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Por PanzaVidela

Sobre el partido,
en un párrafo nos alcanza para hacer el comentario. Gastarle «más tinta» no
vale la pena. Un primer tiempo de buen funcionamiento de los nuestros, que dejó
un balance positivo y el 1-1 en el marcador. Pero en el segundo tiempo aparecieron
todos los errores y defectos que le venimos criticando al equipo desde hace ya
3 semestres. Su vulnerabilidad defensiva (lentitud, desorden y
desconcentraciones), un medio campo «liviano» en la contención (muy solitario Juan Esteban Ort
íz multiplicándose para cerrar espacios en el medio campo) y un ataque que pone en Toloza todas sus esperanzas para anotar. Ayer,
 2 goles de su autoría no fueron
suficientes  para salvar una mala tarde
de sus compañeros. Otra más para la lista. Ya son tantas en la era Páez, que
los números -en el balance general- son bastante preocupantes.

Jugada la fecha 8
Millonarios ocupa el puesto 13 con un rendimiento del 33%. El equipo está a 3
puntos del colero y a 3 puntos del sexto puesto. Con ganar 2 partidos el equipo
vuelve a meterse en la pelea. Ese, el consuelo y
ésa, la esperanza. Pero la preocupación
pasa más por el tema de la producción futbolística del equipo. Para ser el tercer
semestre de Ríchard Páez al frente de su equipo se esperaba mayor cohesión en
sus líneas, más regularidad en su funcionamiento y, sobre todo, el haber
resuelto definitivamente los problemas identificados en los dos semestres
anteriores. No es el caso.
El primer gol que nos hace Mendoza en Cartagena es
exacto al segundo que nos hizo el Itagüí el miércoles pasado. Y como esos dos
goles, son muchos los que suma esta defensa de la misma manera.  Que le ganen a Cíchero en el cabezazo es «incomprensible
e inaceptable». Lo hemos dicho y repetido, el tipo es gran persona, magnífico
ser humano, el amigo que todos quisiéramos tener, pero que a un defensor
central de 1,95cm de altura le ganen por arriba no es aceptable. Este jugador es
costoso para lo que su balance personal le ofrece al equipo en la ecuación costo/beneficio.

Pero Cíchero no
es el culpable de todos los males de este Millonarios. Sería injusto decir eso.
Al contrario, al hombre le abonamos su coraje y le abonamos el corazón con el
que juega. A pesar de sus limitaciones técnicas. Los problemas de este
Millonarios van más allá. En cuanto a este semestre se refiere, nacen con el
tema de las contrataciones. La junta directiva prometió traer 2 o 3 refuerzos
de nivel y no los trajo. Esa es la realidad, el equipo no se reforzó.
Páez dijo
que si el primero de agosto los refuerzos de nivel no estaban en Bogotá el
hombre renunciaba. El primero de agosto no había refuerzos y Páez no se fue. Grave
error de Páez y esa decisión lo hace responsable de los problemas que su equipo
padece hoy.
Al final, al mejor estilo de la era @lopezgobernador (invitación a
seguir en twitter a un «grande» en la historia azul, Juan Carlos López), se
trajeron 3 refuerzos de «pipiripao». 
Sobre Flavio Córdoba no podemos opinar, porque resulta que jugada la
fecha 8 del torneo, no lo hemos -¡ni siquiera!- visto jugar.  

Este lunes y el martes, se reunirá
el comité ejecutivo. Primero a solas y luego con el profesor R
íchard Páez. En este tipo de reuniones
suele pasar lo siguiente: el Dt expone la situación desde su perspectiva,
reconoce que los resultados no son los mejores, valora su trabajo y da
explicaciones a sus jefes de las decisiones deportivas que ha tomado con su
grupo. Por ejemplo, el tema de la «oxigenación» que no dio resultado en Itagüí,
y valora los partidos en que su equipo ha mostrado lo que él quiere. Lo hecho en Manizales, el partido frente al Cali, pasajes del juego
frente al DIM. El Dt expone su inconformidad por el tema de la tardanza con los
refuerzos y la manera como manejó otro tipo de «problemas internos»  que hacen parte de cualquier grupo. Y termina
diciendo que el campeonato es irregular y que de la misma manera como estamos a
3 puntos del colero también estamos a 3 puntos del sexto puesto. Con dos
partidos ganados todo vuelve a la normalidad. Lo cual es cierto.

Los directivos,
de su parte, escuchan con atención y a su turno exponen su preocupación por el
rendimiento del 33%, porque la inversión que están haciendo en este grupo (un
poco más de 600 millones al mes) no es acorde con los resultados. Y 
éstos, a
la vez, no ayudan a traer gente al estadio. Ni motivan al hincha. Se hace una valoraci
ón de la situación y del calendario y se crea un «plan de acción» para lo que viene. La suplencia del Santa Fe -este miércoles- y el Tolima, el fin de semana. El gerente
deportivo, respetuoso del trabajo del t
écnico, hace una valoración desde su perspectiva,
e intenta ser un puente entre el Dt y los directivos. Al final de la reunión se
da un respaldo al trabajo del DT, respaldo que está supeditado al resultado del (o los)
próximo(s) partido(s), aunque a veces no se diga de esta manera.

Salvo que haya
situaciones internas que desconocemos (lo cual es perfectamente posible),
terminada esta reunión no habrá decisiones radicales como las que espera la
hinchada. Las mismas que esperaba la hinchada en el comienzo de los dos
semestres anteriores, cuando se presentó esta misma reunión.  En ambos casos se terminó con una conversación
grupal con los jugadores y luego vino una mejoría en su rendimiento deportivo.

¡Amanecerá y
veremos! Dijo el ciego.

¡Saludo Albiazul!

// La invitación
para todos a unirse a la cuenta de Twitter y compartir novedades y percepciones
sobre el azul embajador: @PanzaVidela

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