Si mi vida fuera una historia medieval, con caballeros, armaduras y esas cosas, el dragón sería Petro y los ogros los taxistas. No hay semana que no pelee mentalmente con uno y con otros, pero no siempre les cuento. Primero porque los aburro, segundo porque este blog ya no sería «Marmotazos» sino «Petradas» y así no lo lee ni mi mamá.
Bueno, hoy hablemos de los ogros. Hablemos de los taxistas y del llamado «Día sin taxi» que nació precisamente por los blogueros, de lo cual me siento orgulloso. Es satisfactorio que lo que escribe en su blog una persona del común, como ustedes o como yo (más yo que ustedes, que soy más común que un pan de $300), se convierta en una noticia tan masiva como lo fue la del Día sin Taxi. El post fue escrito por Alejandro Moñino y lo encuentran acá: «¿Y si los usuarios les hacemos paro a los taxistas?«. Esa publicación fue compartida más de 25 mil veces en Facebook y cerca de 400 en Twitter. Eso es aproximadamente un jurgo.
Gracias a esa entrada, se creó el evento en Facebook convocando al día sin taxi para el 17, justo un día después al paro convocado por los taxistas. Lorena, Félix asumieron el liderazgo y se pusieron la camiseta. ¡¡Lo sé porque yo los vi!!. Y ese evento tuvo 34 mil «asistentes». Mejor dicho, había al menos 34 mil usuarios indignados que de alguna manera lo estaban manifestando. La cosa hizo tanto ruido que, sin imaginarnos nada, empezaron a llamar de medios de comunicación a preguntar por la iniciativa.
Hoy 19 de marzo (día del hombre, según me dicen, así que recibo regalos y todo eso), ya es hora de hacer un balance del Día sin Taxi. Leí bastantes personas burlándose de la iniciativa. «El día sin taxi es la nueva ola verde», por ejemplo. Porque fue exitosísimo en redes sociales pero en la práctica no pasó nada. Y son las mismas personas que se burlan de todo, se indignan por todo, pero a la final no hacen nada. Hay gente así.
Claro, un éxito absoluto e indiscutible de la jornada habría sido que nadie se suba a un taxi ese día, que uno solo vea taxis desocupados o parqueados, y eso no pasó. Es imposible que en una ciudad con 8 millones de habitantes (no sé si esa es la cifra, les confieso que no fui al DANE a averiguar, perdónnnnnnnnn), nadie coja un berraco taxi. Debemos ser sensatos y saber que hay muchas personas con necesidades, que los buses no son los más amigables, que no todos pueden irse en bicicleta o a pie. No esperábamos eso, a ver, tarados no somos. Así que decir que el día sin taxi fue un «fracaso total» porque va un taxi con un pasajero por alguna calle de Bogotá es sencillamente ridículo.
Reporto total fracaso en el #DiaSinTaxi pic.twitter.com/6hYVgicH9z
— Camilo Andrés García (@hyperconectado) March 17, 2015
Las personas que se quejan por todo pero no hacen nada, luego están indignándose porque les subieron la cuota en la tarjeta de crédito y convocan marcha a las oficinas del banco. Marchas de 3 ¡¡y hasta 4 personas!!.
Un amigo, el artista @Guille_D, me dijo del día sin taxi que caminó media ciudad con instrumentos al hombro, por apoyar la iniciativa: «de mi casa a Transmi, de Aguas hasta la Plaza de Bolívar, luego Transmi en la 10ma con un transbordo ridículo hasta el sur, luego Chapinero caminata desde la 45 hasta la 68, luego Transmi hasta Alcalá, caminata hasta la 140 con 11, luego la misma caminata hasta Transmi hasta la 100, caminata hasta la 100 con 54». Eso es apoyo total. Admirable. Se merece una tarde en un spa. O al menos masaje de la novia.
