Cuando los ciclos se acaban (Huila 1 – Millos 0)
Desde 2011, cuando se dio la reestructuración administrativa de Millonarios como parte del proceso de “salvamiento” de la institución, la nómina azul es de las que más se ha mantenido y quizá la que menos se ha renovado en el FPC.
“El mejor refuerzo es la continuidad” fue la frase de batalla de Eduardo Silva, por entonces Representante Legal del Club, tras los éxitos obtenidos en la nueva era de Millonarios con los títulos de Copa Postobón en 2011 y el de la Liga en 2012.
A la continuidad que se le daba a la nómina base del equipo que venía desde 2011 se le trataba de añadir futbolistas importantes, con el fin de reforzarla. Los nombres de Freddy Montero, primero, y de Dayro Moreno, después, fueron apuestas importantes que la Junta Directiva de ese entonces, hizo para apoyar su política de continuidad en la parte deportiva de la institución, con las cuales, si bien el equipo no obtuvo títulos, sí se mantuvo en sitiales de honor del FPC y siempre fue protagonista de cada torneo que disputó.
No obstante, esta apuesta por la continuidad se ha desgastado, se ha venido a menos. En primer lugar porque la política de austeridad extrema (rayando en tacañería) de quienes hoy dirigen y toman decisiones en el equipo ha sacado a flote las falencias técnicas de la nómina base de nuestro equipo, al no poder contar en la cancha con un jugador referente, de jerarquía y de peso que resuelva partidos como lo hizo Dayro Moreno durante las dos temporadas que estuvo en la delantera azul.
Segundo, y quizá más importante que la anterior, es que en el fútbol, como en casi todas las actividades, profesiones y empresas del mundo, la gente cumple sus ciclos; sus niveles de productividad llegan a determinados topes que se vuelven imposibles de superar.
Varios de estos jugadores quedarán en la memoria del hincha por haber hecho parte del glorioso equipo campeón en 2012.
Para muchos hinchas, dentro de los que me incluyo, ese logro de la estrella 14 hará que se les recuerde siempre con el debido respeto, gratitud y admiración.
Para muchos otros, sin embargo, ese logro no significa nada hoy por hoy, y ahora ya no son más «los héroes de la 14», sino un puñado de pésimos futbolistas, “pechofrios”, mercenarios, sindicalistas y tramposos.
Sin importar quien tenga la razón, lo cierto del asunto es que muchos de esos que nos dieron la alegría más grande en el último cuarto de siglo, ya cumplieron su ciclo en Millonarios.
Llegó la hora de renovar energías, de buscar nuevos horizontes que signifiquen nuevos retos y nuevos aires tanto para el club, como para los jugadores.
Cada hincha tendrá en su mente el listado de jugadores que, a su parecer, merecen continuar así como los que deben abrirse nuevos caminos dentro de su profesión.
Pueda que a partir del domingo el equipo retome el camino victorioso, que se logren rectificar las cargas y clasificarse dentro de los ocho mejores de la Liga.
Pueda que los futbolistas vuelvan a brillar y que salgan campeones, pero para el año 2015 Millonarios urge, como le he venido repitiendo, de una reingeniería profunda, ya no solo en la parte deportiva con nuevos jugadores y cuerpo técnico, sino además, en el grupo directivo, y sobre todo, Dios mediante en lo que tiene que ver con quienes por su participación accionaria podrían considerarse los dueños del Club.
Cordial y albiazul saludo
@azulhstalatumba
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