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Del partido del domingo anterior sólo quedará en el recuerdo el resultado,  que le sirvió a Millos para continuar, como desde hace doce fechas, en la punta de la clasificación de la Liga Postobón. Aunque el desempeño de los jugadores fue mucho mejor que el lacónico accionar mostrado en el partido ante el Cúcuta, Millonarios a estas alturas del torneo dista mucho del arrollador y efectivo del inicio de semestre.

Es un equipo que se ve ordenado en defensa, al que poco le llegan, que maneja bien el balón hasta tres cuartos de cancha, pero al que le cuesta meter el cambio de ritmo necesario en el sector defensivo del rival. Es cierto que pocas acciones de gol nos crean, pero también es cierto que ha sido muy pobre la producción ofensiva del equipo en los últimos partidos.

Para colmo de males, cuando alguno de nuestros volantes logra encontrar el espacio adecuado para filtrar un balón de peligro, los delanteros de turno se engolosinan con el bolón, les rebota en las canillas, hacen un drible de más, o simplemente, como en el caso de Wason Rentería hacen alarde de la más absoluta desidia y falta de interés para darle destino de arco al esférico.

El caso de Rentería es preocupante. Se sabe que es el futbolista de la plantilla que más cobra, el de más renombre, y el que debería aportar esa cuota de jerarquía que requieren los delanteros para generar jugadas de gol. Sin embargo, poco ha jugado.

En el primer partido resultó expulsado y estuvo dos fechas ausente. Luego, en Madrid, pidió el cambio acusando un fuerte dolor en una de sus piernas, y estuvo por fuera en varios de los partidos de la Liga local, y cuando por fin tiene la oportunidad de jugar, hace gala de la más absoluta pereza y desgano en el desarrollo del partido, desperdiciando además, de manera infame, la oportunidad más clara de gol que el equipo generó en todo el partido. Los otros atacantes, por su parte, simplemente hacen lo  que su limitada técnica les permite.

Lamentablemente éste Millos de Hernán Torres, en su actualidad adolece de fortaleza en su línea atacante, hasta el punto que estoy empezando a añorar a aquel mercenario que hoy está haciendo goles en la Liga argentina.

Estoy seguro que con un delantero enchufado, así como venía aquel de cuyo nombre no quiero acordarme, hoy por hoy, Millonarios sería ficha puesta en los principales candidatos para pelear por el título a final del año.
De todo corazón, espero que los atacantes de los que hoy dispone el DT estén atravesando el bache de mitad de torneo, y que para los cuadrangulares se destapen, se «enrachen», entren en vena y sobre todo, se comprometan plenamente con la causa.

Me preocupa también el nivel de Rafa Robayo. Al parecer, durante su corta estadía en Chicago, no solo NO jugaba, sino que tampoco entrenaba. Luce duro, pesado, sin distancia y muy lejano de aquel fulgurante fútbol que demostraba a estas alturas del torneo hace un año. Espero también que se ponga a tono para los cuadrangulares. Estoy seguro que en el nivel que todos le conocemos, Rafa será bastión y ficha indiscutible para la disputa por el título.

Por lo demás, el funcionamiento del equipo en líneas generales me produce calma. Es evidente que la tranquilidad de la casi segura clasificación hace que muchos de los futbolistas se relajen un poco, pero el orden táctico y el funcionamiento del equipo hasta el mediocampo continúan, y el DT sigue acertando con el planteamiento de los partidos así como en los cambios que realiza de acuerdo a las necesidades del partido.

Para revisar eso sí, el tema de la desconcentración que se evidenció en la jugada del gol del DIM. No es posible que se duerman de esa forma en una pelota quieta y permitan el cobro a riesgo que hicieron los jugadores del rojo antioqueño.

En cuanto a la jugada del final del partido, que terminó en el fondo de nuestra portería hay que reconocer que el central tomó una decisión errada al pitar una supuesta falta sobre Delgado que nunca existió. No es culpa de Millonarios que el juez se haya equivocado de esa forma, acepto que el gol debió ser validado, pero ya en otras oportunidades hemos sido nosotros los perjudicados por decisiones arbitrales injustas. Como diría el Maestro Hernán Peláez «Hoy nos dan, mañana nos quitarán»….así es nuestro fútbol

Indiscutiblemente son varias los aspectos que tiene que mejorar el equipo para pelear con argumentos la anhelada estrella 14, pero la ya casi segura clasificación, algo que nunca se había logrado en torneos cortos con tanta tranquilidad y holgura, permite dar un margen de espera y de tranquilidad que con el correr de los partidos que quedan para llegar a los cuadrangulares, se irán ajustando esas «clavijas» y esos «engranes» que no están funcionando del todo bien. Confio en el trabajo que se viene realizando, confío en la capacidad y sapiencia del cuerpo técnico, y confío que en general los jugadores se encuentren plenamente convencidos y comprometidos con la causa.

Por lo pronto, todos nuestros rivales se han tenido que conformar con seguirnos desde la parte baja de la tabla. Todos haciendo fuerza para que caigamos del primer puesto, y NADA…..qué vaina!!

Cordial y albiazul saludo.

PD: Los invito a seguirme en twitter. Me encuentran como «@azulhstalatumba» (OJO es «hsta» y no «hasta»)

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