Ahora les voy a decir por qué fue un éxito el ejercicio del día sin taxi: Primero, porque por primera vez se puso en la discusión al usuario. Normalmente las noticias alrededor de paros con taxistas viene de la amenaza de ese gremio, van, bloquean la ciudad, hacen lo que quieren, y el estado se arrodilla y les da lo que quieren. Los taxistas dominan la ciudad, aceptémoslo. Tanto así que un taxista se da el lujo de declarar a Bogotá «objetivo militar». ¿Ah? ¿Podrá ser?
(Leer «La Secretaría de Movilidad nos da contentillo» y «Estamos mendigando un servicio«)
Segundo, nosotros, los usuarios, pusimos a los medios a hablar del tema. Primero con la convocatoria, luego con un balance. ¿Cuándo había pasado eso? ¿Cuándo los medios de comunicación le habían prestado atención al usuario del taxi? Jamás. Pero eso no es nada, la verdad. Eso son palmaditas en la espalda. Lo que, para mí, es realmente significativo de ese día sin taxi fue lograr que los taxistas levantaran su paro del 16 de marzo.
Un gremio como ese paraliza la ciudad cuando se le antoja, rompe vidrios de busetas porque amanecieron de mal genio, bloquea la autopista norte porque quiere acabar con la «amenaza» de UBER, declara objetivo militar a Bogotá, manejan borrachos y estrellan otros vehículos sin que la policía haga nada (esto me consta, le pasó a una amiga), no presta su servicio porque «por allá no va», cobra lo que su buen corazón le diga ese día. Por primera vez, los usuarios logramos que se levantara un paro de taxistas, «porque no le podemos hacer eso a nuestros clientes». ¿PERDÓNNNNN? Ay, tan lindos, carajo. Cojámosles los cachetes a los taxistas, muchos queridos cañajo.
No señores, ese paro de taxistas se levantó porque los usuarios por fin protestamos. El señor Hugo Ospina, dirigente gremial, logra que la Ministra de Transporte y el Ministro de Trabajo declaren ilegal a UBER, se da el lujo de grabarlos en video y mandarle un mensaje a los taxistas.
Pues don Hugo (que me pareció muy amable), el 16 de marzo no solo declara que no hay paro de taxistas, sino que ¡¡van a dar carreras gratis!! Y dice en Noticias Caracol que lo único que él quiere es que se preste un servicio amable, le pide a los taxistas que sean cordiales con los usuarios. Con decirles que hasta nos recibió una milhoja y comió rico esa mañana. Mi mensaje para el señor Hugo es que, si se logra todo lo que nos dijo ese día, los usuarios quedamos satisfechos: que los taxistas sean amables, que nos traten bien, etc. etc.
Puedo dar fe de que desde el 16 los taxistas andan sonrientes y amables con sus pasajeros. Un amigo español me contó que esa noche tuvo que subirse a un taxi y hacer recorrido para dejar a sus 4 compañeros en varios hoteles de la ciudad. ¿Qué habría pasado normalmente? «Uy no chino, yo no lo llevo, ¿cree que esto es ruta escolar? No señor, ¡SE ME BAJA!». ¿O me equivoco?
Perdónenme señores, pero si esa amabilidad temporal se vuelve real y permanente, si los taxistas empiezan a prestar un servicio de verdad, si nos llevan donde los pasajeros necesitamos, si dejan de sacarnos a pata de los taxis y a mentarnos la madre porque no tenemos «sencillo»… si eso pasa, para mí es más que suficiente. ¡Eso es lo que queremos! (leer «Gracias señor taxista por ser amable»). Los usuarios no queremos que los taxistas se queden sin trabajo; no queremos verlos en una esquina pidiendo limosna. Lo que pedimos los usuarios es respeto y amabilidad. Si eso se logra, la jornada fue un éxito.
Ahora lo que resta es que los usuarios no perdamos el impulso. Que si un taxi nos trata a las patadas, lo grabemos en video y lo compartamos. A eso le comen más los taxistas que a un ministro, ya sabemos.
