “charla aspiracional” y esto no se trata de decir cosas bonitas pero no entrar en acción, no hacer cambios. Hay que hacer, optimizar el tiempo de verdad y no solo pensar “qué bonito sería”. Yo he cambiado mucho mi manera de trabajar, y ahora estoy trabajando mucho más tranquilo que antes. Disfruto más la vida. Aunque aún me falta mucho para llegar a ese nivel ideal, les voy a compartir los tips que más me han servido (algunos también están en esta entrada “9 trucos para optimizar el tiempo”):

  • Concéntrate en una tarea. Si estás escribiendo, escribe. No respondas WhatsApp, ignora el teléfono –mientras escribo esto he recibido 10 mensajes y los estoy ignorando; créanme, el mundo no se acaba si me esperan 30 minutos. Tampoco entres a Facebook. ¡No! Para eso te recomiendo la Técnica Pomodoro, que consiste en trabajar en bloques de 25 minutos y descansas 5. Pero sagrado.

Espero que los consejos les sirvan. A mí me han ayudado mucho y quisiera haberlos usado antes, al menos hace un par de años. Habría disfrutado más la vida en ese entonces. Les confieso que yo vivía amargado y estresado. Desde que empecé a optimizar el tiempo vivo más tranquilo. ¿Ustedes tienen otros trucos? Compartan, no sean malos. Uno se muere y nada se lleva.

Por otro lado, a los que me han preguntado por mentorías, sí: yo asesoro emprendimientos y emprendedores, en marketing digital, estrategia de negocio y marca personal. Como les mencioné más arriba, acá podemos coordinar agenda y separar una hora o dos para que charlemos. También estoy renovando mi sitio web, omargamboa.com. Faltan algunos detalles, sobretodo de texto, pero ya me sabrán perdonar, ya los estoy ajustando.


Por el lado de los PremiosTW, todo va súper bien. Esta semana firmamos el primer patrocinador (lo anunciaré en redes), así que todo listo para el evento en que premiaremos lo mejor del contenido en Redes Sociales, el 21 de noviembre en Armando Records en Bogotá. En mi blog personal estoy contando la historia del evento, con todo lo que ha pasado desde el 2009, todo lo que hemos sufrido, jajaja.

Nos leemos acá en una o dos semanas, o todos los días en LinkedInTwitterInstagram y Facebook.

¡Gracias por leer y por sus comentarios! Se les quiere.

@OmarGamboa


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Algunas entradas anteriores: «La verdad de vivir solo«, «El país de la doble moral«, «La DIAN nos tiene jodidos«.