Envigado 2 – Millonarios 0

Por PanzaVidela

El post de hoy es
en forma de 3 breves comentarios. Los dos primeros sobre el tema del cual se
trata este blog y el tercero es una licencia que me permito, con el respeto y
permiso de quienes leen. Unas palabras recordando a quien fue para para mí el
escritor más brillante de nuestra lengua. Y más que eso, un profeta de nuestros
tiempos. Ernesto Sabato. Falleció ayer sábado, a escasos meses de cumplir el
centenario.

Sobre el partido

Envigado – Millonarios
fue un poco la continuación del partido de hace 8 días entre Millonarios y
Nacional. Millonarios volvió a mostrar un equipo lleno de ganas, con argumentos
en el frente de ataque y con los mismos errores en defensa. Decir que el
resultado es injusto por la cantidad de opciones de gol creadas por los azules,
seía caer en un «consuelo de tontos», pues si bien el equipo creó varias opciones,
en unas fue el arquero Saldarriaga  y en
otras (2) fue el mismo palo quien lo impidió. Pero el Envigado hizo los goles. Y
los hizo porque aprovechó bien los errores en marca de los nuestros, explotó el
punto más débil del equipo de Páez (la lentitud de sus centrales) y una vez
tuvo la ventaja en el marcador se replegó en el fondo para terminar el partido
(al igual que el Nacional de la semana pasada) con una doble línea de cuatro,
pidiendo tiempo.

Claro que el
resultado pudo ser más generoso con Millonarios, pero el fútbol es de goles y
quien los hizo ayer fue el rival. Esta nueva derrota no enciende las alarmas en
los azules, pero sí nos «despierta» un poco con respecto a la tabla de
posiciones. Somos sextos con 23 puntos, con equipos como el Depor Cali que
vienen de abajo en plena cabalgata hacia la clasificación. Quedan 4 partidos y
necesitamos 6 puntos. Tal vez con menos se clasifique. Tranquiliza al hincha el
ver un equipo comprometido, con una forma de jugar perfectamente definida y
basada en su poder ofensivo. Inquieta el ver que hay ventajas en defensa que se
siguen otorgando y no se corrigen con el pasar de los partidos.  

Sobre la Asamblea del Club Deportivo Los
Millonarios

En este artículo
de nuestros amigos de www.golgolgol.net
se describe perfectamente lo que sucedió en la asamblea, en donde José Roberto
Arango entregaba su informe de gestión durante los meses en que fue Presidente
de dicha institución. Fue brillante lo que sucedió. A los Ilustres Juan Carlos López
y Luis Augusto García les dieron «de su propia medicina». Se quedaron sin
entrar y sin poder hacer uso de su mayoría «accionaria» (derechos sociales).
Interesante fue conocer un hecho que José Roberto Arango reveló. Se trata de un
hecho que –según el artículo– cuenta como el Señor Luis Augusto García «se
cobró por derecha» 20 milloncitos de una taquilla.

Un amigo me dijo
que imaginara la cantidad de hechos similares que habrían ocurrido en el
pasado, cuando el ojo honesto e imparcial de José Roberto Arango no estaba supervisándolo
todo. Mi amigo me dijo que imaginara en tantos años de administración y en
tantos taquillazos (como la Copa Sudamericana con juegos contra Nacional, Colo
Colo y Sao Paulo) cuantas veces Allí Baba y sus 40 secuaces no se habrán «repartido la torta» (tan literal como suena). Yo le respondí a mi amigo que ese tipo de afirmaciones no se podían hacer
porque dañan la honra y buena fama de personas de bien y honestas -por encima
de todo- como lo son los señores Luis Augusto García y Juan Carlos López. Con
total y absoluta seguridad ese tipo de cosas nunca sucedieron.

Sobre Sabato

Muchos recuerdan
a Ernesto Sabato por «El Túnel», una brillante novela sicológica que se lee en
una tarde. Pero lo mejor de su obra está en «Sobre Héroes y Tumbas» y «Abadón
el Exterminador». Esta última novela, por su título, sugiere una novela  policíaca llena de muertes y barbarie. No
tiene nada que ver con eso. Estas dos novelas son de lo más excelso y
placentero que ha dado nuestra literatura. «Héroes y Tumbas» es reconocida como
una de las mejores novelas del siglo 20 en habla hispana.

En su testamento
espiritual «Antes del fin», Sabato escribe sobre reflexiones tan sencillas como profundas, que nos
revelan al ser humano, que pasados los noventa años relata con nostalgia
extrema sus percepciones del mundo actual. Inmerecidamente Sabato no ganó el
Nobel, pero si ganó el cariño y admiración de millones de argentinos y lectores
del mundo entero que lo llevaremos por siempre en nuestros corazones. Ayer murió uno
de los profetas de la modernidad, un hombre que nunca se cansó de derrochar humanidad.
Su legado está en sus libros.

Con el permiso y
respeto de quienes leen, me permití esta licencia que nada tiene que ver con el
blog, como un pequeñísimo tributo a quien considero el mejor escritor de habla
hispana. Sentía que debía hacerlo. Ya fue.

¡Saludo Albiazul!