Muchas gracias a los que han estado pendientes de la continuación de la historia de La Tenista. Esa historia bien puede acabar ahí, pero vamos a continuarla pronto. Me salté el pasado jueves por ocupaciones varias. Los PremiosTW están encima y no puedo descuidarlos. Son el 9 de abril y van a estar un hit. Ya tenemos dos presentaciones artísticas y falta la tercera que parece que será un hit de lulo completo. También estamos en el proceso de confirmar al presentador (o presentadora, la Ellen Degeneres colombiana, ¡ja! ). También estamos cerrando los últimos patrocinadores, entre los que ya está Claro. Mi agradecimiento con ellos.
Los que quieran más información, el sitio web es PremiosTW.co, en Twitter @PremiosTWCo, en Facebook PremiosTW y en Instagram @PremiosTWCo. Vamos a sortear invitaciones para que mucha gente pueda ir.
Nos vemos en ocho días, procuraré no dejarlos sin #marmotazo. Va la madre.
También estoy en Facebook, Linkedin e Instagram.
Aquí empezaron los Marmotazos y acá encuentran los Premios Twitter Colombia.
Goes the mother porque efectivamente nos dejaste sin marmotazo.
El jueves llegue tarde a una cita porque un taxista se nego a llevarme al barrio del lado buuu
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¿En serio? Qué descaro los taxistas. A veces pienso que es pelea perdida.
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Ay no, adiós para siempre!
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Muy bien! Comparto que me uní a la convocatoria #DíaSinTaxi porque entre otras cosas pensé que un usuario menos debe notarse de alguna manera (Así tocara afrontar esta ciudad con 7cms adicionales y madrugar media horita más). Ojalá la iniciativa se repita más de una vez, ya que es importante que como ellos los usuarios también nos hagamos sentir.
PD: Con todo el respeto que se merece y la seriedad con la cual trató el tema, mi frase favorita fue: «Eso es apoyo total. Admirable. Se merece una tarde en un spa. O al menos masaje de la novia.» jajajajaja Genio total!!!
Saludos!
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Jajaja. Gracias Sandra.
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La cultura es de lado y lado y si no miremos el bus urbano ,el pasajero que le echa la madre al chófer porque no paro donde sonó el timbre,el conductor que para a media cuadra donde uno saca la mano y lo sube por la parte de atrás.EL bus con 30 pasajeros y no tiene vueltas de un billete de $20.El pasajero que no corre para atrás porque no se va ha bajar»todavía»Ni se diga lo taxis ,el conductor que le tira más retrovisor al usuario como si fuera echando reverso,la emisora de los chistes malos,el ambientador de odorite y por ultimo el pasajero que sube ha almorzar dentro del tapsi por que esta corto tiempo.Aportemos de lado y lado y esto mejora.
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Al señor Gamboa alguien tiene que agregarle que los movimientos colectivos no se logran de la noche a la mañana. Es un tema de educación y de solidaridad, algo en lo que los colombianos no somos campeones, pero si nos lo proponemos lo logramos. El día que la gente vea que un paro para protestar por algo mueve a mucha gente, ese día entenderán que la unión hace la fuerza. Obviamente nos toca hacer algún esfuerzo: el día sin taxi me tocó levantarme más temprano que de costumbre para ir a una cita porque decidí que caminaba las 20 cuadras y no cogía un taxi. No sobra decir que no me hizo ningún daño y estuve tranquilo con mi conciencia todo el día.
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Para mi todos los días son el día sin taxi desde que conocí el servicio de Uber.
