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Por
PanzaVidela

Terminamos el torneo regular del «todos
contra todos» con derrota en el último minuto frente al J
únior en Barranquilla.
Millonarios jugó con algunas variantes que le permitieron al técnico dar descanso
a unos pocos jugadores y ver lo que otros le pueden aportar al equipo en caso
de necesidad (ejemplo: la dupla Carpintero-Preciado ante la exagerada sanción
de nuestro goleador Toloza). J
únior fue superior en la primera parte y se fue
al camerino con una ventaja justa de 2-0, mientras que en el segundo tiempo
Millonarios mejoró y a pesar de lograr el empate parcial, en el último minuto
dejó escapar el punto.

En este momento no vale la pena hacer
balances del partido. Más vale mirar al frente, donde, desde este
jueves, tenemos al  «encopetado» (singular término)
Once Caldas en nuestra primera clasificación a finales desde hace 7 semestres.

Antes que todo, hay que reconocerle al técnico
y a los jugadores que lograron el primer objetivo propuesto. Lo hicieron con
«altas y bajas», al igual que los otros 7 equipos clasificados, y llegan con
plena ilusión a luchar con todo (ventajas y defectos) por el título. Las
virtudes y defectos de este equipo las conocemos de memoria, lo hemos hablado y
discutido durante todo el semestre. Para todos los hinchas está claro lo que
tiene este equipo y también hay que reconocerle al profesor Richard Páez que ha
logrado darle una identidad a su equipo. Con lo positivo y lo negativo los
hinchas sabemos a lo que juega este equipo y también nos da derecho a la ilusión.

Sobre el rival hay que decir que es el
ideal. Candidato al título, ostenta una de las mejores nóminas del torneo y un
director técnico que -para mi gusto- es de los mejores del país. Viene de ser
eliminado de Copa Libertadores y sólo le queda luchar por el título para salvar
(económica y deportivamente) el semestre. 
Los altísimos costos de su plantel han llevado a sus dirigentes a
incumplir con los salarios, situación que interfiere en el plano deportivo e
imprimen una huella de inestabilidad en el grupo. Osorio habló con mucho
respeto de Millonarios, alabó su poder ofensivo y reconoció que el equipo azul
tiene virtudes que lo hacen un equipo de respeto. Para Millonarios el Once
Caldas es el rival perfecto para saber si está o no para disputar el título. Si
no es el caso, la ilusión quedar
á truncada y se tomarán los correctivos y se
mejorará en lo que haya que mejorar para el próximo semestre (con la actual
administración s
í se puede pensar en esto -¡por fin!-). En el caso contrario,
eliminar al Once le daría al equipo el «empujón» anímico que cualquier equipo
necesita  en finales y la confianza para
ir con todo por la anhelada estrella 14.  

Ya lo dijimos en un post anterior, el
momento de los balances finales no ha llegado. Se logró el primer objetivo y se
le reconoce y valora al técnico y jugadores. En este momento tenemos muy claro
lo que tenemos para enfrentar las finales. Como hinchas sólo nos queda apoyar
con todo al equipo en su primer (ojalá no sea el único) rival a vencer en el
camino al título. Unirnos en una sola bandera, olvidar nuestras diferencias y
enviarle al grupo la mejor  energía. En
el estadio el apoyo debe ser irrestricto, los 90 minutos, más aún cuando este
grupo ha demostrado tener muy claro que los partidos duran 90 minutos más el
alargue.

Este jueves a las 3pm la cita es en el Nemesio
Camacho, frente a uno de los candidatos al título, para jugar los primeros 90
minutos de este primer escalón rumbo a la gran final. La bandera de la ilusión
azul está intacta y más fortalecida que nunca. ¡A los once gladiadores azules
de «matarse» en el terreno de juego! ¡La 14, más cerca que nunca!

¡Saludo Albiazul!

// La invitación
para todos a unirse a la cuenta de Twitter y compartir novedades y percepciones
sobre el azul embajador: @PanzaVidela

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