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Por PanzaVidela

Once Caldas era
el favorito. Y Millonarios lo eliminó.
Es
la realidad y los hinchas de Millonarios tenemos derecho a disfrutarlo y
tenemos todo el derecho del mundo a ilusionarnos con la estrella 14. Vamos paso
a paso. Primero está la Equidad.

Sobre el partido de
ayer en Manizales hay varias cosas por decir. El partido que vimos est
á dentro
de las expectativas que todos teníamos. El Once salió arrollador, a presionar
bien arriba a los nuestros (fieles al estilo de Osorio), con Dayro abierto en
la punta derecha y Wason por la banda contraria haciendo peligrosas diagonales. Durante los primeros minutos Millonarios
no logró apoderarse del balón y padeció los ataques constantes e incisivos del
once local. Que, a pesar de la brillante actuación de Nelson Ramos, terminaron
con el gol de Wason Rentería al minuto 20. Ahí terminó la presión «alba» y de ahí
en adelante comenzó Millonarios a posicionarse mejor en el terreno de juego y a
manejar la pelota.

A los 28 minutos Robayo
salió lesionado, pero su reemplazante Tancredi lo hizo muy bien y fue jugador
importante en el medio campo azul. Se juntó con Mayer para manejar el balón y también
colaboró con Ort
íz y Mosquera haciendo línea de 3. Los últimos 25 minutos del
primer tiempo fueron importantes para Millonarios para subir líneas, tomarse
confianza frente a la defensa local y terminar el primer tiempo dejando la impresión
de un equipo que -a pesar de ir igualado en la serie- no tenía la menor intención
de defenderse. Por el contrario, intent
ó lo mismo que había mostrado en sus juegos
de visitante a lo largo del torneo: manejo de balón, proyección de sus volantes
y defensores , velocidad en sus delanteros.

Para el segundo tiempo
los dirigidos por R
íchard Páez no cambiaron la estrategia y buscaron por todos
los medios el gol del empate. Pero «neco» Martínez también tuvo una tarde
inspirada y fue clave para sacar su arco en ceros. Los hinchas azules
disfrutamos ver un equipo jugando de igual a igual en una cancha muy difícil frente
a uno de los grandes favoritos al título, frente a una de las n
óminas más
costosas del torneo, en un momento del partido donde la serie estaba igualada. Los
nuestros no ahorraron ni una gota de sudor ni esfuerzos y estuvieron a la
altura de un equipo que disputaba su paso a semifinales.

Hemos criticado (¡con
razón!) las ventajas que otorgó nuestra defensa a lo largo del torneo, pero en
el partido de ayer hay que reconocerle a nuestra defensa (¡Mera y C
íchero,
primeros en la lista!) que estuvieron concentrados y, a pesar de limitaciones
innatas, lograron -en la mayoría de ocasiones- neutralizar a los peligrosísimos delanteros
albos. Y cuando fueron superados, apareció la figura salvadora y providencial
de Nelson Ramos.

Antes de los
penaltis, la imagen que dejaron los últimos minutos reglamentarios, fue la de
un equipo albiazul presionando en campo albo, manejando el balón y buscando con
todas las armas el gol de la clasificación directa.

Luego vino la lotería
de los penaltis donde debemos destacar el excelente cobro de los nuestros (a excepción
de «carachito») y sobre todo, una vez más, la inspirada labor de Nelson Ramos.

El reconocimiento
debe ser para todos. Ramos, Domínguez, Juan Esteban, Tancredi, Toloza, Mayer, mostraron
que son baluartes indiscutidos de un equipo que tras eliminar al favorito Once
Caldas, entra con total convicción a semifinales. Sabiendo que con la misma
actitud, orden táctico, humildad y buen fútbol que vencimos al Once, podemos
eliminar a la Equidad y seguir de largo en busca de la anhelada estrella 14.

El último párrafo
es un reconocimiento merecido para R
íchard Páez. De igual manera como lo
criticamos con vehemencia cuando los resultados no se dieron, es justo
reconocerle el enorme trabajo que ha hecho para tener al equipo hoy -30 de
mayo- peleando su paso a la final del torneo. Su equipo es prueba de un valiosísimo
trabajo emocional, de fortalecimiento de grupo, de fe interior, pero también de
trabajo táctico, donde ha consolidado una identidad futbolística, de un equipo
con fuertes argumentos ofensivos, que intenta siempre y en todos los estadios
jugar al balón, proponer fútbol y respetar a la hinchada. A la exigente
hinchada albiazul. Pues hoy debemos reconocerle que ha logrado -sin grandes
estrellas en su nómina, lo cual lo hace más meritorio- devolvernos una ilusión que
hace muchísimos años no sentíamos.

Y yo sé que aún
no hemos ganado el título, pero también quiero recordar al gran gestor de esta realidad. No me cansar
é de hacerlo nunca. José Roberto Arango. A él, las
gracias por siempre.

Lo que viene es
la Equidad y en este tipo de partidos e instancias todos los equipos son dignos
finalistas y tienen virtudes que los hacen fuertes. Los nuestros deberán ser
fieles a su estilo e intentar sacar provecho de sus armas. ¡Vamos con todo por la 14, ahora sí, más cerca
que nunca!

¡Saludo Albiazul!

// La invitación
para todos a unirse a la cuenta de Twitter y compartir novedades y percepciones
sobre el azul embajador: @PanzaVidela

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