Cosas que no escucharas en Uber:
1. Es que yo solo trabajo en el norte
2. Es que voy a entregar el carro.
3. Yo por allá no voy
4. Le vale mas porque me tengo que devolver vacío.
5. Deme sencillo porque no tengo vueltos (pagando una carrera de 8 mil con un billete de 10 mil)
6. Me toca dejarlo por aquí (a dos kilómetros del destino) porque el tráfico esta muy pesado.
7. Si me toca llevar a su amigo a otro destino le cobro dos carreras.
8. Que lo espere un momento???
9. No se preocupe que solo son dos cuadritas en contravia.
10. Que le baje el volumen al radio???
11. No se preocupe por el cinturón que la policía no molesta por no llevarlo puesto.
12. Espéreme unos minuticos mientras le pongo gas. Eso es rápido.
13. Que voy muy rápidos? Que respete las señales de tránsitos? Cual pare??? Que paren los otros.
14. A esta hora los semáforos son de adorno.
15. Y por que le tengo que ceder el paso a una ambulancia?, no le creo que lleve un enfermo.
16. Le vale 20 mil. A esta hora no trabajo con taxímetro.
17. Bájese que no lo voy a llevar. Si quiere llame a la policía o al ejército.
Por que las autoridades se esmeran tanto en atacar un servicio que funciona como Uber, en vez de poner en cintura a los que creen que en vez de prestar un servicio están haciéndonos un favor?
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Jaja «mas comun que pan de 300» ese apunte fue excelente. Que buen articulo, y si, efectivamente no todos los taxistas son iguales. No hay que entrar a generalizar, pero eso no excluye que el servicio que prestan muchos si deja mucho que desear.
No sabia que el paro se habia levantado por ese motivo, pero es que están exigiendo declarar ilegal UBER cuando ellos si prestan un servicio de calidad, con algunas restricciones de acceso, pero excelente. Así que si no se ponen las pilas señores taxistas, en un tiempo será el usuario quien decida que el negocio del taxista es ilegal por la forma como nos tratan como usuarios. Es un gremio con mucho poder que debe también reaccionar porque la dinámica del mercado hace que no siempre las condiciones esten a su favor.
Me encanta leer tus blogs. Exitos en tu evento y esperaré con paciencia para leer un nuevo Marmotazo cuando tengas tiempito de escribir. 🙂
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¡Siempre me arreglas el día con lo que escribes! Gracias 🙂
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Pues por un lado contarle que por ahí lo vi en caracol invitando a no usar taxis… yo lo hice (aunque igual nunca uso taxis si puedo evitarlo jejejej) por otro lado, me parece interesante el punto de vista que tiene respecto a los taxistas y al servicio, ojala y la amabilidad les dure (lo dudo), la verdad es que si tuviera pagaría por el servicio de UBER… Por otro lado, espero con locura el final de la tenista, ni se le ocurra que donde va pude quedar! Salu2!
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Antes que nada quiero darle las gracias por sus historias es bueno encontrar diferentes temas para leer uno se aburre de leer y escuchar todo lo malo de este país EL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN, por otra parte es interesante saber que una iniciativa como la del dia sin taxi dia algunos frutos PERO «mosca en la sopa» lo que muchos no se han preguntado es que paso o pasara laboral mente con las personas que conducían los carros de uber, tengo un vecino que al igual que un taxista maneja estos carros de uber paga una cuota por dia, gasolina, es como muchos colombianos del común con familia obligaciones deudas en fin … Creo en mi humilde opinión que si hubieran regulado a uber con la tarifa de un taxista normal todos saldrían ganando de una forma equitativa y los usuarios tendrían mas opciones de transporte que al fin de cuentas es el primer problema en BOGOTA, y aun que no me quejo de petro pero tampoco estoy de acuerdo con el en muchas de sus acciones Bogotá nunca tendrá una buena administración sea la persona que sea quien ocupe ese cargo siempre primara el interés personal sobre el general por eso Colombia esta como esta, dice mi esposa vivimos en una ciudad de corruptos donde sobrevive el proletariado honesto y trabajador.
Omar no me queda mas que darle las gracias por alegrarnos los jueves.
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AL contrario, muchas gracias a ud y a todos los lectores. Si no fuera por ustedes no escribiría. :’)
*Se limpia la lágrima con una servilleta del almuerzo
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Omar buen día!, excelente reflexión, pienso que cada uno (hablo de los taxistas puntualmente) merece su suerte, como en todas las esferas de la vida, existen unos cuantos h*p´s, (que no se porque me tocan en su mayoría a mi) y otros que realmente se comportan como unos profesionales del volante y de la educación. Por cierto son más escasos que las monedas de mil.
Cambiando de tema mi hermano, hoy me sentí un poco frustrado porque llegué con todas las ganas a leer «Le pasó a un amigo» pero bueno, estaré atento dentro de 8, (creo que me estoy volviendo adicto a esas historias que con esa súper narración, somos muchísimos los que nos identificamos desde el anonimato de nuestros ajetreados corazones.
Saludos!
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Gracias, Santiago 😀
Es satisfactorio saber que hay personas que están pendientes de las historias. En cuanto a lo de los taxistas, sí: hay muchos muy buenos. Ojalá cada vez sean más. Un abrazo.
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wooaw tengo el primer comentario
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Jajajaja. ¿Vamos a darle un premio al que comente primero? 😀
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Aunque no nos cuentes historias y te quejes de petro o los taxistas me gusta leerte.
Bueno la verdad también me quejo de petro 😛
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Jajaja, gracias Stephany. Ya me daba miedo que me rechacen por revoltoso.
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Y que paso con la continuación de «le paso a un amigo: La tenista parte 3»? no seas así!! 🙁
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Algún día, algún día.
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Omar, me encantan tus blog. Y si, yo me uní al paro, sin importar que había gente tomando taxi normalmente. Para mi fue importante, primero, se perdieron la dicha de llevarme y segundo, nosotros también nos cansamos…. por que así como vamos tenemos que comprarles casa al lado de la nuestra para que nos lleven.
El jueves pasado ni trabajé esperando la continuación de la historia de la tenista, para mi esto se volvió plan de jueves…
Gracias por tomarte el tiempo de escribir para que nuestro día a día sea más ameno.
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Jajaja. Gracias por esa «fidelidad». Sé que vienen unas semanas complicadas para mí por el evento que estoy haciendo, pero confío en que pronto pueda escribir como Dios manda. O sea, en versículos y esas cosas.
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Ya subio al pan a 300?, en mis épocas costaba 200…mmmmmm, del resto estoy de acuerdo, obviamente no son todos los taxistas unos groseros, algunos hacen su trabajo bien y honestamente (no podemos generalizar), pero si hay una mayoría y somos muchos los usuarios que nos quejamos que son muy patanes, a nosotras las mujeres tenemos que lidiar con que sean morbosos, groseros y que armen conversaciones que ni nos interesan contestar, que hasta nos inviten a bailar y hasta empiecen a pedir teléfonos (esto es un servicio público, no una agencia amorosa o matrimonial) y ya es hora que empecemos a exigir nuestros derechos, para eso pagamos por nuestro servicio y aun así, si fuera gratis también merecemos que nos traten de manera cordial, si no, pues dedíquese a otra cosa, y yo se que mas de uno piensa que es porque le toca, pues no me parece si uno va a trabajar lo tiene que hacer bien y la necesidad no es justificación para la pataneria, a mas de uno nos ha tocado trabajar en cosas que no nos gusta, pero por esa misma necesidad lo hacíamos bien, porque eramos conscientes que eso nos dio para vivir. HE DICHO…
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Gracias por tu comentario, Dalia. Has dicho que yo debí decir: no todos los taxistas son así. Gracias por decirlo tú y ojalá logremos esa amabilidad que esperamos 🙂
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Ah, y olvidé decir. Vi la noticia de que el pan ahora está a $300 porque todo subió mucho (del dolar para arriba). Entonces ya no es rentable hacer pan de $200.
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Desafortunadamente estamos en Colombia donde todos nos quejamos, pero nadie nos comprometemos.. Por eso los problemas, como el pésimo servicio de los taxistas, y muchos mas, serán tema de nunca acabar, se podran en la mesa momentaneamente y al día siguiente pasarán como una anécdota más.!!!
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Gracias por tu comentario. Ojalá nuestras acciones pasen de ser una mera anécdota. De nosotros depende 🙂
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